Sánchez garantiza a Díaz que el aumento del gasto militar no se votará en el Congreso
El ala socialista del Gobierno se valdrá de autorizaciones de crédito, que aprueba el Consejo de Ministros, como en la etapa de Unidas Podemos, y de la posibilidad de más endeudamiento
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"La solidez de una coalición se mide martes a martes en los Consejos de Ministros". La frase ayer de un ministro resume el estado de las relaciones del Gobierno de coalición, tras la polémica por el aumento del gasto militar. El compromiso de Pedro Sánchez con la UE para acelerar el objetivo OTAN de alcanzar el 2% del PIB en 2029 ha removido al grupo parlamentario de Sumar y resucitado el componente antimilitarista de la izquierda a la izquierda del PSOE.
El presidente del Gobierno y Yolanda Díaz se reunieron ayer para blindar al Ejecutivo frente a ese debate y que Sumar pueda exhibir un discurso propio. El resultado fue un comunicado del socio minoritario en el que anunciaban que seguirán trabajando en una "propuesta conjunta" sobre defensa y seguridad. Aunque la cita estuvo precedida por una reunión el lunes de los partidos que componen Sumar, donde se pactó el rechazo a que se gaste más en armas y la reclamación de mejorar la cohesión social como garantía también de seguridad, la entrevista entre Sánchez y la vicepresidenta segunda se desarrolló con un alto grado de comprensión mutua.
Sumar es consciente de que la política de defensa depende del PSOE y de que Sánchez no puede salirse de la estrategia de rearme de la UE, provocada por la ruptura de Donald Trump de sus lazos con Europa. Esto supone que el gasto militar, entendido de manera amplia, crecerá para llegar antes el 2% del PIB. Pero el desgaste que puede sufrir Sumar se minimizará de varias formas.
Sánchez ofrece garantías de que este aumento no se votará en el Congreso. Se hará como se ha hecho estos años, a través de planes de defensa que no computan en el techo de gasto o con autorizaciones de crédito, que se han financiado con el fondo de contingencia para cuestiones imprevistas incluido en los presupuestos.
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Se trata de la misma fórmula que los socialistas emplearon en la anterior legislatura, cuando gobernaban con Unidas Podemos. La única diferencia es que ahora, para elevar más rápido el gasto militar, se podría hacer vía endeudamiento ya que Bruselas ofrece flexibilizar las reglas fiscales. En cualquier caso no es una decisión que pase por el Congreso si no que aprueba el Consejo de Ministros. En este ámbito, Díaz y el resto de representantes de Sumar en el Gobierno podrán plantear sus objeciones para condicionar, por ejemplo, la compra de armas.
Sumar, además, participará en la redefinición que el Ejecutivo pretende hacer del concepto de gasto militar, incorporando partidas vinculadas a la seguridad y la defensa. Y para eso, se celebrarán más reuniones. Los socialistas, por su parte, tratarán de dar ventaja a Díaz en algunos temas sociales.
El conflicto se da así por superado aunque, probablemente, habrá réplicas por la negativa de la mayoría de los partidos que forman Sumar a apoyar un rearme de Europa que pueda traslucir una sensación de guerra. Por ello el interés, compartido por el PSOE, en incluir en el aumento del gasto materias que vayan mucho más allá de lo armamentístico.
La reapertura del debate sobre la subida de la inversión en defensa ha producido malestar en el Ministerio de Margarita Robles porque, destacan, ya está en ejecución. El compromiso de España con la OTAN lo asumió Mariano Rajoy y Sánchez lo renovó tras la cumbre de la Alianza Atlántica celebrada en 2022 en Madrid. Ese objetivo del 2% del PIB para 2029, ya se aplica y es el que ahora Europa ha hecho suyo y pretende alcanzar con más celeridad.
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Este miércoles el presidente del Gobierno se encuentra en Helsinki (Finlandia) donde se ha reunido con el primer ministro, Petteri Orpo, para abordar la financiación europea a la nueva política de seguridad y defensa. Sánchez insistió en que la UE no debe pensar sólo en préstamos sino también en transferencias a fondo perdido y defendió también esta fórmula para los países de la frontera oriental como Finlandia, que comparte 1.340 kilómetros con Rusia. Y Orpo no se opuso a esta opción porque, dijo, "necesitamos un instrumento para toda Europa" y "estamos abiertos a todo tipo de solución". "Necesitamos financiación, no solo los préstamos, y estamos preparados para estudiar las propuestas que nos llegan desde la Comisión Europea", manifestó.
Los dos dirigentes coincidieron también en que la seguridad de Europa debe ser un concepto amplío, no limitada sólo a la amenaza rusa, si no a la presión sobre la frontera sur. "Agradezco de corazón a Finlandia que entienda el planteamiento de 360 grados", dijo Sánchez, que recordó que este país nórdico ha trabajado con España y Portugal para preparar el tema del Sahel. "Hemos preparado un texto oficioso y debemos hablar de las amenazas de seguridad que nos llegan al sur de Europa".
"La solidez de una coalición se mide martes a martes en los Consejos de Ministros". La frase ayer de un ministro resume el estado de las relaciones del Gobierno de coalición, tras la polémica por el aumento del gasto militar. El compromiso de Pedro Sánchez con la UE para acelerar el objetivo OTAN de alcanzar el 2% del PIB en 2029 ha removido al grupo parlamentario de Sumar y resucitado el componente antimilitarista de la izquierda a la izquierda del PSOE.