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Vox corta la interlocución con Génova y le acusa de instigar una campaña contra Abascal
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Las fricciones en la derecha

Vox corta la interlocución con Génova y le acusa de instigar una campaña contra Abascal

Bambú aborta la última reunión prevista con Tellado y casi condena las cuentas de las CCAA. "Quizá para ellos sea más sencillo hablar de Feijóo que de Gallardo. Pero nosotros no nos confundimos de enemigo", responde el PP

Foto: Santiago Abascal en el Congreso. (EP/ Eduardo Parra)
Santiago Abascal en el Congreso. (EP/ Eduardo Parra)
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Vox ha cerrado el canal de comunicación discreto que mantenía con Génova a través del cual, como informó este diario, venían celebrando desde hace más de un año y medio reuniones periódicas fuera del radar con el objetivo de generar un espacio de "confianza" mutua. En la dirección de Santiago Abascal acusan al PP de instigar una campaña de ataques contra su formación para desestabilizarles y "presionar" en favor de un pacto presupuestario en las comunidades donde son decisivos.

Según ha podido saber El Confidencial, Bambú anuló esta semana la última de las reuniones que tenían agendadas con Miguel Tellado. Y no tienen intención de retomarlas hasta nuevo aviso. Unos encuentros que Feijóo y Abascal pactaron organizar a través de sus respectivas fundaciones, Reformismo21 y Disenso, y que estaban pensadas para plantear posibles puntos de encuentro en los programas políticos con vistas a formar gobierno en España. Aunque han servido, lógicamente, para abordar la negociación presupuestaria en las comunidades, cada vez más complicada.

En la cúpula de Vox denuncian que el PP, a través de sus "terminales mediáticas", estaría detrás de los "ataques personales" recibidos en las últimas semanas contra su líder además de azuzar la crisis interna que desató la salida de su líder en Castilla y León, Juan García-Gallardo. Los de Abascal están convencidos de que "Génova y Sol" actúan como "caja de resonancia" alimentando a sus críticos, así como algunos movimientos subterráneos que se estarían cociendo en la derecha política, como el repentino resurgimiento de figuras como Iván Espinosa de los Monteros.

En el PP replican que Vox solo ve fantasmas donde no los hay. Y niegan cualquier maniobra de desgaste, más bien todo lo contrario. En ese sentido, fuentes de la dirección popular insisten en que su estrategia es no entrar al choque por la derecha, que todo su esfuerzo es para sacar a Pedro Sánchez del Gobierno, y recuerdan que hasta se dio orden interna de no "atacar a Santiago Abascal" tras la información publicada por este diario acerca de los supuestos pagos de una productora a su pareja.

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal, junto a los portavoces del partido, Pepa Millán y José María Figaredo, en el Congreso (EP/Ricardo Rubio)

"Hemos respondido de manera muy puntual a ataques suyos cuando se han basado en falsedades", replican los populares, en alusión al reparto en el Congreso de los miembros de la Junta Electoral, del que Vox quedó excluido, y que motivó uno de los mayores choques dialécticos entre Feijóo y Abascal. "Nosotros no nos confundimos de enemigo. Hacemos oposición a Sánchez, no a Vox", afirman desde Génova. "Pero quizá para ellos sea más sencillo hablar de Feijóo que de Gallardo", añaden.

Desde Vox afirman que no volverán a retomar las conversaciones con el PP mientras no cesen las hostilidades. "Hemos enviado una señal clara, no vamos a tolerar presiones ni ataques por detrás", recalcan.

Fortalecidos por el regreso de Trump y el avance de las derechas libertarias europeas, se muestran inflexibles y han puesto unas condiciones de salida al PP que hacen casi imposible aprobar los presupuestos autonómicos. Exigen a los barones "garantías" de que en sus territorios no se aplicarán las políticas del pacto verde y migratorio, lo que en la práctica supone declararse en rebeldía con su propio partido. Por ejemplo, que se limpien el cauce de los ríos, tal y como aseguran que se ha comprometido a hacer el alcalde de Elche, aunque se arriesguen a multas de la Comisión Europea. O que no aceptarán el reparto de inmigrantes .

Foto: El líder de Vox, Santiago Abascal. (EFE/Rodrigo Jiménez)

"Prefiero estar imputado a sometido", responde una fuente autorizada de Bambú, que expone la encrucijada del PP: "Feijóo debe elegir entre el PSOE y las políticas pactadas en Bruselas o Vox". Génova responde: "Vox debe elegir entre el PP o Sánchez".

En lo que sí están de acuerdo PP y Vox es que lo que determinará su relación futura es el equilibrio de fuerzas tras las próximas generales, y por eso compiten por defender ante los votantes de la derecha quién da más utilidad a sus votos. Voces de Génova defienden la tesis de que Feijóo logrará un resultado óptimo de hasta 155 escaños, lo que le permitiría gobernar en solitario. Y consideran que si Vox tumba los presupuestos de las autonomías del PP será penalizado en las urnas "como le pasó en la Comunidad de Madrid con Ayuso".

En cambio, Vox está convencido de que ese escenario es un imposible, que su auge es imparable porque le guía el viento internacional de Trump y sus aliados europeos, y critican que Génova incurra en el mismo error del 23-J. "Si Vox baja del 12% no sumamos. O estamos por encima del 14% o el tercer diputado es para la izquierda y la suma no daría. Alguien tiene que explicárselo a Feijóo", responden en el núcleo duro de Abascal, donde aseguran que el líder de Génova está "muy nervioso" ante la posibilidad de que los barones del PP no logren sacar los presupuestos. "Su terror nocturno es que Sánchez lo logre y sus barones, no".

Vox ha cerrado el canal de comunicación discreto que mantenía con Génova a través del cual, como informó este diario, venían celebrando desde hace más de un año y medio reuniones periódicas fuera del radar con el objetivo de generar un espacio de "confianza" mutua. En la dirección de Santiago Abascal acusan al PP de instigar una campaña de ataques contra su formación para desestabilizarles y "presionar" en favor de un pacto presupuestario en las comunidades donde son decisivos.

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