Un apaño del Gobierno de Víctor Torres permitió a la trama cobrar lo mismo por mascarillas 'fake'
Dos pedidos iniciales se trocearon en tres y la trama cobró todo lo pactado pese a mandar un 17% de las mascarillas por debajo de la calidad contratada
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La empresa de la trama Koldo, Soluciones de gestión, acabó cobrando del Gobierno de Ángel Víctor Torres lo mismo que pactaron en abril y mayo de 2020, pese a que un lote importante de mascarillas no cumplía con las características de calidad FFP2 requeridas. Según los documentos a los que ha accedido en exclusiva El Confidencial, Soluciones emitió dos facturas al Gobierno de Canarias por un valor total de 11.875.000 euros, una en abril (6,8 millones) y otra en mayo de 2020 (5 millones). Y es que los tres contratos que figuran en la Plataforma de Contratación fueron originalmente dos, que terminaron troceándose en tres y que permitieron a Soluciones recibir 11.870.518 euros pese a haber enviado 837.800 mascarillas 'fake' de un pedido de 4,75 millones (el 17% del total).
El proceso es tan enrevesado que hasta la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señalaba en uno de sus informes que no era posible saber con exactitud cuánto se había pagado por estas mascarillas. El primer acuerdo entre el Ejecutivo de Víctor Torres y la trama tiene lugar el 22 de abril de 2020, cuando se formaliza un pedido de 2,75 millones de mascarillas FFP2 por 6.875.000 euros para su uso por parte de personal sanitario en hospitales. Este contrato nunca llegó a figurar como tal en la Plataforma de Contratación. A continuación, el 4 de mayo de 2020, se formaliza un segundo pedido con Soluciones por 5 millones de euros para adquirir 2 millones de mascarillas EPI KN95 para su uso también en hospitales.
El primer pago del Gobierno de Ángel Víctor Torres se produce el 5 de junio, y asciende a 4.775.500 euros. Este pago se corresponde con las mascarillas del primer pedido (el de 6,8 millones de euros) que sí cumplieron con las condiciones de calidad de unas mascarillas FFP2. El Confidencial ha accedido al correo de Ana María Pérez, directora general de Recursos Económicos, donde da cuenta a Soluciones de gestión del número de mascarillas no aptas de este primer pedido: 837.800 de un total de 2,75 millones de mascarillas.
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En esa misma comunicación, Pérez expone que el segundo lote de dos millones de mascarillas (facturadas en 5 millones de euros) es no apto al completo, al no disponer las mascarillas KN95 "de certificado alguno por la entidad acreditada china". Este correo, enviado en julio de 2020, es reenviado por el director de Proyectos de Soluciones de gestión, Íñigo Rotaetxe, a Koldo García. Rotaetxe muestra un cabreo notable por lo ocurrido: "Nos parece muy grave que hemos recibido noticia HOY que todo el segundo pedido había sido considerado NO APTO, 2 meses después de la última entrega, lo que genera graves perjuicios para esta empresa, que es una PYME".
Implicación de Víctor Torres
Rotaetxe implica a Ángel Víctor Torres en la gestión: "En un correo posterior te enviaré la comunicación que me pidió hoy el Exmo. Presidente que he enviado por indicación suya a Antonio Olivera". Olivera es el actual jefe de gabinete del ministro de Política Territorial y entonces trabajaba como viceconsejero de Presidencia y director interino del Servicio Canario de Salud (SCS). Solo ocho días después de este intercambio de correos, Víctor Torres mandaba el siguiente wasap a Koldo, como desveló El Mundo: "Se ha dado orden de pago y el consejero [de Sanidad] ya está. Hoy dormiré mejor".
Rotaetxe alegó a Koldo en esos correos del 22 de julio que los certificados chinos que pedía el Gobierno canario ya se habían remitido en comunicaciones anteriores. Lo cierto es que, finalmente, los cinco millones se terminaron pagando a Soluciones, y así figura en el segundo de los contratos que aparece en la Plataforma de Contratación.
El apaño con la trama
Las quejas de Rotaetxe sobre las 837.800 mascarillas defectuosas no surtieron efecto. El 20 de agosto se remitieron al Centro Nacional de Medios de Protección (CNMP), que concluyó que no reunían las condiciones para funcionar como FFP2, pero se podían utilizar como mascarillas quirúrgicas. En lugar de resolver el contrato y dejar sin pagar esa cantidad de mascarillas que no cumplían con lo pactado, lo que habría supuesto un ahorro a la Administración de más de dos millones de euros, el Gobierno de Víctor Torres accedió a renegociar con Soluciones.
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En noviembre de 2020, Canarias accedió a pagar esas 837.800 mascarillas quirúrgicas al precio que tenían en abril de 2020, o sea, a 84 céntimos la unidad, un 560% más caro de los precios que se manejaban en aquellos tiempos (el Ministerio de Sanidad compró para su Acuerdo Marco a 15 céntimos la unidad). En total: 707.518 euros por mascarillas que no cumplieron la calidad contratada. Además, el Gobierno de Víctor Torres aceptó comprar a la trama a mayores una remesa de 555.000 mascarillas FFP2 a 2,5 euros la unidad, el mismo precio que tenían seis meses antes pese a que el mercado ofrecía alternativas más baratas.
Como consecuencia, el Gobierno canario terminó pagando en diciembre de 2020 hasta 2.095.018 euros por 837.300 mascarillas quirúrgicas y 555.000 mascarillas FFP2, precios alejadísimos del mercado en esos momentos. Un apaño que permitió a la trama cobrar el importe restante de su primera factura de 6,8 millones de euros, y terminar embolsándose la misma cantidad de dinero que tenían prevista pese al envío de material sanitario no apto para uso hospitalario.
La empresa de la trama Koldo, Soluciones de gestión, acabó cobrando del Gobierno de Ángel Víctor Torres lo mismo que pactaron en abril y mayo de 2020, pese a que un lote importante de mascarillas no cumplía con las características de calidad FFP2 requeridas. Según los documentos a los que ha accedido en exclusiva El Confidencial, Soluciones emitió dos facturas al Gobierno de Canarias por un valor total de 11.875.000 euros, una en abril (6,8 millones) y otra en mayo de 2020 (5 millones). Y es que los tres contratos que figuran en la Plataforma de Contratación fueron originalmente dos, que terminaron troceándose en tres y que permitieron a Soluciones recibir 11.870.518 euros pese a haber enviado 837.800 mascarillas 'fake' de un pedido de 4,75 millones (el 17% del total).