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Aldama implica ya a siete cargos del núcleo duro de Sánchez en la trama corrupta
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Declaración ante el Supremo

Aldama implica ya a siete cargos del núcleo duro de Sánchez en la trama corrupta

La declaración en el Supremo salpica a Ábalos, Armengol, Torres, Montero, Ribera, Cerdán y Maroto e insiste en ampliar la corrupción del PSOE más allá de Transportes y Koldo

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras el último comité Federal del PSOE. (Europa Press/Rocío Ruz)
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras el último comité Federal del PSOE. (Europa Press/Rocío Ruz)
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El empresario Víctor de Aldama compareció este lunes en el Tribunal Supremo como investigado para su segunda declaración en sede judicial. El que es considerado por la UCO el “nexo corruptor” del caso Koldo abundó en el relato que presenta las presuntas irregularidades más allá del Ministerio de Transportes. Aldama apunta a la sede del PSOE por el tráfico de comisiones y a hasta siete miembros del núcleo duro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Además de José Luis Ábalos, sus dardos en el alto tribunal salpicaron también a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, los ministros Ángel Víctor Torres, María Jesús Montero, Teresa Ribera y a los cargos socialistas Santos Cerdán y Reyes Maroto.

José Luis Ábalos es la persona que sale más perjudicada después de las tres horas en las que Aldama pasó contestando preguntas del juez, el fiscal y los abogados. Contó que quien fuera mano derecha de Sánchez y número dos del PSOE le decía que parte de las comisiones que les pagaba para asegurarse contratos públicos “eran para el partido”. Aldama detalló que le entregó 170.000 euros en metálico, que el dinero se lo daban en su casa o en el despacho del Ministerio. A esto se suman capítulos ya conocidos.

Aldama se ratificó ante el Tribunal Supremo en que Ábalos firmó un contrato de compra de un piso en la Castellana, valorado en 1,9 millones de euros: “Era una garantía para comisiones futuras”. La casa, de hecho, era propiedad de Víctor de Aldama, que le explicó al fiscal lo que escondía esa operación. “Es un contrato que se hace adrede para que tuviese la garantía de que si alguien tuviese que vender un piso a un precio especial, que estuviese en tablas con Hacienda para no hacer una escritura por debajo del precio de mercado, por eso se pusieron ese precio y esas rentas”. Además, Aldama manifestó al magistrado que fue Ábalos quien le pidió que le pagara un piso a su novia.

Fue una noche cenando en el restaurante Jai Alai de Madrid “y hablando de su situación personal sugirió el tema”. Aldama contestó que “no habría ningún problema”. Apuntó que la selección del piso la hizo ella. El 28 de febrero de 2024, pocos días de estallar el caso, el exministro concedió una entrevista a Onda Cero y se le preguntó por su relación con Aldama. Se limitó a decir que le había visto “varias veces” y que era asesor de Air Europa, pero que sobre todo era Koldo quien tenía relación con él. Cuando le recordaron que celebró su 60 cumpleaños en uno de los restaurantes de Aldama, se justificó con que en ese momento todavía no le tenía “muy fichado”.

Ábalos intercedía ante Ribera y Maroto

La comisaria europea, exvicepresidenta del Gobierno de España y exministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, también salió en el interrogatorio de este lunes. En concreto, cuando Aldama contestaba a las preguntas de su propio abogado, José Antonio Choclán. El empresario declaró que se reunió con ella en el edificio en el que está su Ministerio y que el motivo del encuentro fue una charla sobre un proyecto para hacer pueblos temáticos en la España vaciada. Durante su declaración del pasado noviembre ante la Audiencia Nacional, también apuntó a que Begoña Gómez se reunió en al menos una ocasión con Ribera por un proyecto sobre la España vaciada que interesaba a la mujer del presidente.

En el sumario del caso se aprecia en los mensajes mantenidos entre ambos que Koldo García facilitó en cuestión de horas a Aldama los móviles de tres pesos pesados del gabinete socialista: las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera y la ministra Reyes Maroto. Según las comunicaciones intervenidas por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, Aldama estaba interesado en contactar con Ribera. “De Nadia no, coño, de la vice de Transición Ecológica”, exigió.

