El móvil de la jefa de Madrid registró wasaps de García Ortiz que ahora no aparecen
Los mensajes con la jefa provincial de Madrid fueron localizados en el teléfono de Pilar Rodríguez y también constan otros con Almudena Lastra que no se han hallado en el móvil del fiscal general
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De 57 páginas a dos. La Unidad Central Operativa (UCO) despeja en unos pocos párrafos su informe sobre el contenido de los dispositivos electrónicos del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ante la evidencia de que no hay mucho que analizar. Tras revisar el teléfono, no ha localizado ni un solo mensaje en siete días. Los que van del 8 al 14 de marzo, precisamente cuando el Supremo sitúa la revelación de correos reservados del novio de Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, en su primer oficio entregado el pasado noviembre -en el que daba cuenta del resultado de la revisión de los móviles de la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez Fernández, a lo largo de casi 60 páginas- daba cuenta de wasaps que le remitió el jefe del Ministerio Público a su subordinada y que ahora no se encuentran.
Los mensajes están en el teléfono de la destinataria, pero no del remitente. El Instituto Armado localizó en el teléfono de Rodríguez un primer mensaje de su jefe enviado en la noche del 13 de marzo, el momento en el que el TS considera que pudo producirse la filtración. Aquel día fue especialmente tenso en la Fiscalía General del Estado, dado que se habían publicado informaciones que apuntaban a que el fiscal del caso por defraudación contra el empresario Alberto González Amador le había ofrecido pactar. García Ortiz se puso en contacto con su subordinada y le pidió que la llamara cuando pudiera.
Según detallaba entonces la UCO, el fiscal general procedió a llamarla él mismo, pero no logró contactarla. "De manera inmediata, la fiscal jefe provincial le devuelve la llamada, estableciéndose una comunicación que dura cuatro minutos y 23 segundos", explicaba aquel informe. En ese análisis de los investigadores del caso hay más conversaciones rescatadas. El contacto se retomó por WhatsApp un poco después y Rodríguez Fernández le preguntó a qué dirección quería que le enviara todos los correos que el abogado de González Amador se había cruzado con la Fiscalía. García Ortiz le indicó una cuenta personal de Gmail y no la suya oficial.
García Ortiz volvió a escribir a Rodríguez Fernández para solicitarle nuevos correos esa misma noche: "Hola, nos falta el mail que el 5 de marzo le manda Julián [el fiscal a cargo del caso] al abogado. Pídeselo, por favor. Es el del que habla la prensa. Comunicándole la presentación de la denuncia". Tras una nueva llamada de 27 segundos, los mensajes reflejan que la fiscal de Madrid comenzó a pedir este correo a otros compañeros, pero ante la dificultad con la que se encontraron para dar con él, recibió un nuevo wasap de García Ortiz para insistirle en ello: "En cuanto lo tengas. Lo necesitamos para cerrar el círculo".
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Rodríguez Fernández logró finalmente enviarle este correo y el fiscal general le mandó al día siguiente la nota de prensa que iban a publicar sobre las negociaciones que habían mantenido con el abogado de González Amador. "Pensamos que está perfecta", contestó la fiscal provincial. "Aunque dan ganas de incorporar un poquito de cianuro". La Fiscalía publicó la nota esa misma mañana y García Ortiz transmitió su gratitud a Rodríguez Fernández y a su equipo.
Hay, además, constancia de otras conversaciones por mensaje que tampoco se localizan ahora. En este caso, se trata de las mantenidas en las mismas fechas con la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra. Ella misma las entregó tras declarar como testigo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Ambos discutían si debía o no debía hacerse público un comunicado sobre el intercambio de correos entre la defensa de Alberto González Amador y el fiscal del caso.
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A primera hora del 14 de marzo, se puso en contacto con ella. "Almudena, la nota está correcta en fechas y contenido. Hay que sacarla, si tardamos se impone un relato que no es cierto y parece que los compañeros no han hecho bien su trabajo", le indicó. Después de que Lastra dejara esos mensajes sin contestar, García Ortiz envió varios más. "Es imperativo sacarla. Nos están dejando como mentirosos", le dijo respecto a la nota y añadió: "Si dejamos pasar el momento nos van a ganar el relato. La actuación de las compañeras y de la Fiscalía es impecable y hay que defenderla".
Ninguno de esos contactos se ha localizado. Ante su desaparición, que apunta a un borrado, la Fiscalía General ha explicado que elimina de forma cíclica el contenido de teléfonos, ordenadores y otros dispositivos por razones de seguridad, tanto del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, como del resto de miembros de la institución, publica Europa Press. Otras fuentes citadas por El País apuntan a un cambio de teléfono del fiscal general antes de que se produjeran los registros.
El Tribunal Supremo tendrá que decidir ahora cómo proceder ante el informe. La revisión de la UCO se produjo con base en un clonado, es decir, una copia del teléfono que no se le llegó a incautar. El juez Ángel Hurtado tendrá ahora que valorar si ordena nuevas diligencias para tratar de recuperar la información desaparecida. El novio de Ayuso, personado como acusación, pidió hace meses al magistrado que se dirigiera a Google para obtener "información sobre el posible borrado de correos electrónicos" y tratara de recuperar los mensajes.
De 57 páginas a dos. La Unidad Central Operativa (UCO) despeja en unos pocos párrafos su informe sobre el contenido de los dispositivos electrónicos del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ante la evidencia de que no hay mucho que analizar. Tras revisar el teléfono, no ha localizado ni un solo mensaje en siete días. Los que van del 8 al 14 de marzo, precisamente cuando el Supremo sitúa la revelación de correos reservados del novio de Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, en su primer oficio entregado el pasado noviembre -en el que daba cuenta del resultado de la revisión de los móviles de la fiscal provincial de Madrid, Pilar Rodríguez Fernández, a lo largo de casi 60 páginas- daba cuenta de wasaps que le remitió el jefe del Ministerio Público a su subordinada y que ahora no se encuentran.