Es noticia
Podemos dispara la tensión entre los socios de Sánchez aferrado al órdago: "Trileros"
  1. España
Forcejeos dentro del bloque de investidura

Podemos dispara la tensión entre los socios de Sánchez aferrado al órdago: "Trileros"

Moncloa desdramatiza las amenazas de los morados e insiste en que atenderán a las demandas de todos sus aliados para sacar adelante los Presupuestos y los proyectos pendientes

Foto: Félix Bolaños conversa con Ione Belarra en el Congreso en 2022. (EFE/Mariscal)
Félix Bolaños conversa con Ione Belarra en el Congreso en 2022. (EFE/Mariscal)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

"Es una carrera por ver quién llega antes al precipicio, pero sin caerse". Con esta imagen elocuente describe un ministro de Sumar el forcejeo entre los socios de investidura para ocupar la mejor posición negociadora con el Gobierno. "Estamos a final de curso, toca negociar Presupuestos y las posiciones se maximizan", añade otro miembro socialista del gabinete de Moncloa sobre las continuas amenazas de ruptura. "Si es por Pablo, tumban el Gobierno", aseguraba este lunes otra fuente próxima a Yolanda Díaz. Aunque, según se autoconvencen unos a otros, "nadie quiere asumir el coste de tumbar al Gobierno".

A punto de finalizar el primer año de la legislatura, la tensión se ha disparado entre los socios parlamentarios. Toca hacer balance de los logros del curso. Y mientras en Moncloa exhiben nervios de acero ante el tsunami de informaciones judiciales que cercan al presidente y prescriben "tranquilidad" pese a la dificultad de gobernar, sus aliados demuestran un humor cada vez más envenenado. Un todos contra todos.

A la habitual dinámica de desgaste entre competidores cercanos (ERC y Junts; Bildu y PNV; Podemos y Sumar) se le debe añadir el rechazo atávico entre los dos arcos ideológicos de izquierda y derecha que componen el mal llamado bloque progresista en el Congreso, y que obstaculiza seriamente la acción del Gobierno, tal y como se ha visto con la negociación de la reforma fiscal y se va a ver ahora también con el decreto ley ómnibus de medidas sociales previsto para final de año.

Las descalificaciones entre unos y otros se repiten, con Podemos y el PNV liderando ese resquemor cruzado en las últimas semanas a cuenta del impuesto extraordinario a las eléctricas. "Los cachorritos de Repsol", increpó Belarra a los nacionalistas vascos y a Junts, por cortocircuitar el compromiso de Moncloa para extender el gravamen. El enfado en Sabin Etxea es mayúsculo, como exteriorizó este fin de semana Andoni Ortuzar en una entrevista en El Diario Vasco: "Podemos es ya un partido tóxico para la continuidad del Gobierno". "A Ione Belarra Euskadi se la sopla, le da igual. En este tema de las energéticas exhiben un maximalismo infantil y numantino en su disputa existencial con Sumar", resumió el líder del PNV.

Foto: El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, y la diputada de Junts, Miriam Nogueras. (Europa Press/Eduardo Parra)

Además, Podemos ha decidido no acudir este miércoles a la reunión convocada por Hacienda para estudiar la tasa a las energéticas ante la ausencia anunciada del PNV y Junts, cuyo voto sería imprescindible para sacar adelante el impuesto permanente que reclaman los morados. El Gobierno convocó hoy a sus socios para debatir la permanencia del gravamen a las empresas energéticas, aunque a estas alturas ya no queda mucho más margen que aprobar un nuevo decreto ley que prorrogue la tasa que caduca el próximo 31 de diciembre.

Con permiso de Junts, en este momento en que se empiezan a negociar los Presupuestos, es Podemos el que con más ímpetu desafía la legislatura. Y así lo hace saber con sus continuos órdagos a Moncloa. El primero fue la demanda de que se rebaje de media un 40% el precio de los alquileres, imposible de llevar a la práctica, así como prohibir la compra de vivienda a quienes no vayan a residir en ella; después pidieron cortar las relaciones diplomáticas con Israel y sanciones a Netanyahu; ahora amenazan con tumbar el impuesto al diésel que Hacienda prevé recuperar para final de año si no se extiende el impuesto extraordinario a las energéticas.

