Los sectores críticos del PP se alinean con Génova y avalan la presión a Junts "para tumbar a Sánchez"
En el PP de Cataluña y de Madrid evitan hacer oposición interna a los guiños de Feijóo a Puigdemont para una hipotética moción de censura "sin cesiones", que también apoyaría Vox: "El cambio solo es posible uniendo los votos"
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F34e%2F55f%2Fcf0%2F34e55fcf09206012c26860e226556faa.jpg)
Todos miran a Carles Puigdemont. PSOE y Junts afrontan su peor crisis, y Feijóo se ha puesto en guardia. En los últimos días, el líder del PP ha multiplicado los guiños públicos al independentismo catalán para que abandone a Sánchez y se sume a una moción de censura condicionada a la convocatoria inmediata de elecciones, una puerta abierta que Jordi Turull, secretario general de los neoconvergentes, se apresuró a cerrar. Pero Génova cree que el camino se hace al andar, y se ha asegurado de poner los mimbres ante la "imprevisible" respuesta de Junts a Moncloa, que se niega a tramitar en el Congreso su propuesta para que Sánchez se someta a una cuestión de confianza.
La dirección del PP perfila esa estrategia con Junts sin aparente oposición interna. En los últimos meses, Génova ha dado un giro decidido a su estrategia con el partido de Carles Puigdemont, hasta el punto de suscribir acuerdos parlamentarios —de índole económica— para boicotear de la mano al Gobierno y exhibir públicamente sintonía en ciertas materias. Ese acercamiento resucitó los recelos en importantes sectores del partido, normalmente encuadrados en el ala más conservadora de la formación, que advertían en público y en privado de los "riesgos" de la operación. Pero algo se ha movido en los últimos días.
Aunque la alarma se activó también en territorios como Aragón o Murcia, las voces más críticas con el flirteo del PP con Junts se ubicaban, sobre todo, en Madrid y Cataluña. El líder del PP catalán, Alejandro Fernández, nunca ha escondido sus objeciones a la política de aproximación al partido de Puigdemont, al que considera "material tóxico". "Todo el mundo que se ha acercado a él, ha salido quemado", apuntó en una entrevista a Europa Press a finales de diciembre. Es el mismo discurso que ha entonado hasta la fecha la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. "Yo al nacionalismo lo quiero muy lejos", apuntó hace un mes.
Pero, en la última semana, el debate sobre una hipotética moción de censura ha vuelto a arreciar con fuerza en las filas del PP. Y esta vez Feijóo ha logrado mantener a raya el ruido interno. El lunes, durante una entrevista en Onda Cero, el líder del PP animó de forma nítida a la formación independentista a sumarse a una hipotética moción de censura por los "engaños" de Sánchez. Y el martes, Feijóo dio un paso más abriéndose a un "diálogo" con Junts para convocar elecciones.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Ffb1%2Ffc4%2Ff98%2Ffb1fc4f988aa3cc1f33dab467710a7c7.jpg)
El PP catalán se sumó al llamamiento del líder del partido a la formación independentista, y su portavoz, Juan Fernández, aseguró públicamente que estaría "encantado" de aceptar ese apoyo para desalojar a Sánchez. El cambio de tono también se notó en la Puerta del Sol. "A veces ocurre que cuando uno va a votar, resulta que con partidos que no tiene nada que ver coincide en votaciones", afirmó Ayuso este miércoles.
La dirigente se desvinculó de posibles conversaciones a nivel nacional, pero evitó hacer frente a la mano tendida de Feijóo a Junts para tratar de poner fin a la legislatura. Un día antes, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, avaló la posibilidad de una moción de censura con el voto de Junts. "¿Qué más dan las fotos? Aquí lo que importa es que este Gobierno nos está llevando a acabar con la división de poderes", afirmó. "Vox está dispuesto. Ahora lo que hace falta es Junts".
Distintas fuentes del PP encuadradas en los sectores más críticos al acercamiento a Junts explican que, en los últimos días, ha ganado peso una "nueva tesis" en el partido por dos detonantes. Primero, porque Santiago Abascal, líder de Vox, ratificó el domingo en una entrevista para OkDiario que estaría dispuesto a votar junto a Junts una moción de censura siempre y cuándo no hubiese prebendas para el independentismo y sirviese para convocar elecciones inmediatas.
"Es una idea pragmática que está en la cabeza de muchos. La aritmética es la que es. Esa coincidencia coyuntural con Junts tendría un buen fin para España, que es tumbar al Gobierno de Sánchez", apunta un dirigente del PP catalán. "Al final, o sigue Sánchez y este esperpento o hacemos un cambio. Y el cambio hoy por hoy solo es posible uniendo los votos", admiten otras fuentes populares.
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F7a7%2F84e%2Fba5%2F7a784eba5f35e89f5a73d303adf4a587.jpg)
El otro gran detonante ha sido el registro de la denominada "ley Begoña", una reforma con la que el PSOE podría forzar el cierre de casos como el que afecta a la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, y que ha despertado una enorme "preocupación" en las filas del PP por la deriva "antidemocrática" de Sánchez, al que el propio Feijóo ha comparado con Franco o con Maduro. "Día a día la situación es peor. Todo debe tener un límite. Los únicos que han puesto encima de la mesa una cuestión de confianza ha sido Junts. El primer objetivo debe ser que Sánchez deje de gobernar, pero sin renunciar nunca a nuestros principios", reflexiona otro dirigente popular del sector crítico.
Con todo, las mismas fuentes advierten que Feijóo debe ir con pies de plomo y medir bien los pasos con Junts, un partido que es "una auténtica calamidad", que "no son de fiar" y, sobre todo, "son muy poco previsibles". Desde Génova también vienen calmando los ánimos de los sectores más reticentes. "No va a haber cesiones", repiten.
Feijóo ha dejado las "puertas abiertas" a Puigdemont, pero no tomará la iniciativa ni promoverá una moción de censura sin tener atados los apoyos. Tampoco Junts parece dispuesto a sumarse a una entente en la que también participaría Vox. Pero el hartazgo con Sánchez y su intención de permanecer en la Moncloa "a cualquier precio" ha llevado al PP a asumir la idea de que toda opción de acortar su mandato pasa por un partido tan incómodo como Junts. Génova vigilará de cerca sus movimientos. Nadie se atreve a pronosticar el alcance de la ruptura del líder independentista con Sánchez. "Viniendo de él, se puede esperar cualquier cosa".
Todos miran a Carles Puigdemont. PSOE y Junts afrontan su peor crisis, y Feijóo se ha puesto en guardia. En los últimos días, el líder del PP ha multiplicado los guiños públicos al independentismo catalán para que abandone a Sánchez y se sume a una moción de censura condicionada a la convocatoria inmediata de elecciones, una puerta abierta que Jordi Turull, secretario general de los neoconvergentes, se apresuró a cerrar. Pero Génova cree que el camino se hace al andar, y se ha asegurado de poner los mimbres ante la "imprevisible" respuesta de Junts a Moncloa, que se niega a tramitar en el Congreso su propuesta para que Sánchez se someta a una cuestión de confianza.