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El PP se borra de la reducción de jornada y busca seducir a Junts y PNV con su agenda social
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El PP se borra de la reducción de jornada y busca seducir a Junts y PNV con su agenda social

En Génova no sonaba del todo mal la propuesta de Sumar, pero descarta prestar sus votos en el Congreso si la CEOE está fuera del acuerdo. Feijóo llevará su ley de conciliación al Senado y negociará con los socios de Sánchez el plan de vivienda

Foto: El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso. (Europa Press/Fernando Sánchez)
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso. (Europa Press/Fernando Sánchez)
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"Estamos decididos a poner en marcha iniciativas que mejoren la vida de los ciudadanos. Y para hacerlo, necesitamos los votos de muchos grupos políticos". El PP ha dado un giro a su estrategia parlamentaria. Y ha pasado de calificar de "coincidencia" su sintonía con PNV y Junts en algunas votaciones a presumir de ella y buscarlos de forma deliberada. La prioridad que Feijóo se ha marcado para 2025 pasa por impulsar iniciativas recogidas en su programa que puedan apoyar los socios de Sánchez. ¿El objetivo? Desestabilizar —aún más— la mayoría de Sánchez y frenar la agenda social sobre la que también se quiere volcar el Ejecutivo.

Uno de los puntos calientes del año será la propuesta de Sumar para reducir la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales. Como publicó El Confidencial, el Gobierno arranca el año sin garantías de sacar adelante una de las medidas estrella de la legislatura, que dependerá también de los votos de Carles Puigdemont. El asunto ha provocado un choque incluso en las entrañas de la coalición gubernamental, después de que Yolanda Díaz acusara de injerencias al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, que apuesta por una implementación más gradual de la medida. "Es casi de mala persona", le espetó el viernes la ministra de Trabajo.

El PP pretende hurgar en la tensa batalla parlamentaria que se avecina para el Gobierno. Para empezar, desde Génova se borran de forma tajante de la reducción de jornada que propone Sumar. En un principio, a la dirección del PP no le sonaba mal la melodía de la propuesta de Yolanda Díaz. De hecho, en febrero de 2024, los populares se abstuvieron en una proposición no de ley de Sumar en el Congreso —sin carácter vinculante— para instar a la reducción de jornada sin pérdida de salario. Pero en el equipo de Feijóo refrendan que sus votos no servirán para avalar la iniciativa de Sumar si la patronal no está dentro del acuerdo.

"Es una anomalía absoluta", apuntó la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, en alusión tanto a la falta de acuerdo con la CEOE como al choque dentro del propio Gobierno. No obstante, Génova tiene testado, a través de sondeos internos, que una buena parte de sus votantes son favorables a medidas de conciliación laboral. Por eso perfiló su programa ideológico con una proposición de ley en esta materia, que incluye medidas como la educación gratuita de 0 a 3 años o el aumento de los permisos de paternidad.

Foto: El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, con Carles Puigdemont, el pasado diciembre en Waterloo. (EFE /Gonzalo García)

La iniciativa pretende sentar las bases para abordar en el futuro una concentración —que no reducción— de la jornada laboral, de cinco a cuatro días laborables pero con las mismas horas. Hace meses que el PP registró su ley de conciliación en el Congreso, previo contacto tanto con sindicatos como con la patronal. Pero la iniciativa permanece congelada —como otras tantas— en la Mesa de la Cámara Baja, y ni siquiera ha llegado a pleno para su toma en consideración.

El Gobierno presentó un veto para bloquear la norma del PP, alegando que supondría un coste anual de casi 1.400 millones de euros, lo que trastoca la política presupuestaria del Ejecutivo. Fernando Galindo, letrado mayor del Congreso elegido por la propia Francina Armengol, dio la razón a los populares y se manifestó en contra del veto parlamentario de los socialistas.

Foto: La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. (EFE/Jerome Favre)

El bloqueo en el Congreso, ya asumido en Génova, ha llevado a los de Feijóo a mover ficha. El PP llevará su ley de conciliación al Senado, donde cuentan con mayoría absoluta, para forzar el debate en pleno y obligar a los socios de Sánchez —con la vista puesta en Junts y PNV— se posicionen sobre su ley de conciliación en plena tormenta por el futuro de la propuesta estrella de Sumar, lo que podría desencadenar nuevas tensiones en la mayoría de investidura.

La vivienda, prioridad absoluta

El PP va a centrarse en cosechar nuevas victorias parlamentarias de sus "políticas sectoriales" en el ámbito económico y social con el concurso de Junts, PNV... y Vox. Es un equilibrio complicado, pero Génova se fija en el precedente de la reforma fiscal. Las enmiendas que terminaron modificando el plan tributario del Gobierno fueron negociadas entre el PP y el partido de Puigdemont, pero se sumaron tanto los nacionalistas vascos como los ultraconservadores por su coincidencia ideológica en el terreno económico.

Génova ya confirma que intensificará los contactos y buscará los votos de Junts y PNV para, al menos, admitir a trámite su ley de vivienda en el Congreso, que registrarán en los próximos días, con recetas antagónicas a las medidas que emanan del Gobierno. Y están convencidos de que pueden concitar el respaldo de las dos formaciones nacionalistas, previa negociación.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (Europa Press/Jesús Hellín)

La propuesta inmobiliaria del PP incluye una reforma de la ley del suelo, la misma que el Gobierno se vio obligado a retirar el pasado mes de mayo por su debilidad parlamentaria. Las medidas estrella de los populares pasan por la liberalización de suelo para incentivar la oferta pública o la eliminación de la burocracia, además de impulsar medidas contra la okupación ilegal y medidas para proteger a los propietarios. "Ni Junts ni PNV podrán votar que no", afirman fuentes populares.

"Estamos decididos a poner en marcha iniciativas que mejoren la vida de los ciudadanos. Y para hacerlo, necesitamos los votos de muchos grupos políticos". El PP ha dado un giro a su estrategia parlamentaria. Y ha pasado de calificar de "coincidencia" su sintonía con PNV y Junts en algunas votaciones a presumir de ella y buscarlos de forma deliberada. La prioridad que Feijóo se ha marcado para 2025 pasa por impulsar iniciativas recogidas en su programa que puedan apoyar los socios de Sánchez. ¿El objetivo? Desestabilizar —aún más— la mayoría de Sánchez y frenar la agenda social sobre la que también se quiere volcar el Ejecutivo.

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