Y esta semana han transmitido a Moncloa que este jueves tumbarán la ley Bolaños, de modernización de la Justicia, si no se compromete antes por escrito a corregir la enmienda antiokupas del PNV que permite agilizar el desalojo en casos de usurpación o allanamiento. "Un Gobierno que se dice progresista no puede permitir que vuelvan los desahucios", afirmó ayer su portavoz, Javier Sánchez Serna, quien arremetió duramente contra el PSOE por sus prácticas parlamentarias propias de "trileros".

En Moncloa desdramatizan la tensión con Podemos e insisten en que atenderán a las demandas de todos sus socios a la vez

Precisamente, la relación más engrasada entre ambos es la del ministro de la Presidencia y de Justicia, Félix Bolaños, con Belarra. La exministra y diputada de Podemos recurre a su antiguo compañero de gabinete para enderezar las maltrechas negociaciones con la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, como se vio en la reforma fiscal. "La legislatura estuvo en juego en esa votación, pero Podemos recogió cable", certifican desde los partidos que integran el Gobierno. Fuentes de Moncloa desdramatizan la tensión con los morados. "No me preocupa que metan ruido para intentar sacar cabeza siempre y cuando acabemos pactando", subrayan.

Desde Moncloa, sin embargo, insisten en lanzar mensajes de calma y paciencia, convencidos de que podrán atender a las demandas de todos sus socios a la vez, también las de Podemos, y mantener así la estabilidad del frágil bloque de investidura.

Pero lo cierto es que el partido de Ione Belarra amaga con una "ruptura total" con el Gobierno y prepara el terreno para que no salgan las cuentas, convencidos ahora de que en ningún caso compromete la legislatura. Y si lo hace, no será responsabilidad suya.

Foto: La ministra de Educación y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría. (EFE/Mariscal)

"No sé cuándo es paripé o cuándo van en serio. Lo que tengo claro es que Pedro, con o sin presupuestos, sigue", sintetiza un diputado independentista de izquierdas.

Hasta ahora, Junts había acaparado casi todos los reproches dentro del bloque de investidura. Se le recrimina a los de Carles Puigdemont que hayan entorpecido la agenda del resto mientras los demás le apoyaban gratis sus demandas: ley de amnistía o la reforma del Reglamento para el uso de lenguas cooficiales en la Cámara, por ejemplo. El punto de inflexión llegó en septiembre, con su rechazo a tramitar la ley de alquileres temporales, que ayer, en cambio, sí permitió, aunque no garantice sus votos para sacar adelante el proyecto.

Pero ahora es Podemos el que más tensa la cuerda. La de Pedro Sánchez y sobre todo la de Sumar, a la que somete a una guerra de desgaste continua para someterle a la prueba de pureza de la izquierda a la izquierda de la izquierda. Pero también la del resto de los partidos, que empiezan a airear en público su hartazgo con la formación de Belarra y de Irene Montero, hoy eurodiputada.

"Es una carrera por ver quién llega antes al precipicio, pero sin caerse". Con esta imagen elocuente describe un ministro de Sumar el forcejeo entre los socios de investidura para ocupar la mejor posición negociadora con el Gobierno. "Estamos a final de curso, toca negociar Presupuestos y las posiciones se maximizan", añade otro miembro socialista del gabinete de Moncloa sobre las continuas amenazas de ruptura. "Si es por Pablo, tumban el Gobierno", aseguraba este lunes otra fuente próxima a Yolanda Díaz. Aunque, según se autoconvencen unos a otros, "nadie quiere asumir el coste de tumbar al Gobierno".

Unidas Podemos PSOE PNV Eléctricas Okupas
El redactor recomienda