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El juicio revela la conjura de Rubiales y sus leales en la RFEF para salvarse tras el beso a Hermoso
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El juicio revela la conjura de Rubiales y sus leales en la RFEF para salvarse tras el beso a Hermoso

Directivos acreditan la tensión interna para apagar la polémica con comunicados y un informe con respuestas escritas de antemano para exculpar al presidente del fútbol español

Foto: Luis Rubiales a su llegada a la Audiencia Nacional. EFE
Luis Rubiales a su llegada a la Audiencia Nacional. EFE
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'Operación salvar a Rubiales'. La segunda sesión del juicio al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por el beso a Jenni Hermoso acreditó la conjura del principal acusado y sus leales en la institución para silenciar la polémica y contrarrestar el relato de la jugadora. Varios de los testigos refirieron este martes en la Audiencia Nacional días de tensión, decisiones contra el reloj y momentos incómodos que incluyeron comunicados de urgencia. También la elaboración de un informe oficial que se filtró a la prensa para exculpar a Rubiales. Incluyeron en el documento testimonios de los implicados escritos de antemano por la guardia pretoriana del máximo responsable del fútbol español.

Rubiales se sienta en el banquillo de los acusados por un delito de agresión sexual y coacciones a la jugadora. Se enfrenta a una pena de dos años y medio de cárcel. Junto a él están procesados el ex seleccionador femenino Jorge Vilda, el exdirector deportivo de la selección Albert Luque y el que fuera responsable de Marketing Rubén Rivera. A estos tres se les pide un año y medio de prisión por participar en las presiones a la futbolista. Estos hechos motivaron que la FIFA habilitara temporalmente a Rubiales, que terminó dimitiendo en septiembre de 2023.

El primero en declarar este martes fue Miguel García Caba y su figura merece una breve introducción. Este es un directivo que llegó a la Federación Española en 2018 tras dos años en el Real Madrid y después de haber trabajado 12 años en La Liga de Javier Tebas, el enemigo número uno de Rubiales en las guerras cainitas del fútbol español. Después de que El Confidencial desvelase las presuntas irregularidades en la Federación en el caso Supercopa Files, García Caba protagonizó una operación para contraatacar a Tebas.

Según desveló El País, García Caba hizo llegar a la Liga que atravesaba un mal momento en la Federación y pidió trabajo a cambio de desvelar secretos de Rubiales. A esa cita acudió con una grabadora porque su verdadera intención era recabar testimonios con los que poder acusar a la Liga de estar detrás de las informaciones de El Confidencial.

Foto: Jenni Hermoso, en su visita a la Audiencia Nacional para declarar. (Reuters/Ana Beltrán)

No obtuvo ninguna evidencia de lo que buscaba, pero los audios de esta cita terminaron publicados la prensa afín a Rubiales. El todavía presidente de la Federación le premió por sus servicios con el puesto de responsable de Integridad de la institución. Este martes, García Caba acudió como testigo porque él fue el encargado de elaborar un informe que exculpaba a Rubiales de cualquier responsabilidad por el beso a Jennifer Hermoso. También de su actitud en el palco del estadio de Australia donde se llevó la mano a los genitales para celebrar la victoria en presencia de la reina Letizia y la infanta Sofía.

A preguntas de la fiscal, Marta Durántez, García Caba admitió que hizo ese informe en apenas “un día o día y medio” y que ni siquiera recabó el testimonio de Jennifer Hermoso, la afectada. “Si hubiera contado con el testimonio de la señora Hermoso, ya le garantizo que el informe habría sido totalmente contrario a lo que disponía”. A la fiscal le llamó la atención el hecho de que hiciera un informe sin el relato “de la testigo principal”. García Caba se justificó diciendo que le ofreció declarar en ese poco tiempo que tenía para hacer el informe y que respetó su derecho a no participar. La orden de hacer ese informe “urgente” se la dio el secretario general de la Federación, Andreu Camps, otro de los leales a Rubiales.

placeholder Llegada a la Audiencia Nacional del exdirector de Integridad de la RFEF Miguel García Caba. Europa Press
Llegada a la Audiencia Nacional del exdirector de Integridad de la RFEF Miguel García Caba. Europa Press

