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El precedente de la mujer de Zapatero que sacó a un diplomático de Argel para que la acompañase en sus giras
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CASO BEGOÑA GÓMEZ

El precedente de la mujer de Zapatero que sacó a un diplomático de Argel para que la acompañase en sus giras

El consejero político de la representación de España en Argelia fue enviado dos meses en comisión de servicios a París para atender a Sonsoles Espinosa, que cantaba en 'Carmen'

Foto: Sonsoles Espinosa con el Coro Antiphonarium. (EFE/J.Casares)
Sonsoles Espinosa con el Coro Antiphonarium. (EFE/J.Casares)
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Sonsoles Espinosa, la esposa del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quería un acompañante, un cicerón que le ayudase a disfrutar en sus ratos libres de la cultura y el ocio que ofrecían algunas grandes ciudades europeas por las que viajó como cantante a finales de la primera década de este siglo.

Disponía de una asesora en la Moncloa y sabía que podía contar con el apoyo de las embajadas y consulados de España allí donde fuese, pero no le debió de parecer suficiente. Se hizo acompañar por el diplomático Carlos Ruiz González, entonces consejero político de la Embajada de España en Argel, que dejó su puesto durante al menos un par de meses para atenderla. Hoy en día es "número dos" de la Embajada de España en Canadá.

Aunque Sonsoles Espinosa no tuvo ninguna otra actividad que no fuera artística, su manera de proceder, recurriendo a un funcionario para su desempeño privado, recuerda un poco en apariencia a la de Begoña Gómez, la esposa del presidente Pedro Sánchez.

El juez Juan Carlos Peinado, que investiga a Gómez, ha convocado como testigo, el viernes 20 de diciembre, a su asesora en Moncloa, Cristina Álvarez, para interrogarla sobre las gestiones que hizo con relación al máster que dirigía en la Universidad Complutense de Madrid la esposa del presidente del Gobierno. El cometido de la asesora o secretaria de la mujer de Sánchez se circunscribe a ayudarla en sus tareas protocolarias de representación.

Foto: Begoña Gómez en un acto del PSOE. (Europa Press/Francisco J. Olmo)

Ruiz González fue enviado en comisión de servicios, firmada por Diego Muñiz, entonces director general del servicio exterior, de Argel a varias ciudades europeas, pero sobre todo a París. Estuvo allí gran parte del mes de abril y todo mayo de 2007, mientras Sonsoles Espinosa cantaba en el coro de la ópera Carmen de Bizet en el teatro de Châtelet.

La esposa de Zapatero estuvo acompañada en la capital francesa por un par escoltas, por su secretaria en la Moncloa y por el diplomático al que había conocido cuando estaba adscrito al protocolo de Presidencia del Gobierno hasta 2005, año en que fue destinado a Argel. Él le hacía de intérprete, visitaba con ella museos y exposiciones e iban también de tiendas, según recuerdan diplomáticos españoles, entonces adscritos a la Embajada en París.

Foto: La portavoz del Gobierno y ministra de Educación, Pilar Alegría. (Eduardo Parra/Europa Press)

Fernando Moraleda, que era el secretario de Estado de Comunicación, justificó, en conversación con el diario El País, el desplazamiento de un diplomático de Argel a París. Argumentó que "la embajada [en París] anda justa de personal y sobrada de trabajo porque debía informar sobre las elecciones presidenciales", que concluyeron el 2 de mayo de 2007 con la victoria de Nicolas Sarkozy. "La labor de la persona que estuvo allí se enmarca en el protocolo de atención de la Embajada con las personalidades de paso", precisó.

Las comisiones de servicios para cubrir puestos en el extranjero durante semanas o meses se convocan en el Ministerio de Asuntos Exteriores mediante un procedimiento público, pero no sucedió así con la París en 2007. Están además destinadas a diplomáticos adscritos a la sede central del ministerio y no para los que ya están acreditados en capitales extranjeras.

Foto: José Luis Rodríguez Zapatero / Joaquin Corchero. Europa Press.

Miguel Ángel Barrachina, entonces diputado del Partido Popular, preguntó al Gobierno por el coste de la comisión de servicios de Carlos Ruiz González. "Sendas misiones de carácter protocolario" en París supusieron para el Ministerio de Asuntos Exteriores un desembolso de 1.069,79 euros para una estancia de 48 días. Con ese dinero se sufragaron, sobre todo, gastos de locomoción.

En septiembre de 2009 hubo una segunda comisión de servicios para acompañar a Sonsoles Espinosa y a sus dos hijas en Nueva York, pero esta vez por una duración mucho más corta, según reveló el diario ABC. El diplomático elegido fue Pablo Platas, que estaba entonces destinado en la Embajada de España en Tel Aviv. También había pasado por protocolo de Moncloa donde conoció a la familia Zapatero.

Mientras el presidente del Gobierno asistía a la Asamblea General de la ONU y después a la cumbre del G-20 en Pittsburgh, Platas hizo de guía a las tres mujeres en Nueva York, una tarea que podía haber desempeñado algún funcionario adscrito al Consulado General de España en la ciudad. El Partido Popular, esta segunda vez a través de José Luis Ayllón, volvió de nuevo a preguntar en el Congreso.

Sonsoles Espinosa, la esposa del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, quería un acompañante, un cicerón que le ayudase a disfrutar en sus ratos libres de la cultura y el ocio que ofrecían algunas grandes ciudades europeas por las que viajó como cantante a finales de la primera década de este siglo.

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