Es noticia
El PP cree que la 'alianza' de Abascal con Trump terminará penalizando a Vox
  1. España
EL LABERINTO DEL TRUMPISMO

El PP cree que la 'alianza' de Abascal con Trump terminará penalizando a Vox

Génova no entrará en el cuerpo a cuerpo con Abascal por la crisis internacional, pero apunta a que su adhesión con el presidente americano, que culpa a Zelenski de la guerra y le tildó de "dictador", puede ponerle en serios apuros

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal, durante su intervención en la CPAC 2025 en Washington. (EFE/EPA/Will Oliver)
El líder de Vox, Santiago Abascal, durante su intervención en la CPAC 2025 en Washington. (EFE/EPA/Will Oliver)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Durante semanas, el PP evitó marcar una posición nítida en política internacional. El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca situó a Feijóo en tierra de nadie, entre el frentismo de Sánchez y la adhesión incondicional de Abascal. El análisis que hacían en Génova es que poner el foco de forma excesiva en el plano internacional beneficia al Gobierno, ya que le permite 'tapar' sus escándalos domésticos. Pero la escalada de tensión y la decidida invectiva del presidente americano al proyecto europeo forzó al presidente popular a cambiar el guion y definir un discurso de firme condena a la negociación bilateral entre Trump y Rusia, alineándose con la postura de Sánchez y del resto de líderes europeos.

El giro de Génova deja definitivamente solo a Vox en su alianza con el líder republicano. El PP evitará el cuerpo a cuerpo con Vox ante el convulso escenario internacional, y prefiere poner el foco en las "discrepancias" del Gobierno por el inminente debate del gasto militar. Pero en la dirección del partido sí creen que la oleada trumpista a la que se había vinculado el ascenso de Vox en España se le puede terminar volviendo en contra a Santiago Abascal. Como mínimo, apuntan, le pondrá en serios aprietos discursivos.

La amenaza de una guerra arancelaria con la que Trump arrancó su mandato y su previsible impacto en los sectores productivos españoles dibujó una ventaja competitiva que el PP quiso explotar frente a Vox. Feijóo endureció su discurso contra las políticas verdes de Bruselas y desplegó, además, una batería de medidas fiscales para dar seguridad al campo ante la incertidumbre internacional. Abascal, por su parte, exculpó a Trump de la guerra comercial, una "condescendencia" que, a juicio del PP, puede tener un "coste" importante para el partido situado a su derecha.

Hasta ahora, Abascal ha tratado de mantener un equilibrio entre el apoyo férreo a la Administración Trump y la defensa del producto nacional culpando a Bruselas de todos los males que "asfixian" a los ciudadanos. La incógnita es si el discurso de Vox aguantará a los envites del líder republicano, sobre todo si sus amenazas regulatorias se concretan en un daño real para los intereses comerciales de España. Según el último barómetro del CIS, más del 60% de los votantes que apostaron por Vox en las últimas elecciones generales creen que la presidencia de Trump afectará "mucho" o "bastante" a la economía española.

Foto: Protestas contra Donald Trump. ( EFE/EPA/Tayfun Salci)

El mismo estudio demoscópico refleja también que casi un tercio de los electores del partido de Abascal no comparten el acercamiento de Trump a Putin para resolver el conflicto de Ucrania sin la participación de la Unión Europea. Feijóo materializó un cambio de rasante en su discurso internacional cuando el presidente de Estados Unidos "traspasó la línea", como lo califican algunas fuentes populares. Se refieren al momento en que Trump compró la narrativa del Kremlin, llamó "dictador" a Zelenski y le culpó de la guerra que ha asolado a Ucrania.

En Génova están convencidos de que no cabe la "equidistancia" ante la dimensión del desafío que ha planteado EEUU a Europa y Ucrania. El propio Feijóo marcó la línea con un mensaje categórico. "La guerra la inició Rusia (...). La paz es bienvenida, pero no puede beneficiar al agresor", escribió en X. Es la línea que han exhibido en público y en privado otros cargos populares y presidentes autonómicos, aunque algunas fuentes consultadas advierten de la necesidad de no incidir en exceso en la amenaza de Trump para no hacer "el juego a Sánchez", que trata de arrastrar a Feijóo al marco de "la internacional ultraderechista" por negarse a romper con Vox.

El PP se desvincula por completo de la adhesión a Trump que presumen en Vox. En el partido creen que, en este contexto, "ese apoyo no se entiende" y, aunque ahora "están subidos a la ola" del líder republicano, "a medio plazo" sí les puede suponer un problema. En el discurso de Abascal siempre ha estado impreso un señalamiento a la Comisión Europea, a la que ha responsabilizado parcialmente de la invasión de Ucrania por la "vulnerabilidad" a la que, a su juicio, ha sometido al continente.

Pero, hasta la fecha, el líder de Vox siempre había identificado a Putin como el claro "culpable", defendido la "soberanía" de Ucrania y solicitado "graves sanciones" contra Rusia, como exhibió en la tribuna del Congreso en 2022, poco después del estallido de la guerra. Lejos de desmarcarse de Trump, Abascal se aferra ahora a la tesis de culpar a Europa de alentar la guerra y se lanza sin cortapisas contra el PP. "La guerra de Ucrania la empezó Putin porque populares y socialistas le disteis los medios para hacerla", le espetó a Feijóo en redes sociales. "¿Y ahora el PP se va a alinear otra vez con Sánchez para culpar a Trump de vuestra necedad? Me temo que sí".

Este jueves, en plena escalada internacional, Abascal visitó Washington para intervenir en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), donde firmó su seguidismo a Trump. En su discurso no hubo una sola referencia a Zelenski, ni a las alusiones del líder republicano sobre Ucrania. En Vox también ha habido silencio administrativo ante la diatriba de Trump contra el líder ucraniano, aunque con alguna excepción. El eurodiputado Hermann Tertsch sí calificó de "borrón" el ataque de Trump a Zelenski, en línea con su compañero de filas, Juan Carlos Girauta. "Hay un agresor, Putin. Y un agredido, el pueblo ucraniano. Quien pierda eso de vista, se equivocará".

Durante semanas, el PP evitó marcar una posición nítida en política internacional. El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca situó a Feijóo en tierra de nadie, entre el frentismo de Sánchez y la adhesión incondicional de Abascal. El análisis que hacían en Génova es que poner el foco de forma excesiva en el plano internacional beneficia al Gobierno, ya que le permite 'tapar' sus escándalos domésticos. Pero la escalada de tensión y la decidida invectiva del presidente americano al proyecto europeo forzó al presidente popular a cambiar el guion y definir un discurso de firme condena a la negociación bilateral entre Trump y Rusia, alineándose con la postura de Sánchez y del resto de líderes europeos.

Partido Popular (PP) Vox Donald Trump
El redactor recomienda