Podemos y Sumar evitan condenar el traslado de niños ucranianos a campos de 'rusificación'
Irene Montero y los eurodiputados de EH Bildu y Sumar han votado en el mismo sentido que representantes de la derecha radical prorrusa y no han apoyado una resolución para condenar los crímenes del dictador bielorruso Lukashenko
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Irene Montero defendía esta semana en el Parlamento Europeo que era necesario un "esfuerzo" para "garantizar la soberanía del pueblo palestino", "el fin de la ocupación" y que Israel no lleve a cabo "su proyecto genocida y de exterminio". Un "esfuerzo" que no pide para garantizar la soberanía del pueblo ucraniano, el fin de la ocupación rusa y para que Vladímir Putin acabe con su proyecto de exterminio y crímenes contra la humanidad. La eurodiputada de Podemos no ha votado a favor de una resolución aprobada esta semana en la Eurocámara para condenar las violaciones de derechos humanos y el tráfico ilegal de niños ucranianos a campos de 'rusificación' perpetrados por el dictador bielorruso, Aleksandr Lukashenko, uno de los mayores aliados de Putin.
De los 57 eurodiputados españoles presentes en la votación, solo 4 no han votado a favor de esta resolución y se han abstenido; Irene Montero; su compañera de Podemos, Clara Serra; la eurodiputada de Sumar, Estrella Galán; y el eurodiputado de EH Bildu, Pernando Barrena. Todos ellos forman parte del grupo europarlamentario de izquierda radical 'The Left'. Sin embargo, no todo el grupo ha mantenido la misma posición: 18 han votado a favor y 21 (entre los que se encuentran los cuatro españoles) se han abstenido.
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En el punto 18 de la resolución, que no han apoyado, Europa denuncia el "traslado ilegal de varios miles de niños, incluidos huérfanos, de zonas de Ucrania ocupadas por Rusia a los denominados 'campos recreativos' en Bielorrusia, donde son sometidos a una rusificación y adoctrinamiento". Como denuncia la UE, se trata de "campos de reeducación para el adoctrinamiento político y la militarización". Bruselas también "condena enérgicamente la participación de la Cruz Roja de Bielorrusia en la deportación ilegal de niños ucranianos".
Montero, Serra, Galán y Barrena han votado en el mismo sentido que representantes de la derecha radical, como los eurodiputados de la AfD alemana o los húngaros cercanos a Putin del grupo Patriots. Este grupo, del que forma parte Vox, ha votado mayoritariamente a favor de la resolución (incluidos los eurodiputados de la formación de Santiago Abascal). También han apoyado la resolución los populares, socialistas, el ECR de Giorgia Meloni y los liberales de Renew.
Treinta años de dictadura
Mientras Sumar se vuelca junto a su socio de Gobierno, el PSOE, en los actos en conmemoración de la muerte del dictador Francisco Franco, hace 50 años, se opone a condenar el régimen dictatorial de Lukashenko en Bielorrusia, vigente desde hace treinta años. El régimen de Lukashenko se ha caracterizado por la represión sistemática de opositores y disidentes políticos, incluyendo la desaparición de voces críticas. Este domingo, 26 de enero, se celebran unas elecciones presidenciales que desde Bruselas tachan de "fraudulentas", como ya ocurriera en 2020.
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En la misma resolución, el Parlamento Europeo explica que según el Centro de Derechos Humanos Viasna, más de 1.250 presos políticos siguen detenidos en Bielorrusia en "condiciones que ponen en peligro sus vidas". Varios presos políticos han muerto cuando se hallaban retenidos (solo en 2024 fallecieron cuatro). Desde el verano de 2020, se ha reconocido a 3.697 personas como presos políticos, y, el año pasado, se documentaron 8.800 casos de persecución por motivos políticos.
Respecto a los medios de comunicación, el régimen bielorruso emplea "leyes contra el extremismo" para dificultar su labor, calificando a la mayor parte de la prensa independiente como "extremista". Su régimen ha detenido a 45 periodistas y ha provocado el exilio de unos 400, como denuncia la UE. En los últimos años, más de medio millón de bielorrusos han abandonado el país por la represión del régimen, que ha condenado a muerte a más de 250 personas. Es el único país de Europa y Asia Central que mantiene la pena de muerte. Lukashenko es un aliado fundamental de Putin en su guerra contra Ucrania, ya que proporciona acceso a sus tropas en territorio bielorruso para atacar el país de Zelenski.
Condena a Lukashenko
Además de condenar el tráfico ilegal de niños, en la resolución que no han apoyado Podemos, Sumar y EH Bildu se insiste desde Europa en no reconocer al dictador como ganador de las elecciones de 2020 y, por tanto, como presidente legítimo de Bielorrusia. Denuncia también la falta de libertad, equidad y transparencia en las próximas elecciones y las "graves violaciones de los derechos humanos y principios democráticos" en el país. A su vez, se solicita formalmente a las autoridades bielorrusas que respeten los derechos de los detenidos.
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La resolución condena la complicidad de Lukashenko con Putin en la guerra de Ucrania e insta a endurecer las sanciones contra las personas y entidades responsables de la represión en Bielorrusia (por ejemplo, congelando los activos de los dirigentes bielorrusos). Finalmente, se pide a Bielorrusia que conmute las penas de muerte y avance en su abolición permanente.
Estas son, en resumen, las propuestas que los eurodiputados de Podemos, Sumar y EH Bildu no han votado a favor en el Parlamento Europeo.
Irene Montero defendía esta semana en el Parlamento Europeo que era necesario un "esfuerzo" para "garantizar la soberanía del pueblo palestino", "el fin de la ocupación" y que Israel no lleve a cabo "su proyecto genocida y de exterminio". Un "esfuerzo" que no pide para garantizar la soberanía del pueblo ucraniano, el fin de la ocupación rusa y para que Vladímir Putin acabe con su proyecto de exterminio y crímenes contra la humanidad. La eurodiputada de Podemos no ha votado a favor de una resolución aprobada esta semana en la Eurocámara para condenar las violaciones de derechos humanos y el tráfico ilegal de niños ucranianos a campos de 'rusificación' perpetrados por el dictador bielorruso, Aleksandr Lukashenko, uno de los mayores aliados de Putin.