“¿Por qué tanta prisa?”, insistió la fiscal. García Caba respondió que “era un caso de una relevancia económica, social, deportiva…”. A la fiscal Durántez le sorprendió su respuesta y le repreguntó por qué había una motivación económica. “No ha sido, a lo mejor, el término más afortunado”, se desdijo García Caba. Este directivo dejó sus cargos de la Federación poco después de la dimisión de Rubiales, en septiembre de 2023. España ganó el mundial el 20 de agosto. Cuando se elaboró ese informe ya estaba convocada una Asamblea de la Federación el 25 de agosto, cinco días después del escándalo.

Rubiales se resistió a renunciar a su cargo a pesar de la ola de indignación que despertó su actitud en el mundial femenino. También pesaba sobre él la investigación judicial por corrupción a raiz de las exclusivas de este periódico. A pesar de ello, Rubiales protagonizó aquel discurso en la asamblea en la que repitió hasta en cuatro ocasiones la conocida frase “No voy a dimitir”. Pocos minutos antes de esas palabras, la Federación filtró a la prensa el informe de García Caba que exculpaba al presidente.

"No existió conducta que invite a concluir que se forzó, violentó o agredió", sentenció el documento. No incluyó la versión de ninguna de las jugadoras, pero sí la de Rubiales. El expresidente relató que el beso "fue un gesto mutuo, consentido por los dos y totalmente espontáneo por la alegría inmensa que da ganar un Mundial”. García Caba afirmó en su declaración de este martes que el informe no era exculpatorio.

La declaración de este martes de García Caba se produjo un día después del testimonio que prestó el lunes la jefa de prensa de la selección femenina de fútbol, Patricia Pérez. Contó que a ella le citaron el 23 de agosto para prestar declaración en la elaboración de ese informe interno, pero cuando llegó a la Federación le condujeron al despacho de Rubiales y no al departamento de Integridad. Se encontró con una “encerrona” en una sala con el presidente, su padre, un amigo personal, otros directivos y el actual seleccionador masculino, Luis de la Fuente.

Foto: Luis Rubiales, a su llegada este martes a la Audiencia Nacional. (EFE/Fernando Villar)

Pérez contó al tribunal que al llegar ya se habían encargado ellos de rellenar un documento con sus respuestas. Ella se rebeló y dijo eso no es lo que ella había vivido. Al final terminó firmando una declaración que, aunque matizaba la que ellos habían escrito, tampoco se adecuaba del todo a la realidad.

De la Fuente: "Yo fui para hablar de fútbol"

En su turno como testigo, el seleccionador De la Fuente contó que no cruzó ninguna palabra con Patricia Pérez ese día. Admitió que estuvo en la sede de la Federación, pero en un despacho contiguo: “Yo tenía prevista una reunión, me llaman para hablar 10 días antes de una convocatoria [para un partido de España] el 1 de septiembre. Yo fui para hablar de fútbol, lista de convocados, viajes, necesidades..”. La suya también fue una declaración con momentos de tensión. El entrenador se resistió a contestar preguntas sobre la asamblea en la que aplaudió el discurso de Rubiales en el que se negó a dimitir. El juez le recordó su obligación de responder, aunque no permitió a la fiscal abundar en ese episodio de la carrera de De la Fuente.

Este martes también declaró el que fuera responsable de Comunicación de la era Rubiales, Pablo García Cuervo. Al inicio de su declaración, la fiscal le recordó que en la fase de instrucción del caso dijo que tenía “animadversión” contra Jennifer Hermoso. García Cuervo explicó que su salida de la RFEF se produjo después de un texto firmado por las jugadoras pidiendo su marcha y la de otros integrantes de la guardia pretoriana de Rubiales tras lo sucedido en Australia.

García Cuervo fue la persona que redactó un primer comunicado de urgencia todavía en Australia para exculpar a Rubiales, que incluía unas declaraciones de Hermoso sin consultar previamente a la futbolista. Contó que fue “una sugerencia” del propio Rubiales. Se justificó diciendo que lo que hizo fue incluir unas declaraciones que Hermoso había hecho minutos antes a la Cadena Cope en el que quitaba hierro al beso “¿Y por qué no le pregunta a ella en lugar de tener unas declaraciones a la prensa?”, le preguntó la fiscal. García Cuervo alegó que habló con ella cuando pudo.

