Es noticia
El fiscal general no logra cargar a MAR la revelación de secretos ni probar que hubo bulo
  1. España
Revelación de secretos

El fiscal general no logra cargar a MAR la revelación de secretos ni probar que hubo bulo

Su defensa buscaba que la comparecencia del jefe de gabinete de Ayuso sembrara la duda sobre el origen de las filtraciones y exonerara, a la larga, a García Ortiz

Foto: El jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, a las puertas del Tribunal Supremo. (Europa Press/Jesús Hellín)
El jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, a las puertas del Tribunal Supremo. (Europa Press/Jesús Hellín)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

El inicio de la ronda de testificales que reclamó el fiscal general para tratar de desactivar la acusación de revelación de secretos que pesa en su contra no ha salido como esperaba. La declaración de Miguel Ángel Rodríguez debía servir para reforzar dos tesis de su defensa. Por una parte, la idea tantas veces repetida de que la actuación de la Fiscalía se dirigió a desactivar "un bulo". Por otra, la intención de atribuir al jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso una revelación de información de origen que -sobre el papel- podía servir para exonerarle del delito que le atribuye el Supremo contra la intimidad del novio de la presidenta madrileña. Ni una ni otra cuajaron en la hora corta en la que permaneció ante el juez como testigo.

La visita de Rodríguez al Supremo había ido cogiendo vuelo en las últimas semanas, hasta el punto de que algunos sectores del PSOE se alentaba la posibilidad de que entrara como testigo, pero saliera como imputado. La defensa de Álvaro García Ortiz buscaba que su interrogatorio sembrara dudas sobre el origen de las filtraciones. Situaba a MAR como el primer eslabón y argumentaba que el pecado original que supuso la difusión por su parte de uno de los correos reservados de la pareja de su jefa colocaba al cargo del gobierno regional en igualdad de condiciones con el fiscal general.

Efectivamente, Rodríguez admitió que tuvo ese email en el que se contaba solo una parte de la historia y que lo difundió. La clave está, sin embargo, en que lo hizo con la autorización del afectado. Según el relato de MAR, obtuvo la comunicación a través del abogado de Alberto González Amador a las 9 de la mañana del 12 de marzo. Unas horas antes, algunos medios ya se habían hecho eco de que la Fiscalía investigaba al empresario por dos delitos fiscales.

Foto: El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, en un acto. (Europa Press/Juan Moreno)

En el correo al que tuvo acceso y que remitió a un grupo de periodistas, el fiscal del caso admitía que era posible alcanzar un pacto. No se mencionaba, sin embargo, que la propuesta se lanzaba en respuesta a una solicitud previa de la defensa de la pareja de la presidenta de Madrid. Según su versión, mantuvo el email congelado 38 horas y no lo envió hasta que González Amador le dio permiso. El dato es fundamental, ya que no hay violación de datos íntimos ligados a una persona que te permite airearlos. Para respaldar su versión, mostró en el Supremo los mensajes en cuestión en los que envía un fragmento de ese correo al chat de prensa a las 22:27 horas del 13 de marzo. El instructor Ángel Hurtado no aceptó la petición de la defensa del fiscal general que reclamaba que se copiara el teléfono móvil completo.

El bulo

La declaración tampoco ha servido para reforzar la posibilidad de que Rodríguez actuara como autor intelectual de un bulo que la Fiscalía se vio obligada a desactivar, una idea repetida tanto desde la Jefatura de la Fiscalía General como desde el propio Gobierno. El Ejecutivo, con Pedro Sánchez a la cabeza, ha defendido desde un inicio que el entorno de Ayuso tergiversó el orden de los factores para dar una sensación falsa: que el Ministerio Público deseaba un acuerdo. Justifican la actuación de la Fiscalía en el deber de desmontar esa falsedad.

Rodríguez, sin embargo, ha explicado que el correo que difundió no era falso. En el email, el fiscal Julián Salto decía, en concreto, que aunque se había denunciado también a otras personas, "no sería obstáculo para poder llegar a un acuerdo". "Si usted y su cliente lo estiman posible", añadía. Fue El Mundo el primero en publicarlo, antes de que el jefe de gabinete de Ayuso lo compartiera con medio centenar de periodistas.

Foto: El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, interviene durante el acto de entrega de Despachos a las 62ª Promoción de la Carrera Fiscal. (Europa Press/Alberto Ortega)

Según su versión, nunca supo que el correo que le facilitó González Amador tenía un primer capítulo. Ha dicho que desconocía que el fiscal lo escribió en respuesta a una propuesta inicial de la defensa del empresario, que buscaba pactar. También ha concretado que el propio afectado tampoco buscó extender una versión parcial, ya que, aunque dio el ok a que lo compartiera, nunca tuvo la intención de airearlo, sino más bien de transmitir que veía más cercano el final del procedimiento en su contra.

Tras el paso de MAR por el Supremo, la situación penal de García Ortiz ha quedado en tablas. No peor, pero tampoco mejor. Al margen de la actuación de Rodríguez, el Supremo enmarca la revelación en el primero de los emails cuya difusión le atribuye y en el que la defensa del empresario reconocía la comisión de los delitos fiscales investigados. El pulso por el 'y tú más' puede servir en el plano político, pero no tendrá efecto ninguno en el penal.

El inicio de la ronda de testificales que reclamó el fiscal general para tratar de desactivar la acusación de revelación de secretos que pesa en su contra no ha salido como esperaba. La declaración de Miguel Ángel Rodríguez debía servir para reforzar dos tesis de su defensa. Por una parte, la idea tantas veces repetida de que la actuación de la Fiscalía se dirigió a desactivar "un bulo". Por otra, la intención de atribuir al jefe de gabinete de Isabel Díaz Ayuso una revelación de información de origen que -sobre el papel- podía servir para exonerarle del delito que le atribuye el Supremo contra la intimidad del novio de la presidenta madrileña. Ni una ni otra cuajaron en la hora corta en la que permaneció ante el juez como testigo.

Miguel Ángel Rodríguez Fiscalía General del Estado Isabel Díaz Ayuso Tribunal Supremo
El redactor recomienda