La UCO buscará todos los móviles desechados por García Ortiz y la identidad de quién los formateó

Cuando, cómo y por quién. El juez del Tribunal Supremo Ángel Hurtado sigue en busca de las comunicaciones desaparecidas del fiscal general del Estado y, este lunes, dio un paso más para armar el rompecabezas en el que se ha convertido la causa por revelación de secretos que afectan al novio de Isabel Díaz Ayuso. En un auto, el magistrado desliza que no solo no se han encontrado los mensajes de WhatsApp o los correos electrónicos que buscaba la UCO para determinar si la filtración partió de Álvaro García Ortiz. Tampoco han aparecido los aparatos que desechó en las ocasiones en las que realizó cambios de dispositivo.

El juez quiere recuperarlos y, a instancias de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid, ha ordenado nuevas diligencias para tratar de lograrlo. Se ha dirigido directamente al área encargada de los móviles del Ministerio de Presidencia y Justicia y del Ministerio de Hacienda. En concreto, solicita la "remisión (a través de su entrega a la fuerza actuante) de los dispositivos móviles que haya entregado (...) D. Álvaro García Ortiz desde el 7 de marzo de 2024", día en el que se recibe en la Fiscalía General la primera dación de cuentas relativa a la investigación por presuntos delitos fiscales al novio de Díaz Ayuso. Pide que tanto Justicia como Hacienda entreguen a los agentes "los dispositivos que haya entregado por desuso y por los anteriores cambios". Los usados y descartados durante casi un año.

No es la primera vez que lo intenta. El magistrado ya se dirigió a la sección de informática de la Fiscalía con un requerimiento similar, pero la respuesta que le dieron en enero no permitió aclarar sus dudas. Según le advirtieron desde este departamento, el último "cambio de dispositivo" que tienen registrado en su "aplicación" se produjo el 24 de mayo de 2024. Esta fecha choca con los hallazgos de la UCO, que apunta a que García Ortiz cambió de móvil el pasado 23 de octubre, justo después de que el Supremo abriera la investigación contra él.

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En un intento de justificar ese baile de fechas, el propio fiscal general aseguró su declaración como imputado para asegurar que el móvil se lo facilitaron en mayo, como sostiene la sección de informática, pero que él no empezó a utilizarlo hasta octubre, como advierte la UCO. En la misma línea, insistió ante el juez en que ha cambiado de móvil hasta seis veces durante los últimos cuatro años y remarcó que él mismo avisó a la Guardia Civil de que el dispositivo que se estaban llevando después de registrar su despacho era nuevo, pero su relato sigue sin despejar la principal incógnita: dónde está ese móvil que utilizó hasta octubre.

El magistrado está intentando recuperar el anterior móvil porque podría facilitar el acceso a las conversaciones que el fiscal general mantuvo durante los cinco días en los que se produjeron las filtraciones. Según advirtió la UCO en un reciente informe, García Ortiz se encargó de realizar "un borrado permanente de los mensajes" de Whatsapp días antes de cambiar de móvil el pasado octubre, por lo que, al analizar el que le intervinieron posteriormente, recuperar los datos "no ha sido posible". El motivo es simple: la información que buscan nunca existió en el dispositivo que la Guardia Civil tiene en su poder.

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De hecho, los agentes también han fracasado en sus intentos de recuperar las copias de seguridad de estos mensajes a través del correo electrónico que está vinculado al WhatsApp de García Ortiz, pues la misma también "se ha eliminado recientemente". En su informe, los agentes apuntan a que "quizá se pueda recuperar", pero, hasta entonces, el magistrado ya ha activado esta nueva vía para tratar de recuperar los dispositivos anteriores del fiscal general.

Formateados

El magistrado reclama además una relación completa de las ocasiones en las que el fiscal general ha cambiado su dispositivo y quiere saber si esos teléfonos fueron formateados y quién los reseteó. Al dirigirse a la sección de informática de la Fiscalía, les trasladó la misma petición, pero no obtuvo ningún resultado. "Esta sección no dispone de la información solicitada", le respondieron desde el Ministerio Público.

Hurtado ha combinado estas diligencias con la citación como testigos de dos ex altos cargos de Moncloa de la exdirectora del secretario de Estado del Gabinete de la Presidencia del Gobierno, Pilar Sánchez Acera, mano derecha del actual ministro Óscar López, y el exsecretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés. Ambos son el nexo de unión entre la filtración y Moncloa. En otras ocasiones, el juez o las partes han pedido acceso a teléfonos de los testigos. Pasó, por ejemplo, con Lobato. Quizá tenga algún otro hilo del que tirar.