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Ni el Alcázar de Toledo ni las Casas Colgadas de Cuenca: estos son los 9 Bienes Culturales de Castilla-La Mancha reconocidos en 2024
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Ni el Alcázar de Toledo ni las Casas Colgadas de Cuenca: estos son los 9 Bienes Culturales de Castilla-La Mancha reconocidos en 2024

Cada uno de ellos, ya sea por su historia, arquitectura o tradición, pone de manifiesto la riqueza patrimonial de esta región de España

Foto: Granátula de Calatrava en Ciudad Real. (Cultura Castilla-La Mancha/Jose Luis Fuentes)
Granátula de Calatrava en Ciudad Real. (Cultura Castilla-La Mancha/Jose Luis Fuentes)

En 2024, Castilla-La Mancha ha sumado nueve nuevos Bienes de Interés Cultural (BIC) a su extenso patrimonio. Aunque muchos los consideran joyas ocultas de la región, cada uno tiene una historia fascinante que merece ser descubierta. Desde yacimientos arqueológicos hasta tradiciones inmateriales, estos nuevos reconocimientos enriquecen el mosaico cultural manchego.

Entre los nuevos BIC se encuentran dos áreas arqueológicas que arrojan luz sobre el pasado de la región. Uno de ellos es el yacimiento del Cerro de la Virgen de la Muela, en Driebes (Guadalajara), donde se encuentran los restos de la antigua ciudad romana de Caraca. Este asentamiento, clave en la red de vías romanas, muestra una planificación urbana notable, con 27 manzanas, un foro y un acueducto. Además, el tesoro de plata encontrado en 1945 sigue siendo uno de los hallazgos más impresionantes de la arqueología carpetano-romana.

placeholder El yacimiento de Caraca se encuentra en la localidad de Driebes. (Cultura Castilla-La Mancha)
El yacimiento de Caraca se encuentra en la localidad de Driebes. (Cultura Castilla-La Mancha)

Otro destacado es el área arqueológica de Oreto-Zuqueca, en Granátula de Calatrava (Ciudad Real). Este enclave, vinculado a la antigua Oretania, revela siglos de ocupación desde la época romana hasta la medieval, pasando por etapas visigodas y andalusíes. Sus excavaciones incluyen necrópolis, iglesias paleocristianas y fortificaciones, consolidando su importancia como testimonio de la historia local.

En el ámbito de los bienes inmateriales, la Ronda del Mayo Manchego de Pedro Muñoz, Ciudad Real, y la Soldadesca de Gamonal, en Talavera de la Reina, Toledo, destacan por su valor cultural. Ambas tradiciones, profundamente arraigadas en las comunidades que las preservan, reflejan un legado festivo que combina elementos religiosos, sociales y agrícolas.

placeholder Soldadesca de Gamonal, Talavera de la Reina, Toledo. (Cultura Castilla-La Mancha)
Soldadesca de Gamonal, Talavera de la Reina, Toledo. (Cultura Castilla-La Mancha)

La arquitectura también tiene su representación con la Ermita de Nuestra Señora de la Antigua y de San Illán en Cebolla, Toledo, y la Casa Academia de Minas de Almadén, Ciudad Real. Esta última, la primera academia de minas de España, constituye un hito del patrimonio industrial. Por su parte, la ermita, con raíces en el siglo XII, simboliza la devoción popular y la conexión entre religiosidad e historia local.

No menos singular es la Fuente Agria de Puertollano, Ciudad Real, cuyo manantial ferruginoso se ha convertido en un punto de encuentro emblemático para los vecinos. Este bien combina patrimonio natural e industrial, siendo un claro ejemplo de cómo los espacios tradicionales evolucionan para integrarse en la vida cotidiana.

Además, el Traje de Vistas y el Bordado de Tejidillo de Navalcán, Toledo, elevan la artesanía local a la categoría de arte. Estas prendas y técnicas, transmitidas de generación en generación, son testigos de la identidad cultural de la comarca y su conexión con el pasado.

Completando este listado, encontramos la presa de Moracantá, en Villaminaya (Toledo). Este pequeño pero significativo embalse, rodeado por un paraje de gran relevancia histórica, ha sido testigo de importantes batallas que marcaron el devenir de la región, desde la época de los bereberes hasta la Guerra de la Independencia. Su estructura conserva un valioso testimonio del aprovechamiento hidráulico en épocas pasadas, además de su integración en el entorno natural.

En 2024, Castilla-La Mancha ha sumado nueve nuevos Bienes de Interés Cultural (BIC) a su extenso patrimonio. Aunque muchos los consideran joyas ocultas de la región, cada uno tiene una historia fascinante que merece ser descubierta. Desde yacimientos arqueológicos hasta tradiciones inmateriales, estos nuevos reconocimientos enriquecen el mosaico cultural manchego.

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