Felipe VI aclara a Sánchez el papel de la Casa Real en el cincuentenario de la muerte de Franco
Una conversación entre el Rey y el presidente Sánchez dejó claro el papel de la Corona en el ciclo de actos 'España: 50 años de libertad' a cuyo lanzamiento, el miércoles, no asistirá el jefe del Estado
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La Zarzuela no quiere en absoluto que se instale la creencia de que la relación entre Felipe VI y el presidente del Gobierno es tensa o difícil. Por esa razón, fuentes de la Casa del Rey aseguraron ayer tarde que "existe sintonía total entre el Rey y el Presidente en las conversaciones del despacho semanal" sin aludir expresamente a los actos del cincuentenario de la muerte de Francisco Franco. Según la Casa del Rey, Felipe VI "no podrá presidir el acto" [se refiere al del miércoles en el Reina Sofía, el primero del ciclo de lo que se denomina con un eufemismo 'España: 50 años en libertad'] sin mencionar tampoco la razón de tal impedimento y sin remitirse, como hacía la Moncloa, a "motivos de agenda" del monarca. La Casa del Rey tiene por norma no explicar oficialmente los motivos de la inasistencia del jefe del Estado, ni siquiera aludiendo a "motivos de agenda" que, además, se ha convertido en una cláusula de estilo, incluso de cortesía, cuando el monarca no puede o no debe asistir a un evento.
La Zarzuela confirmaba que Felipe VI "se sumará a otros actos previstos durante el año como dice la Moncloa" sin mencionar ninguno en concreto salvo una celebración novedosa que no estaba prevista en el anuncio que realizó Pedro Sánchez sobre el cincuentenario del fallecimiento de Franco el pasado día 10 de diciembre en el Auditorio Nacional: "uno importante sobre el papel de la monarquía en el establecimiento de la democracia".
Sin embargo, tal exaltación de la monarquía parlamentaria, según fuentes próximas a la organización de los actos, "no estaba contemplada en el programa inicial" y se subraya que tiene difícil encaje en las efemérides de 1975 porque desde el 22 de noviembre de aquel año y hasta la aprobación de la Constitución en 1978, la monarquía era la del régimen franquista, y solo después, la parlamentaria y constitucional, que quedó instaurada como democráticamente legítima en la Constitución. Por lo demás, la Casa del Rey tampoco se refirió a "la visita institucional" de Felipe VI a los campos de exterminio nazi de Auschwitz y Mauthausen. Según la Moncloa, el Rey asistiría a ese evento para el que no hay ni programa ni fecha.
Las puntualizaciones de la Casa del Rey se producían dos horas después de que la Moncloa, adelantándose a la publicación de la agenda de Felipe VI que cubre sus actividades públicas entre el 6 y el 12 de enero, explicase que el jefe del Estado no podía asistir el próximo miércoles al acto en el Reina Sofía por "motivos de agenda" (nunca alegados por la Zarzuela), deslizando que el Rey y el presidente del Gobierno "tuvieron la oportunidad de tratar de este y otros asuntos esta semana y han podido constatar su alineamiento al respecto". ¿Al respecto de qué? ¿De este asunto o sobre "otros asuntos"? La respuesta estaría, según fuentes consultadas por El Confidencial, en la conversación que mantuvieron ambos en la Zarzuela y en la que Felipe VI aclaró a Pedro Sánchez "lo que a la Corona se refiere en este asunto de la iniciativa 'España: 50 años de libertad'". Las mismas fuentes desean que las aclaraciones del jefe del Estado al del Gobierno hayan sido definitivas.
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De nuevo, la Casa del Rey salva con solvencia un episodio complicado en el que Felipe VI habría sido claro en la exposición de su criterio al presidente del Gobierno, "como en él es habitual", según subrayan personas de su entorno. Otras fuentes se "extrañan" de que la presidencia del Gobierno, si realmente "hubiese creído viable la presencia del Rey en el acto del miércoles próximo", no se cerciorase de su agenda y, "sobre todo, de su criterio, antes de expresar públicamente su deseo de que asistiera".
El día 8 de enero, y según la agenda del Rey, Felipe VI recibirá las credenciales, a partir de las 10 horas y hasta las 13.30, de los embajadores del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, de Canadá, de Panamá, de la República Gabonesa, de la República de Malta y de la República Helénica. A las 12 horas del miércoles, en coincidencia temporal con el acto de acreditación de los embajadores, Pedro Sánchez intervendrá en el acto de lanzamiento del ciclo 'España: 50 años en libertad'. Será la ocasión para comprobar si el ministro de Asuntos Exteriores vuelve a estar ausente en la ceremonia solemne de presentación de credenciales, delegando su función de nuevo en el subsecretario del departamento, o está presente en el Palacio Real. Las fuentes consultadas en el ministerio que dirige José Manuel Albares no confirman si el ministro estará junto al Rey o con el presidente del Gobierno en el Reina Sofía.
Al día siguiente, jueves, se celebrará la recepción anual al cuerpo diplomático acreditado en España con la intervención de Felipe VI y al que asistirá también la reina. Por fin, el sábado, ambos se desplazarán a Cádiz en el inicio de la travesía del buque escuela de la Armada, Juan Sebastián Elcano, para despedir la navegación de cinco meses de duración que realizará en él la princesa de Asturias. En estas circunstancias se espera que el Rey vuelva a ser explícito sobre sus criterios institucionales en su discurso del día 6 de enero con motivo de la Pascua Militar que se celebrará también en el Palacio Real.
La Zarzuela no quiere en absoluto que se instale la creencia de que la relación entre Felipe VI y el presidente del Gobierno es tensa o difícil. Por esa razón, fuentes de la Casa del Rey aseguraron ayer tarde que "existe sintonía total entre el Rey y el Presidente en las conversaciones del despacho semanal" sin aludir expresamente a los actos del cincuentenario de la muerte de Francisco Franco. Según la Casa del Rey, Felipe VI "no podrá presidir el acto" [se refiere al del miércoles en el Reina Sofía, el primero del ciclo de lo que se denomina con un eufemismo 'España: 50 años en libertad'] sin mencionar tampoco la razón de tal impedimento y sin remitirse, como hacía la Moncloa, a "motivos de agenda" del monarca. La Casa del Rey tiene por norma no explicar oficialmente los motivos de la inasistencia del jefe del Estado, ni siquiera aludiendo a "motivos de agenda" que, además, se ha convertido en una cláusula de estilo, incluso de cortesía, cuando el monarca no puede o no debe asistir a un evento.