Foto: El juez Leopoldo Puente interroga como investigado al empresario Víctor de Aldama. (EFE/Mariscal)

Además de su implicación en el caso Koldo, Aldama está siendo investigado por integrar una trama que defraudó 182 millones de euros en el IVA de la gasolina. El grupo quería una licencia para operar en España con productos petrolíferos. La UCO destaca en sus pesquisas que “obtener un título de operador es necesario para llevar a cabo el fraude y se necesita autorización del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) para acceder a la misma”, el departamento que dirigía Ribera.

Preguntado por su abogado acerca de si mantuvo contactos con otros ministros, Aldama también citó a Ribera y a la exministra de Industria y actual líder del PSOE en la ciudad de Madrid, Reyes Maroto. El empresario llegó a calificar como “un tráfico de influencias” el hecho de acudir a Koldo García para que le facilite los teléfonos de estas dos integrantes del gabinete de ministros. Según dijo, “los otros conceptos” por los que pagaba las comisiones eran para que le pusieran en contacto con otros organismos públicos. Añadió que era Ábalos quien le “abría la puerta” y les ponía “en contacto”, incluyendo a Maroto y Ribera.

Torres y el piso de Atocha

Aldama también confirmó este lunes que el expresidente de Canarias y actual ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, reclamó 50.000 euros a la trama por la supuesta adjudicación irregular de contratos en plena pandemia. Según declaró ante el Supremo, el socialista exigió el pago de esta comisión a Koldo García y él le reenvió después los mensajes. El empresario ya sostuvo el pasado noviembre en la Audiencia Nacional que nunca llegó a realizar el pago y que "evidentemente" los "problemas" llegaron poco después con acusaciones de que las mascarillas que habían vendido a Canarias "eran falsas".

Foto: El expresidente canario y actual ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres. (EFE/Kiko Huesca)

Durante su comparecencia de este lunes, Aldama también ratificó el pago de un piso de Airbnb en el número 25 de la calle de Atocha de Madrid para que Torres, Koldo y Ábalos celebraran un encuentro en el que "había una serie de señoritas". Según señaló, él mismo llegó a coincidir en alguna "comida o cena" con el actual ministro, así como en una ocasión que estuvo "en el piso de Atocha con Koldo". En el escrito que entregó el pasado 4 de diciembre al Supremo, ya apuntó al alquiler de esta vivienda para celebrar "encuentros de diversa naturaleza".

Además de los contratos de mascarillas por más de 12 millones de euros, el Gobierno de Canarias que presidía Torres concedió posteriormente a los investigados adjudicaciones para realizar PCR por 5,4 millones. Aldama le vincula a su vez con el presunto amaño de un contrato de obra pública de 6,5 millones, pero el ministro niega estas acusaciones y ha anunciado que emprenderá "las acciones legales que sean oportunas ante las graves injurias y calumnias vertidas sin prueba".

Los contratos de Armengol

En el caso del Govern balear, que presidía la socialista Francina Armengol, la compra de mascarillas ascendió a 3,7 millones. Este material resultó defectuoso y se ordenó su "retirada" de los centros sanitarios en junio de 2020, pero, dos meses después, Armengol no dudó en enviar a Koldo el contacto de su consejera de Salud ante su oferta de que una empresa vinculada a la trama realizara pruebas PCR. "Vale cariño te mantengo informada de todo [sic]", le agradeció el asesor de Ábalos. Tras ese primer contacto, el Servicio de Salud de Baleares adjudicó al menos otros dos contratos por 1,1 millones a la empresa para que realizara las pruebas.

Foto: La presidenta del Congreso de los Diputados y secretaria general del PSIB, Francina Armengol. (EFE/Miquel A. Borras)

Esa buena relación se mantuvo sin cambios hasta 2023, cuando la Guardia Civil ya les había pedido los expedientes de contratación de las mascarillas y la Fiscalía ya investigaba los hechos. Tras esos requerimientos, el Govern que presidía la actual presidenta del Congreso pasó entonces a exigir la devolución del dinero que habían pagado por las mascarillas, lo que provocó que la presunta organización criminal recurriera Ábalos para que frenara esta reclamación. Según advertía el magistrado de la Audiencia Nacional en una de sus resoluciones, querían que el socialista hiciera de "intermediario".

Aldama también confirmó ese extremo durante su declaración de este lunes. "No era una deuda, sino que alegan un material defectuoso que no era tal", sostuvo ante el magistrado. "Esa gestión no se hizo a través de Koldo, sino que fue Ábalos quien habló a Armengol". El empresario apuntó para ello a que Koldo probablemente estaba ya hablando con los subdirectores de Baleares, pero, como "había prisa", él pidió "directamente en su despacho a Ábalos que hablase con la presidenta de Baleares".

