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El PSOE aplaza la decisión sobre la cuestión de confianza de Puigdemont en la Mesa del Congreso
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Crisis con Junts

El PSOE aplaza la decisión sobre la cuestión de confianza de Puigdemont en la Mesa del Congreso

El Gobierno ha mandado en las últimas horas mensajes de que no tramitarían la proposición de ley pero ahora la dejan en el cajón. Fuentes parlamentarias defienden que "no hay prisa". Los socialistas evitan así una ruptura ya con Junts

Foto: El presidente de Junts, Carles Puigdemont. (Europa Press/Eric Lalmand)
El presidente de Junts, Carles Puigdemont. (Europa Press/Eric Lalmand)
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Patada hacia delante. La relación entre el Gobierno y Carles Puigdemont no se romperá aún por la petición de que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza. Los socialistas han decidido no calificar la proposición no de ley de Junts en la reunión de este jueves en la Mesa del Congreso y con este paso consiguen ganar tiempo.

A pesar de los últimos mensajes del Ejecutivo, en los que públicamente ha transmitido su rechazo a su tramitación, la iniciativa se mantiene guardada en un cajón, a la espera de encontrar una salida que no conduzca a la ruptura definitiva con Junts.

Fuentes parlamentarias reiteran que "no hay prisa" y que la propuesta "se deja en estudio porque podría generar posibles precedentes". Hay que recordar que el pasado mes de diciembre los letrados de la Cámara no apreciaron ningún obstáculo legal para debatir la propuesta en el pleno. A través de un informe, explicaron que, al tratarse de una proposición no de ley, carecía de "impacto jurídico alguno en la relación de confianza existente entre el Poder Legislativo y el Ejecutivo". Aunque también dejaron la puerta abierta a que se frenara su trámite porque la prerrogativa de presentar una moción de confianza corresponde sólo al presidente del Gobierno.

Las mismas fuentes aclaran que la decisión de aplazar la calificación no tiene "efectos prácticos", porque el cupo de Junts para introducir propuestas en el pleno no toca "hasta mediados o finales de febrero". Y afirman que este nuevo retraso "no ha generado un conflicto" con el grupo parlamentario de Junts porque, insisten, "no había ninguna obligación de decidirlo hoy".

Foto: La presidenta del Congreso, Francina Armengol, en el hemiciclo. (Fernando Sánchez / Europa Press)

En las últimas horas los socialistas han mantenido abiertos en todo momento los canales con Junts. Sumar también ha ejercido de mediador entre los dos partidos. Pero la reclamación de una cuestión de confianza ha resultado muy destructiva en el endeble vínculo que une al Gobierno con los independentistas catalanes. Carles Puigdemont anunció a principios de diciembre la presentación de esta iniciativa y de este modo reveló que las negociaciones con el Ejecutivo, en varios frentes, estaban atascadas.

Los presupuestos de este año, que como todas las votaciones en esta legislatura dependen del apoyo de Junts, no han podido presentarse porque no hay acuerdo con los posconvergentes. Ni siquiera se han podido aprobar los objetivos de déficit porque los tumbaron los de Carles Puigdemont.

Estos son dos asuntos cruciales. Tener unas nuevas cuentas permitiría a Sánchez alargar la legislatura hasta 2027 sin mucho sufrimiento. Pero para conseguirlo la presión de Junts es mayúscula. Exige el traspaso de la gestión de inmigración, pactada hace meses, y también el blanqueo político del expresident, prófugo aún de la justicia, a través de una foto con el jefe del Ejecutivo.

Sánchez no rechaza esa reunión pero, después de un año que ha sido absolutamente tortuoso, la Moncloa quiere garantías de que antes de dar ese paso, se han desencallado los presupuestos. De hecho, el Consejo de Ministros ni siquiera mandará al Congreso una nueva senda de déficit que, como exige Junts permita a las comunidades endeudarse más, si no tiene asegurado también su voto para las cuentas de 2025.

La única confianza del Gobierno en que finalmente pueda existir una reconciliación y se cierre todo lo pendiente es que Puigdemont no se atreve a respaldar una moción de censura de Alberto Núñez Feijóo, que requiere también de los votos de Vox. El líder del PP también ha reaccionado a la decisión de la Mesa del Congreso. "Me parece revelador que Sánchez no quiera someterse a la votación de una moción de confianza", incidía, al tiempo que repetía que "el Gobierno no tiene una mayoría suficiente para acreditar un paquete legislativo o presupuestario. Estamos ante una legislatura ingobernable".

Patada hacia delante. La relación entre el Gobierno y Carles Puigdemont no se romperá aún por la petición de que Pedro Sánchez se someta a una cuestión de confianza. Los socialistas han decidido no calificar la proposición no de ley de Junts en la reunión de este jueves en la Mesa del Congreso y con este paso consiguen ganar tiempo.

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