Hicieron bajar a la jugadora del autobús, le mostraron el texto y ella contestó que eso era lo último que iba a hacer y que hicieran lo que quisieran con el comunicado favorable a Rubiales, que acabó difundido a los medios. “Es verdad que ella bajó con desgana del autobús”, concedió el testigo sobre Hermoso, pero luego añadió que “si no quisiera, lo hubiera dicho”. García Cuervo explicó que la estrategia era frenar cuanto antes la polémica, que iba a más: “Queríamos tratar de frenar esa bola de nieve”.

placeholder El exdirector de Comunicación de la RFEF Pablo García Cuervo. Europa Press
El exdirector de Comunicación de la RFEF Pablo García Cuervo. Europa Press

Durante el interrogatorio le preguntaron también por la situación que se vivió en el avión de vuelta. El director de Comunicación admitió que se palpaba la tensión por las noticias que llegaban desde España y que surgió la idea que la jugadora grabase un vídeo junto a Rubiales para calmar la indignación.

“Yo lo que digo es que, como ya tenía atado su ok en el comunicado, yo no iba a hablar más con Jennifer Hermoso porque no me fío de Jennifer Hermoso porque podía cambiar su versión. Es una persona bastante influenciable y bastante manipulable”, dijo García Cuervo. Fue una tensa declaración en la que fue llamado al orden en varias ocasiones por el juez, quien le pidió que prescindiera de su “chulería”.

El abogado de Jennifer Hermoso le preguntó también por un comunicado que publicó la Federación el 26 de agosto en el que se acusaba a la jugadora de mentir. El testigo admitió que ese texto se lo mandó el secretario general, Andreu Camps, y que él pidió retirarlo porque “le hacía mucho daño a la Federación”. Camps fue otro de los directivos que abandonó la RFEF tras el escándalo y las exigencias de las jugadoras.

Foto: Luis Rubiales. (Reuters/RFEF)
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Enrique Yunta, era el subdirector de Comunicación de la RFEF y también declaró este martes. Él fue el encargado de citar a Patricia Pérez en la sede de la Federación de Las Rozas a petición de García Caba. Confirmó que este directivo le mandó un borrador para que se lo remitiese a Patricia Pérez en el que ya estaban escritas las respuestas. En ellas se decía que había hablado con Hermoso, un extremo que era falso. “Se quería ir rápido”, “yo ejecutaba órdenes”, se justificó Yunta. También confirmó que el día que se citó a Patricia Pérez, el seleccionador Luis de la Fuente estuvo presente.

La sesión la cerró el psicólogo de la selección, Javier López Vallejo, a quien también llamaron desde la RFEF para que participara en la elaboración del informe. Recordó que era un lugar con dos estancias y que había trasiego de gente. Confirmó que estaba Luis de la Fuente, pero no pudo recordar “dónde estaba exactamente”.

“Me dieron un borrador de informe, lo leyeron y el director de Integridad me dijo que añadiera o modificara”. En su caso, dijo que las respuestas previamente escritas eran coherentes con lo que él vivió, aunque también tuvo que modificar el contenido. Entre sus aportaciones al documento que exculpaba a Rubiales estaban frases como esta: “Considero que dicho beso, aunque poco edificante, es compatible con un simple acto de amistad, afecto, confianza mutua y efusividad”.

'Operación salvar a Rubiales'. La segunda sesión del juicio al expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por el beso a Jenni Hermoso acreditó la conjura del principal acusado y sus leales en la institución para silenciar la polémica y contrarrestar el relato de la jugadora. Varios de los testigos refirieron este martes en la Audiencia Nacional días de tensión, decisiones contra el reloj y momentos incómodos que incluyeron comunicados de urgencia. También la elaboración de un informe oficial que se filtró a la prensa para exculpar a Rubiales. Incluyeron en el documento testimonios de los implicados escritos de antemano por la guardia pretoriana del máximo responsable del fútbol español.

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