Un hombre encuentra en una playa española decenas de joyas y acaba multado: anillos, pulseras, alianzas y pendientes

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El hallazgo de objetos de valor en la playa puede parecer un golpe de suerte, pero en algunos casos llega a derivar en problemas legales. Un hombre que dedicaba su tiempo a buscar joyas en los arenales de Palma de Mallorca ha sido condenado tras vender decenas de piezas sin entregar los hallazgos a las autoridades: la sanción impuesta por la justicia (por delito leve, tras llegar a un acuerdo de conformidad) le obliga a pagar 540 euros de multa y también a consignar el importe que obtuvo con la venta de las alhajas, que asciende a 5.287 euros.

Según ha informado el medio regional balear Última Hora, la sentencia detalla que el acusado localizó las joyas en 2023, parece ser que utilizando un detector de metales, y posteriormente las vendió en una tienda de compraventa de oro en la calle Gabriel Alomar de Palma. Según estas informaciones, recibió un total de 5.287 euros por el botín que acumuló, en el que se encontraban anillos, pulseras, alianzas, colgantes y pendientes.

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Investigación y resolución judicial

La actividad del hombre salió a la luz cuando la Policía Nacional fue alertada de sus movimientos. Durante su declaración ante los agentes del Grupo de Robos, explicó que llevaba años dedicándose a este tipo de búsqueda y que desconocía que vender los objetos encontrados pudiera constituir un delito. No obstante, fue imputado por apropiación indebida y el caso llegó a los tribunales.

Meses después, el procesado aceptó un acuerdo con la Fiscalía para evitar un juicio más largo. Como resultado, deberá devolver el dinero obtenido por la venta de las joyas a la Oficina de Objetos Perdidos de Cort, donde quedará depositado en caso de que los legítimos dueños reclamen sus pertenencias.

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El caso pone de manifiesto la importancia de conocer la normativa sobre objetos extraviados en espacios públicos. Según la legislación, cualquier hallazgo de valor debe entregarse a las autoridades, y su venta sin autorización puede derivar en sanciones legales.