Las cúpulas de PP y Vox se reúnen en secreto desde 2023 para ganar "confianza" mutua
Tras el fiasco del 23-J, Feijóo y Abascal pactaron abrir un canal permanente de diálogo reservado a través de sus fundaciones. Las reuniones son "frecuentes", aunque sin avances tras la ruptura de los gobiernos autonómicos
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Lejos del ruido ensordecedor del día a día de la política nacional, las cúpulas del PP y Vox mantienen abierta una vía de comunicación reservada desde hace meses que les está permitiendo estrechar relaciones y ganar "confianza" mutua para el futuro. Según confirman fuentes de ambas formaciones, las reuniones tienen lugar con "bastante frecuencia" y en ellas participan asesores estrechos de Alberto Núñez Feijóo y de Santiago Abascal. La última cita fue el pasado 12 de diciembre en un restaurante de la capital, si bien estos encuentros privados se remontan desde el año 2023.
Feijóo autorizó a sus hombres de confianza a entablar una conversación "sincera" y de "luces largas" con Vox tras el fiasco electoral de las elecciones generales. Se estrenaba así un canal de largo alcance, más allá de los contactos personales y las negociaciones formales en torno a los gobiernos autonómicos y ayuntamientos. Abascal estuvo de acuerdo. El compromiso fue que las conversaciones, a las que se han ido sumando diversos dirigentes, debían discurrir en la más absoluta discreción. Los dos presidentes debían quedar al margen.
El líder nacional del PP, reacio hasta entonces a pactar con Vox, comprendió que debía generar espacios de entendimiento con su rival de la derecha. Iban a gobernar seis comunidades autónomas y decenas de ayuntamientos. Y no podían descartar ir más allá. Por mucho que la estrategia de partida fuera la de gobernar en solitario, las encuestas son tozudas y mantienen a Vox en una posición sólida y en recuperación. La única opción real de alternativa a Pedro Sánchez pasa por la suma de ambos.
El nexo original de unión está en la relación de amistad política que mantienen los directores de las fundaciones de PP y Vox, Pablo Vázquez (Reformismo 21) y Jorge Martín Frías (Disenso), quienes colaboraron durante años en la FAES de José María Aznar. Feijóo decidió aprovechar esa afinidad entre Vázquez, hombre al que ha confiado la estrategia a largo plazo, y Frías, que fue colaborador de Esperanza Aguirre en el PP de Madrid y es eurodiputado y 'sherpa' internacional de Abascal.
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En el "arranque" de las conversaciones formales estuvo Elías Bendodo, relegado en noviembre de 2023 en el organigrama de Génova. El líder gallego encargó finalmente a su mano derecha, Miguel Tellado, actuar de enlace político con Vox. Ambos, por cierto, fueron a ver a Iván Espinosa de los Monteros tras su salida de Vox.
En el otro lado de la mesa, sentado junto con el director de Disenso, ha estado desde el inicio Kiko Méndez Monasterio, consejero áulico del presidente de Vox. Él dirigió la negociación en la sombra con Tellado de los pactos de gobiernos territoriales. Ambas partes destacan el ambiente de "cordialidad" que ha reinado siempre.
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Pero la ruptura en julio en las comunidades autónomas lo embarró todo y desde entonces no ha habido "avances". Vox salió de los gobiernos por su rechazo a que los barones del PP aceptaran entrar en el reparto de menores extranjeros procedentes de Canarias. Es su línea roja para retomar las negociaciones.
Tellado ha pedido a Vox que afloje la presión y ayude a la gobernabilidad, pero su petición ha caído en saco roto por el momento. Porque en las últimas semanas se han cruzado mensajes de distensión, sobre todo en Aragón, Comunidad Valenciana y Murcia, donde sí se va a explorar un acuerdo presupuestario. Está descartado en Castilla y León, donde Mañueco afronta el último año del mandato, así como en Extremadura, donde las relaciones con María Guardiola son pésimas. La política lingüística es el gran baldón para acordar con Vox en Baleares pero no es improbable.
