El vídeo de Ábalos ante el juez: "A Koldo le conocí en Navarra, siempre en presencia de Santos Cerdán"
Sobre su vinculación con la trama de las mascarillas, el exministro se sacudió cualquier responsabilidad. "No di ninguna instrucción", defendió en el alto tribunal
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José Luis Ábalos no cedió terreno durante su declaración como imputado del pasado 12 de diciembre ante el Tribunal Supremo. El vídeo del interrogatorio, al que ha tenido acceso El Confidencial, muestra cómo el exministro de Transportes se afanó en desmentir los indicios en su contra y en desvincularse de la trama. También responsabilizó de cualquier posible irregularidad al que fuera su asesor de confianza, Koldo García, y evitó implicar a otros altos cargos del Gobierno. Durante las más de tres horas que se alargó su declaración, Ábalos tachó de falsedades o mentiras la mayor parte de las pruebas que le acorralan. En otros casos, alegó desconocimiento.
Según le dijo al juez, a Koldo lo conoció en 2017 en actos de partido en Navarra "siempre en presencia de Santos Cerdán". Se trata de la persona que le sucedió a él como secretario de organización del PSOE, actualmente en el cargo. Ábalos dijo que dejó su puesto en el PSOE después de que el presidente Sánchez le cesase como ministro de Transportes. Declaró que fue una decisión voluntaria: "Interpreté que mi cese fue una pérdida de confianza". Sobre su vinculación con la trama de las mascarillas, el exministro se sacudió cualquier responsabilidad, en contra de lo que le atribuyen los investigadores: "No di ninguna instrucción a nadie, más bien al contrario".
Como avanzó El Confidencial, la documentación que el empresario Víctor de Aldama ha entregado al Supremo incluye un listado de supuestas adjudicaciones irregulares en una decena de autovías. "Aparecen subrayados en color rosa los contratos públicos, ya pre-adjudicados a empresas previamente seleccionadas", explica el empresario en el escrito que ha enviado al alto tribunal. "Se trataría de empresas que habrían adquirido el compromiso de pago de comisiones si resultaban adjudicatarias".
La Fiscalía Anticorrupción no pasó por alto ese documento durante el interrogatorio de diciembre, pero el exsecretario de organización del PSOE se puso de perfil y echó balones fuera. Afirmó que como ministro no había firmado nada y se parapetó en que se trataba de cuestiones técnicas. Ese desconocimiento se mantuvo hasta que se le preguntó por una constructora que Aldama vincula de forma directa con el presunto amaño de contratos y por uno de sus principales accionistas, José Ruz Martínez. Ábalos dijo que le conocía porque es valenciano y reconoció que tienen una relación cordial, pero que en ningún caso se puede hablar de amistad.
De hecho, también trató de limitar su relación con el propio Aldama: "Fue siempre a través de Koldo y en presencia de Koldo", llegó a afirmar. "Es verdad que lo vi muchas veces porque iba muchas veces a ver a Koldo, quedaba muchas veces con él. Incluso muchas veces quedaba en el despacho de Koldo, que era el antedespacho al mío. Con lo cual es verdad que me tropecé muchas veces".
Además del listado de contratos, Aldama ha entregado al Supremo una carta que le sitúa como enlace del Gobierno ante Juan Guaidó cuando este se proclamó presidente encargado de Venezuela. La misiva incluye el membrete del Ministerio de Fomento y supuestamente fue redactada por Ábalos, quien le manifestaba "el reconocimiento por parte" del Ejecutivo y su interés en "afianzar lazos políticos, culturales y económicos con miras a estrechar relaciones". "Por tal motivo, hemos enviado a Víctor de Aldama con la misión, no solo de hacerle llegar esta misiva, sino también para que sirva de enlace en nuestras relaciones".
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Al ser preguntado por ese documento durante su comparecencia en el Supremo, Ábalos intentó negar su autenticidad. Pese a contar con el membrete oficial, insistió en que no consta su firma y trató de quitar peso al hecho de que el empresario la entregara junto a una carpeta de Fomento.
Sus evasivas fueron similares al ser preguntado por los pagos de la trama para el alquiler de Jéssica, la joven que, según destacan los investigadores, "mantenía una relación particular" con el entonces ministro. Ábalos no negó ese extremo ante el juez, pero sí aseguró que, más allá de poder ayudarla con el alquiler en algún momento, en ningún caso se trató de una contraprestación por la adjudicación de contratos.
La Fiscalía le inquirió entonces por el contrato de arrendamiento con opción de compra que ha aportado Aldama y que cuenta con la firma de Ábalos. El empresario sostiene que pactó con el exministro proporcionarle este piso valorado en 1,9 millones de euros para que contara con una garantía del futuro pago de comisiones de constructoras a cambio de obras, pero él también trató de negar esa versión. Según dijo, solo firmó el contrato porque se trataba de un mero alquiler y con la idea de que en un futuro podría ejercer la opción de compra. "Yo, con el tiempo, me he sentido engañado", sostuvo.
José Luis Ábalos no cedió terreno durante su declaración como imputado del pasado 12 de diciembre ante el Tribunal Supremo. El vídeo del interrogatorio, al que ha tenido acceso El Confidencial, muestra cómo el exministro de Transportes se afanó en desmentir los indicios en su contra y en desvincularse de la trama. También responsabilizó de cualquier posible irregularidad al que fuera su asesor de confianza, Koldo García, y evitó implicar a otros altos cargos del Gobierno. Durante las más de tres horas que se alargó su declaración, Ábalos tachó de falsedades o mentiras la mayor parte de las pruebas que le acorralan. En otros casos, alegó desconocimiento.