El Gobierno va hacia el siniestro total: Sumar levantará el veto de Hacienda a un SMI libre de impuestos
Las posturas entre los dos socios de Gobierno siguen irreconciliables y desde el grupo de Yolanda Díaz ya avisan de que sumarán fuerzas con el PP frente a los socialistas
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Si nadie lo remedia, el choque de trenes entre el PSOE y Sumar a cuenta de la tributación del salario mínimo será siniestro total para el Gobierno de coalición. A pesar del abrazo público entre las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, forzado ayer como gesto público de paz, la posición sigue siendo de choque frontal en cuestión de fiscalidad. Fuentes de Sumar aseguran que llegarán "hasta el final" y, si Moncloa decide presentar un veto para evitar que el Parlamento legisle a favor de un SMI exento de pagar el impuesto de la renta, unirán sus fuerzas con el PP en la Mesa del Congreso para levantarlo.
El enconamiento es máximo y los dos partidos del Gobierno llevan una semana con declaraciones hostiles hacia el otro. El PSOE acusa a Sumar de "populismo fiscal" y, al revés, los de Díaz acusan a Montero de "confundir" el debate y aplicar la "ortodoxia" económica. Y aunque desde Moncloa insisten en que el asunto se solucionará, en Sumar no descartan que el Gobierno se parta en dos en el Congreso. "Llegaremos hasta las últimas consecuencias", insisten fuentes del grupo minoritario del Gobierno. Desde Ferraz insistían ayer que no hay "marcha atrás". Sobre la factura que ello pueda suponerle al Gobierno, estas fuentes añaden que "el salto cualitativo" en esta guerra ya lo dio Hacienda al filtrar, en pleno Consejo de Ministros, que empezarían a gravar el SMI, lo que desató una batalla inédita y en directo entre las dos ministras.
La Mesa de la Cámara ha calificado este martes las tres proposiciones de ley formuladas por Sumar, el PP y Podemos para eximir a los perceptores del SMI de hacer la declaración de la renta. El reloj parlamentario se activará formalmente una vez que los textos sean publicados en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, previsiblemente este jueves. El Gobierno tendrá a partir de entonces 30 días hábiles para decidir si bloquea estas iniciativas alegando una merma de ingresos o un amento de gasto presupuestario. Hay una cuarta iniciativa, una proposición no de ley sin efectos jurídicos que firman ERC y BNG, contrarios también a que se grave el SMI, lo mismo que Bildu.
En Sumar no ocultan la gravedad que supone votar con el PP en la Mesa para torcer el brazo a Hacienda, pero insisten en que están determinados a hacerlo porque el salario mínimo es una cuestión de "política central" para su grupo; de hecho, la gran bandera de Yolanda Díaz desde que entró en el Gobierno de coalición. "Votaremos a favor de levantar el veto de Hacienda", afirman fuentes de la dirección del grupo parlamentario, que anticipan que es inviable un acuerdo intermedio con Montero. "No nos va a gustar su propuesta", anticipan desde la convicción de que en este debate solo puede ganar uno, PSOE o Sumar.
Si nadie lo remedia, el choque de trenes entre el PSOE y Sumar a cuenta de la tributación del salario mínimo será siniestro total para el Gobierno de coalición. A pesar del abrazo público entre las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, forzado ayer como gesto público de paz, la posición sigue siendo de choque frontal en cuestión de fiscalidad. Fuentes de Sumar aseguran que llegarán "hasta el final" y, si Moncloa decide presentar un veto para evitar que el Parlamento legisle a favor de un SMI exento de pagar el impuesto de la renta, unirán sus fuerzas con el PP en la Mesa del Congreso para levantarlo.