Díaz se planta por primera vez ante Sánchez en plena lucha por el voto de izquierdas
Sumar mantendrá la presión para que la reducción de la jornada laboral se apruebe este mes. Sostienen que si se hacen ya cesiones a los empresarios, Junts después pedirá más. Solo una reunión entre la vicepresidenta y Sánchez podría desencallar
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Yolanda Díaz, a la manera de Pablo Iglesias. Tras cumplirse el primer año de Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar, de convivencia más que pacífica, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo se ha plantado ante los socialistas para exigir la aprobación urgente en el Consejo de Ministros de la reducción de la jornada laboral.
Lo que comenzó como un choque entre Trabajo y el titular de Economía, Carlos Cuerpo, ha mutado a un enfrentamiento entre los dos socios, después que la vicepresidenta reuniera el viernes a sus ministros para colectivizar esta reivindicación. Con el mercado de los votos del bloque progresista revuelto, por el voluminoso trasvase de votantes de Sumar a Podemos y al PSOE, Yolanda Díaz ha encontrado en la rebaja a 37,5 horas semanales la senda para intentar recuperar oxígeno político.
Fuentes de la organización hablan abiertamente de "pulso, en abierto" con los socialistas, asimilable a los que en la anterior legislatura mantuvo Unidas Podemos. Considerada por los suyos demasiado "blanda" con el jefe del Ejecutivo, la vicepresidenta segunda está dispuesta a llegar "hasta el final" para que el Gobierno asuma sin cambios el acuerdo que ha suscrito con los sindicatos, antes de que finalice este mes.
Además de que se trata de un asunto que compete a su ministerio, en un momento en que Díaz quiere resucitar su figura política con su gestión al frente de Trabajo, en Sumar sostienen que ya han cedido frente al PSOE y la rebaja de la jornada se debe impulsar. No solo fue lo que más costó acordar en el pacto de coalición, también acumula un primer incumplimiento porque de las 40 horas semanales actuales debía pasarse en 2024 a 38,5.
Las dificultades políticas acumuladas en este primer año de legislatura hicieron que se aparcara y, por eso, ahora en Sumar se ven cargados de razones para pedir que las 37,5 horas se apliquen en 2025. Díaz se siente reforzada porque es una medida con un respaldo social muy amplio, al margen de ideologías. Cuenta con el apoyo mayoritario de los votantes del PP y casi de los de Vox. Una circunstancia que llevó a Génova a presentar su propia propuesta para concentrar la jornada de lunes a jueves.
Justo por esta transversalidad, en Sumar comprenden aún menos la negativa del PSOE a que la reducción esté operativa este año. "Tiene el aval de sus propios votantes", insisten. "No se entiende que un ministro socialista esté públicamente retrasándolo más que partidos conservadores". La explicación última, explican desde este espacio, es que ellos quieran "colgarse la medalla", cuando es obvio que éxitos son compartidos y el propio presidente del Gobierno "reivindica continuamente" la reforma laboral.
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"No vamos a parar", insisten en la formación, en su reclamación de que el Consejo de Ministros lo apruebe en las próximas semanas para garantizar que este año entre en vigor. "Si queremos reforzarnos, no vamos a arriar nuestra bandera", subrayan, en un momento en que está en duda la continuidad de esta plataforma en las próximas elecciones generales y la candidatura de Yolanda Díaz.
El PSOE se beneficia en parte de esta debilidad. Sánchez se nutre de estos votantes para compensar la fuga de un porcentaje del electorado socialista, molesto por la dependencia de Junts o por los casos de corrupción que afectan al Ejecutivo. Pero sin un partido que resista mínimamente a su izquierda no es factible reeditar el Gobierno de coalición.
Contentar a Junts y CEOE, ¿antes o después?
El enfrentamiento con Cuerpo se ha mantenido a lo largo de estos días pero la sensación en Sumar es que este tema supera al ministro de Economía y es una orden directa de Sánchez. "El presidente se tendrá que aclarar". Los ministerios del PSOE argumentan que el pacto de Díaz con los sindicatos se debe abordar en el seno del Gobierno para adaptarse a la "realidad parlamentaria" y "ayudar" a la pequeña y mediana empresa, en referencia a las ayudas directas que Trabajo ya ofreció a la CEOE.
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Lo que hay detrás, señalan en Sumar, es "que sea el Ejecutivo (la parte socialista)" quien introduzca en el texto estas concesiones a la patronal para "apuntarse el tanto". La posición de Sumar es que se incorporen después en el trámite parlamentario como gesto a Junts, contrario a la reforma, que en este tema actúa de la mano de los empresarios catalanes (Foment del Treball), en connivencia con la CEOE. Si no, advierten, si se hace con carácter previo, entonces Carles Puigdemont pedirá "dos huevos duros más" y sus exigencias harán que Podemos "se ponga también exquisito".
Desde Sumar mantienen que llevan semanas hablando con todos los grupos parlamentarios -Díaz con el propio Puigdemont- y se escudan en que el ala socialista ha impulsado leyes que luego ha debido negociar. En resumen, que con la fórmula del PSOE hacer ya gestos a Junts y a la patronal, tampoco se "garantiza" el voto del Congreso.
Las posturas se encuentran tan alejadas que la solución final se fía a una reunión entre Sánchez y Díaz, que ha sido siempre el mecanismo para resolver los problemas, más en la anterior legislatura que en esta. El presidente, afirman en Sumar, "ya va tarde".
Yolanda Díaz, a la manera de Pablo Iglesias. Tras cumplirse el primer año de Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar, de convivencia más que pacífica, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo se ha plantado ante los socialistas para exigir la aprobación urgente en el Consejo de Ministros de la reducción de la jornada laboral.