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A la última reunión de diciembre, adelantada por Okdiario, se sumó Ester Muñoz, vicesecretaria de Sanidad y Educación y un activo al alza en Génova. Vox sentó en la mesa a José María Figaredo, secretario general del grupo en el Congreso. En la dirección nacional defienden que el perfil combativo de Muñoz contra el Gobierno y su "sensibilidad personal y política" con "muchos cuadros de Vox" a los que conoce desde Nuevas Generaciones, facilita esa aproximación. "Ester entra porque, aunque las conversaciones van bien, no hay resultados y puede abrir nuevas vías para desencallarlas", afirman.
Desde Génova definen la actual relación con Vox como de "calma tensa". Los reproches son mutuos. El PP trasmite su "frustración" por la dureza con la que Vox les ataca en lugar de centrarse en combatir a Sánchez. "Hacen oposición a la oposición", suele repetir Feijóo cada vez que se le pregunta por Abascal. Su estrategia comunicativa es la de no entrar al trapo.
Génova empieza a lanzar mensajes posibilistas: "Hay cuestiones que no compartimos, pero estamos más cerca de ellos que del PSOE"
Fuentes próximas a Abascal denuncian que muchos cuadros dirigentes del PP siguen "demonizando" a su partido y recriminan a Feijóo que "su primera opción es pactar con el PSOE", en alusión a su acuerdo para renovar el Poder Judicial o su apoyo este miércoles al decreto de pensiones. El auge de las derechas internacionales, y la hostilidad que enfrenta al Partido Popular Europeo con el grupo de Patriotas, presidido por Abascal, tampoco ayuda en el terreno nacional. "Mientras el PP nos demonice, el acuerdo es imposible. Vuelven a repetir el error de 2023, así no sumamos", insisten en Vox.
Con todo, en la dirección de Génova sí han empezado a lanzar mensajes posibilistas: "Hay determinadas cuestiones de política institucional o asuntos como el de la inmigración que no compartimos, pero estamos más cerca de ellos que del PSOE", resume un portavoz. "No hay socio más incómodo que el independentismo y Bildu. No hay complejo en hablar y acordar con el que está cerca, y Vox lo está", añaden estas fuentes oficiales. "El problema de España no es Abascal, es Sánchez", concluyen.
"Ellos pensaban que nos habíamos suicidado al salir de los gobiernos, pero ha pasado lo contrario. Fue un acierto, la inmigración emerge como problema y la victoria de Trump y el ascenso internacional de Santiago como presidente de Patriots nos ha dado la razón", insisten desde la sede de Bambú, donde sí aprecian un cambio de actitud en los populares, que sitúan en "octubre o noviembre". La tragedia de la DANA ha acentuado esta tendencia.
Tres reuniones entre Feijóo y Abascal
Feijóo y Abascal se mantienen al margen de estos contactos. Su relación personal es escasa pero "cordial" y se limita a algunos mensajes personales, más allá de algunos encuentros informales que han tenido lugar en los pasillos del Congreso. Apenas han trascendido tres reuniones entre ambos, aunque solo una ha sido pública. El primer encuentro formal tuvo lugar en septiembre de 2022 dentro de la ronda general que hizo el gallego después de su aterrizaje en Génova. A pesar de haber compartido militancia durante años, no se conocían. Ese primer encuentro tuvo carácter privado y se celebró en un hotel de Madrid.
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La segunda cita, también sin fotógrafos, se celebró después del 23-J con el objetivo de analizar el crudo escenario postelectoral pese a la victoria del PP. No sumaban, pero aún así Feijóo intentó la investidura con el apoyo de Abascal. La esperada fotografía conjunta llegó a finales de septiembre en una sala del Congreso. Los dos líderes exhibieron sintonía y constataron las "coincidencias" entre ambos partidos aunque no fue suficiente para evitar la investidura de Pedro Sánchez.
Lejos del ruido ensordecedor del día a día de la política nacional, las cúpulas del PP y Vox mantienen abierta una vía de comunicación reservada desde hace meses que les está permitiendo estrechar relaciones y ganar "confianza" mutua para el futuro. Según confirman fuentes de ambas formaciones, las reuniones tienen lugar con "bastante frecuencia" y en ellas participan asesores estrechos de Alberto Núñez Feijóo y de Santiago Abascal. La última cita fue el pasado 12 de diciembre en un restaurante de la capital, si bien estos encuentros privados se remontan desde el año 2023.