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Sánchez se queda sin su 'Gran Hermano' de las redes sociales para confrontar a Trump
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ESTRATEGIA DEL GOBIERNO

Sánchez se queda sin su 'Gran Hermano' de las redes sociales para confrontar a Trump

En el decreto ómnibus se encontraba la designación de la CNMC como controlador de las plataformas digitales, con capacidad para sancionar y acceder a los algoritmos que muestran recomendaciones y publicidad

Foto: Pedro Sánchez en la reunión anual del foro económico de Davos. (EFE/Michael Buholzer)
Pedro Sánchez en la reunión anual del foro económico de Davos. (EFE/Michael Buholzer)
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Pedro Sánchez enseñó sus cartas en el Foro Económico de Davos. Las redes sociales son el campo de batalla en el que se juega el presente y el futuro de la política y el presidente del Gobierno no quiere que escapen a su control. Un objetivo que hoy está algo más lejos, tras la derrota parlamentaria del PSOE en la convalidación del decreto ómnibus. Entre las medidas que recogía se encuentra la designación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) como Coordinador de Servicios Digitales, con la función de arbitrar y vigilar a las grandes plataformas digitales.

Esta medida pertenece al Plan de Acción por la Democracia impulsado desde Moncloa. Una amalgama de iniciativas que combinan la trasposición de normas europeas con medidas a iniciativa del presidente para elevar el control gubernamental de los medios y una mayor fiscalización sobre las redes sociales. En el apartado de acciones para promocionar "una mayor calidad del debate público" se encuentra la reforma de la CNMC para que cuente con competencias en materia de servicios digitales y medios de comunicación.

Una suerte de 'Gran Hermano' de las redes sociales y las plataformas digitales respaldado desde la Unión Europea. Estos coordinadores de servicios digitales son una figura alumbrada por el Reglamento europeo de servicios digitales (Digital Services Act), que debería estar en vigor en España desde febrero de 2024. De hecho, la UE envió un ultimátum que dispensaba a España hasta el 16 de febrero para subsanar el incumplimiento. En caso contrario, la Comisión puede acudir al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.

Sanciones, multas y acceso a algoritmos

Esta norma, según el Ministerio de Transformación Digital, dotaría a la CNMC de facultades de "supervisión, investigación y sanción sobre los prestadores de servicios establecidos en España". Asumiría la capacidad de "solicitar el acceso a los datos y sistemas algorítmicos de moderación y recomendación de contenidos y publicidad, ordenar inspecciones e imponer multas".

Las grandes plataformas y motores de búsqueda (como Google) deberán facilitar cuando lo solicite la CNCM "su organización, funcionamiento, sistema informático, algoritmos, gestión de datos y conducta empresarial". Las sanciones previstas en el ómnibus alcanzaban los 600.000 euros y la prohibición de actuar en España dos años en el caso de las infracciones muy graves.

Foto: El portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López (Europa Press/Fernando Sánchez)

En el Plan de Acción por la Democracia, el área de Presidencia argumenta que es necesaria la exigencia de "una mayor rendición de cuenta por parte de las plataformas en línea para evitar la propagación de desinformación". "La naturaleza y el contenido de los mensajes y las informaciones, las plataformas y los canales por los que se difunden (medios convencionales, redes sociales, servicios de mensajería), la comisión de delitos de odio a través de estos canales, el anonimato o los límites de acceso para impedir la repetición de ciertos delitos forman parte de las cuestiones a abordar próximamente con el fin de proteger y mejorar el debate público", añade.

La recuperación de estas medidas podría incluirse en el nuevo decreto ómnibus con el que el Gobierno busca poner entre la espada y la pared a Junts y, sobre todo, al Partido Popular. Sánchez ha dejado entrever en unas declaraciones en la Feria Internacional de Turismo que no se emitirán decretos en solitario, y que se formulará un nuevo decreto ómnibus "con el escudo social que necesita nuestro país".

Un pulso digital con Donald Trump

El presidente del Gobierno sabe que la batalla de las ideas se libra más allá de las fronteras españolas, y su discurso en Davos en defensa de la intervención de la Unión Europea para regular y sancionar a las redes sociales es toda una declaración de principios. Lo hace en el momento justo en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se rodea de magnates en este ámbito que avanzan en la dirección contraria: más libertad, menos censura y eliminar a los verificadores.

En Davos, Sánchez afirmó que "las redes sociales están erosionando nuestras democracias fomentando la desinformación", y cargó de manera indirecta contra Elon Musk y los nuevos aliados de Trump en Silicon Valley: "Un pequeño grupo de tecno-billonarios que ya no se conforman con ostentar un poder económico casi total: ahora también ambicionan el poder político de una forma que está socavando nuestras instituciones democráticas". Entre las propuestas que llevará a Europa se encuentran acabar con el anonimato en las redes sociales, influir en los algoritmos para moderar contenidos y reforzar las capacidades de sanción de los estados.

placeholder Donald Trump se dirige al Foro de Davos. (EFE/Michael Buholzer)
Donald Trump se dirige al Foro de Davos. (EFE/Michael Buholzer)

"El propietario de un pequeño restaurante es responsable si su comida envenena a los clientes. Los magnates de las redes sociales deben responder si sus algoritmos envenenan a nuestra sociedad", señaló en este sentido. Recordó que la mayor multa a una tecnológica de la Comisión Europea fue del 0,6% de sus beneficios anuales.

En este pulso digital, Sánchez se comporta como el boxeador que tiene enfrente a un rival de gran pegada que te puede noquear de un solo golpe (Trump): mantiene la distancia y lanza jabs sin dejar de moverse por el ring. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha cambiado el terreno de juego. La capacidad de influencia global de Estados Unidos puede dar la vuelta a la agenda cultural que ha impregnado Occidente los últimos años: la Agenda 2030, la sostenibilidad, la ideología de género o el movimiento woke han sido bandera durante años en EEUU.

El presidente español, que fue el único líder internacional con un pin de la Agenda 2030 en la solapa de su americana, se erige como el último superviviente socialdemócrata del continente europeo con un discurso fabricado en Moncloa que es claro: ultraderecha o democracia, y bajo este relato la democracia pasa por aumentar el control del Gobierno sobre la prensa, los medios, las redes y la justicia.

Pedro Sánchez enseñó sus cartas en el Foro Económico de Davos. Las redes sociales son el campo de batalla en el que se juega el presente y el futuro de la política y el presidente del Gobierno no quiere que escapen a su control. Un objetivo que hoy está algo más lejos, tras la derrota parlamentaria del PSOE en la convalidación del decreto ómnibus. Entre las medidas que recogía se encuentra la designación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) como Coordinador de Servicios Digitales, con la función de arbitrar y vigilar a las grandes plataformas digitales.

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