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Sigue la guerra trans en el PSOE: piden que se elimine el LGTBIQ+ de algunas federaciones
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Un sector de las feministas

Sigue la guerra trans en el PSOE: piden que se elimine el LGTBIQ+ de algunas federaciones

El grupo de mujeres que frenó en Sevilla aceptar el Q+ recoge firmas y reclama a Ferraz que deje sin efecto la nomenclatura LGTBI+ y LGTBIQ+ que han asumido en sus congresos Madrid, Comunidad Valenciana y Canarias

Foto: La ministra de Igualdad, Ana Redondo, en una manifestación en favor de la Ley Trans. (Europa Press)
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, en una manifestación en favor de la Ley Trans. (Europa Press)
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Los rescoldos del choque entre una parte del feminismo y la comunidad LGTBI, que se produjo en el Congreso Federal del PSOE, siguen calientes. Ardiendo. El grupo de mujeres que se organizó en Sevilla para eliminar de la ponencia las referencias LGTBIQ y LGTBQ+ del texto de la ponencia y que vetó la participación de personas del "sexo masculino" (en referencia las mujeres trans) en competiciones deportivas para chicas —una decisión que acaba de tomar también Donald Trump— está recogiendo firmas para que ninguna de las federaciones socialistas se salga de este marco.

Dan este paso porque al menos en tres cónclaves autonómicos —Madrid, Canarias y la Comunidad Valenciana— se han aprobado resoluciones, que rebasan la denominación LGTBI del texto aprobado por el PSOE para asumir la Q, de la teoría 'queer', defensora de identidades sexuales ajenas a cualquier norma, y el + (plus), que amplía a las sensibilidades más minoritarias. Valencia y Madrid, que junto con Andalucía son las más mayoritarias, han apostado por LGTBI+; Canarias, por LGTBIQ+. Murcia, que todavía no ha celebrado su congreso, ya avanzó, a raíz de la polémica en Sevilla que acataban los acuerdos aprobados pero sin renunciar al "legítimo derecho de defender la incorporación de la Q+ en nuestra ponencia".

Fuentes socialistas confirman que, a través de los grupos internos igualdad, se están recabando apoyos para aclarar ante la dirección que "lo que se vota en un congreso federal debe ser respetado y ningún congreso regional puede modificarlo ni dejarlo sin validez". Se ha puesto en circulación un documento donde se pide a la Comisión Ejecutiva Federal que "corrija esas resoluciones y las declare nulas para mantener la coherencia y la unidad de acción política emanada de la voluntad inequívoca expresada por el plenario del Congreso Federal". El propósito es enviarlo este fin de semana a Ferraz y que la dirección lo debata el lunes.

En el texto recuerdan que los objetivos y los programas del PSOE son los que se fijan en su congreso, que su cumplimiento es fundamental para la unidad y que cualquier actuación contraria a los estatutos o las resoluciones federales podrá ser "corregida, suspendida o dejada sin efecto" por la Comisión Ejecutiva Federal.

Foto: Los ministros Ana Redondo y Fernando Grande-Marlaska, y el secretario de Políticas LGTBI del PSOE, Víctor Gutiérrez (EFE/Eugenia Morago)

El plenario del 41º Congreso Federal del PSOE, prosiguen, "rechazó expresamente la introducción del término Q+" en la referencia al colectivo LGTBI, y algunos congresos regionales lo han recogido "lo que supone una clara contradicción con las resoluciones federales" que "no complementa, sino que oposita" lo aprobado por el órgano soberano. Por estos motivos, reclaman a la dirección socialista que "declare nulas" las alusiones a LGTBI+ y LGTBIQ+, que se han introducido por ahora en las propuestas aprobadas en Madrid, Valencia y Canarias.

Frente a esta petición, otras fuentes del PSOE aseguran que "el federal mantiene la nomenclatura acordada en Sevilla, LGTBI". Y añaden que los congresos territoriales tienen "autonomía" para tomar sus propias decisiones porque "lo que se aprobó es no añadir el Q+, en ningún caso la prohibición de usarlo".

Foto: La ministra de Igualdad, Ana Redondo, durante uno de los actos del Congreso del PSOE en Sevilla. (EP / Joaquín Corchero)

El debate evidencia la cronificación de una ruptura que viene de lejos, desde la aprobación de la ley trans a instancias de Podemos, que consagró la autodeterminación de género, el cambio en el Registro Civil sin necesidad de una intervención quirúrgica, como se pedía hasta ese momento. Un grupo de feministas históricas del PSOE interpretaron que eso suponía el "borrado" de las mujeres. En el anterior congreso ya batallaron en contra de la ley y perdieron. En el último, en Sevilla, no se les vio venir, pero trabajaron durante semanas en las enmiendas, las enviaron a sus contactos en otras federaciones y lograron imponerse en la votación, en la comisión de Igualdad e inmediatamente después en el plenario.

Una cadena de fallos permitió que esto sucediera. El texto original de la ponencia política del congreso se limitaba a recoger las siglas LGBTI, que era el consenso del cónclave precedente, pero se mandó a Moncloa a una revisión y volvió a Ferraz con cambios para incluir también LGTBIQ y LGTBIQ+. El mismo término recogido de tres maneras distintas. Ya no hubo margen para correcciones y tampoco existió coordinación entre la secretaría de Igualdad, que entonces dirigía la ministra de esta misma área, Ana Redondo, y el responsable de Política LGTBI, Víctor Gutiérrez. Redondo fue sustituida en su cargo justo después de que una parte del feminismo le ganara la partida a la dirección al sacar adelante sus correcciones.

Pero la guerra no ha terminado y Ferraz deberá ahora discernir si pueden existir diferencias entre las resoluciones del Congreso Federal y las que se han aprobado en algunos cónclaves autonómicos. La dirección del PSOE ya se vio obligada a dar explicaciones tras la polémica en Sevilla y las críticas del colectivo LGTBI. "El sentir general de nuestra militancia y de nuestro electorado es el de garantizar los derechos de las personas trans, así como su protección ante las injusticias, las discriminaciones y los diferentes tipos de violencia que sufren a diario", indicaron fuentes del partido. Y precisaron que desde el Gobierno "garantizaremos siempre el derecho de las personas trans a participar y practicar deporte, ya sea profesional como amateur".

Los rescoldos del choque entre una parte del feminismo y la comunidad LGTBI, que se produjo en el Congreso Federal del PSOE, siguen calientes. Ardiendo. El grupo de mujeres que se organizó en Sevilla para eliminar de la ponencia las referencias LGTBIQ y LGTBQ+ del texto de la ponencia y que vetó la participación de personas del "sexo masculino" (en referencia las mujeres trans) en competiciones deportivas para chicas —una decisión que acaba de tomar también Donald Trump— está recogiendo firmas para que ninguna de las federaciones socialistas se salga de este marco.

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