El jefe de gabinete de Montero

Entre los altos cargos señalados por Aldama, se encuentra también el jefe de gabinete de la vicepresidenta María Jesús Montero, Carlos Moreno, al que asegura que entregaron 25.000 euros para que una empresa obtuviera un aplazamiento ante el pago de una deuda pendiente. El empresario ya ha reclamado al juez del Supremo que obtenga de la Agencia Tributaria "el expediente tributario completo" relativo a la compañía para comprobar que el aplazamiento se concedió, a lo que se suman las supuestas conversaciones que mantuvieron con él durante la etapa investigada y que, según afirma, estarían en un móvil que le fue incautado en octubre.

Foto: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. (EFE/Chema Moya)

"Yo no entrego el sobre, se lo entrego a Koldo y este se lo da a Moreno", afirmó este lunes ante el Tribunal Supremo, según señalan las fuentes consultadas. El magistrado Leopoldo Puente le preguntó si tiene "algún elemento que pueda corroborarlo", a lo que respondió que él mismo presenció la entrega e hizo referencia a wasaps relativos "a la ayuda sobre su sociedad". El Mundo ya desveló este lunes unos mensajes en los que Koldo escribía al jefe de gabinete de Montero pidiéndole "ayuda" para determinadas empresas.

Tras señalar el pasado noviembre a este alto cargo durante su declaración en la Audiencia Nacional, Montero sostuvo que ponía “la mano en el fuego”, pero ahora queda por ver si el magistrado solicita el volcado del móvil al que apunta Aldama y si pide el mencionado expediente tributario. En el caso concreto de la vicepresidenta, el empresario ha explicado además que mantuvo una "videoconferencia" con ella para negociar el rescate de Air Europa junto al entonces consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, lo que desmonta una vez más los intentos del Gobierno por negar una relación directa con él.

Los 15.000 euros al "electricista" Cerdán

Durante su declaración ante la Audiencia Nacional, Aldama también aseguró que le dieron 15.000 euros al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, como compensación por haber irrumpido "en terreno" ajeno y haber conseguido una licitación que, en inicio, debía atribuirse por indicación del socialista a otra constructora. Como desveló este diario, la adjudicación en cuestión se la llevó la constructora gallega Civis Global SL y provocó el enfado de Cerdán porque presuntamente él controlaba las adjudicaciones correspondientes al País Vasco y no se había recabado antes su visto bueno. En palabras de Aldama, el PSOE tenía repartido el territorio por "cupos".

Foto: Santos Cerdán en el Congreso. (EFE/Mariscal)

El empresario sostiene que la entrega de dinero se produjo en un bar situado enfrente de Ferraz y este lunes fue un paso más allá al explicar que el enfado de Santos Cerdán se debió a que la adjudicación supuestamente debía ser para Acciona. Según afirmó, Koldo García le indicó que la empresa disponía de "una serie de pactos" para obtener obra en el País Vasco y uno de ellos se frustró por la intervención de la trama. "Voy a tener que ir a Ferraz a partirle la cara a este electricista de mierda", recordó que le dijo Koldo a propósito de este episodio.

Según su versión, Santos Cerdán habló con Koldo para quejarse y le avisó de que la adjudicación que provocó el entuerto no se correspondía con lo hablado. "Eso es un tema de él y que lleva él", le dijo. Tras la discusión, supuestamente le reclamaron los famosos 15.000 euros para calmar los ánimos en lo referente a un solo contrato. "Hay otras obras, pero incidentes de este tipo fue solo este", afirmó durante su declaración.

El empresario Víctor de Aldama compareció este lunes en el Tribunal Supremo como investigado para su segunda declaración en sede judicial. El que es considerado por la UCO el “nexo corruptor” del caso Koldo abundó en el relato que presenta las presuntas irregularidades más allá del Ministerio de Transportes. Aldama apunta a la sede del PSOE por el tráfico de comisiones y a hasta siete miembros del núcleo duro del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Además de José Luis Ábalos, sus dardos en el alto tribunal salpicaron también a la presidenta del Congreso, Francina Armengol, los ministros Ángel Víctor Torres, María Jesús Montero, Teresa Ribera y a los cargos socialistas Santos Cerdán y Reyes Maroto.

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