El PP acusa al PNV de financiación irregular y amenaza con llevarles a los tribunales
Las relaciones entre ambos partidos saltan por los aires. Génova da por perdido a los de Ortuzar y Feijóo ordena atacar: "Se deben únicamente al sanchismo. Es imposible hablar con quien no quiere hablar"
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PP y PNV han emprendido un camino de no retorno. La desconfianza ya era total, pero en este momento se sitúan en posiciones prácticamente irreconciliables. La agresividad entre sus portavoces en el Congreso es el mejor termómetro de su relación. Y los puñales vuelan. Génova acusa a los nacionalistas de ser "el primer partido sanchista", ubicado siempre con la izquierda, mientras que desde Sabin Etxea recriminan a los de Feijóo no haber "superado" aún su fracaso en la investidura al no contar con sus votos. El PP se revuelve: "No nos dan lecciones".
El detonante de la ruptura ha sido el traspaso del palacete de París que es sede del Instituto Cervantes y que el Gobierno de España acaba de entregar al PNV en virtud de la Ley de Memoria Democrática. El edificio, adquirido en 1936 por militantes nacionalistas que ejercieron como testaferros para evitar precisamente que el patrimonio fuera requisado, como había ocurrido antes durante la dictadura de Primo de Rivera, fue confiscado en 1940 por la Gestapo, durante la ocupación nazi, y entregado al régimen franquista. Una decisión que años después avalaría la Justicia francesa, a requerimiento del propio Franco. En 2003, el Tribunal Supremo rechazó la petición del PNV y decretó que el inmueble pertenecía al patrimonio del Estado.
El PP justificó ayer en gran medida su rechazo al decreto ómnibus, que incluía la subida de las pensiones y la extensión de las ayudas al transporte, en ese "regalo" de Sánchez al PNV, incluido en el texto. Los populares acusan a los nacionalistas de lograr una vía de financiación irregular por esta "rastrera" cesión, ya que, a su juicio, no tiene base histórica. Y amenazan con llevarlo a los tribunales. "Se puede impugnar perfectamente. Jurídicamente no se sostiene", agregan en la dirección.
Según el decreto del Ejecutivo, que ayer decayó con el voto en contra del PP, Vox y Junts, el Estado deberá pagar un alquiler por seguir utilizando las instalaciones hasta finales de 2030. Para el PP, esto atenta directamente contra la Ley de Financiación de Partidos Políticos y supone "dopar" al PNV frente al resto de formaciones.
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Para Sabin Etxea, la posición del PP constituye toda una declaración de guerra por tratarse de una de sus reivindicaciones más simbólicas desde hace décadas. Pero los populares consideran que no hay vuelta atrás. En Génova aseguran estar "hartos" de las "lecciones" de un partido "abonado al sanchismo" y dan por imposible reconstruir los puentes. Y asumen también los riesgos de esa operación.
En la cúpula admiten que, hoy por hoy, la única tabla de salvación para llegar a la Moncloa tras unas hipotéticas elecciones pasa por la mano de Vox. "Es la única vía", agregan. Feijóo ha tirado la toalla con el PNV y ha activado un ataque frontal para escarbar en su electorado ideológicamente más conservador. Este jueves, el líder del PP endureció las críticas al partido nacionalista vasco, que ubicó como "un satélite más del PSOE". "Mientras sea su socio estratégico en Euskadi y en Madrid, se deberá únicamente al sanchismo. Es imposible hablar con alquien que no quiere hablar", lanzó.
Feijóo ha encargado a su portavoz parlamentario, Miguel Tellado, la ofensiva contra los peneuvistas. El martes tachó al PNV de ser un partido "aprovechategui" con un comportamiento "asqueroso" y "miserable". "Me da la sensación de que el PNV cree que el País Vasco es de ellos (...). Es miserable y es asqueroso. Tantas lecciones que ha querido dar el PNV y condicionaba la gobernabilidad de España para eso, para hacer negocio, con un edificio que era público hasta hoy. Es miserable, es lamentable", se explayó en una rueda de prensa. Este miércoles, el PNV le llamó "sinvergüenza" y le acusó de tomar posiciones "neofascistas".
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Momentos antes de que el Congreso tumbara el decreto ómnibus, fuentes nacionalistas avanzaron a El Confidencial que la cesión de titularidad del inmueble sito en el número 11 de la Avenida Marceau, ya se había "consumado". El decreto entró en vigor el pasado 24 de diciembre, tras su publicación en el BOE, y según el PNV su derogación "no anula los efectos" producidos durante su vigencia. "La transmisión ya ha sido establecida en la ley (ope legis) y es un acto que ya se ha perfeccionado (completado)", recalcaron las fuentes.
"Pueden registrar lo que les dé la gana. Es patrimonio del Estado", contestó Tellado en declaraciones a los periodistas al término del Pleno. "Esperemos que el PNV no pretenda convertirse en okupas", reiteró después en la diputación permanente. "El okupa es el Estado español", respondieron los nacionalistas vascos, que insisten en que este edificio fue objeto de negociación con los gobiernos de Rajoy de Aznar. Génova lo niega. La batalla entre PP y PNV amenaza con escalar a los tribunales.
PP y PNV han emprendido un camino de no retorno. La desconfianza ya era total, pero en este momento se sitúan en posiciones prácticamente irreconciliables. La agresividad entre sus portavoces en el Congreso es el mejor termómetro de su relación. Y los puñales vuelan. Génova acusa a los nacionalistas de ser "el primer partido sanchista", ubicado siempre con la izquierda, mientras que desde Sabin Etxea recriminan a los de Feijóo no haber "superado" aún su fracaso en la investidura al no contar con sus votos. El PP se revuelve: "No nos dan lecciones".