Las anécdotas de la cumbre sin cuchillo: el corte a Page, larga charla con el Rey y mucha fruta
Sánchez cronometró los turnos, de diez minutos, e interrumpió a varios presidentes que querían alargar su intervención, con la excepción de Euskadi y Cataluña. El catering fue "sencillo" y, para algunos, "escaso"
En la 'Edad del Hielo' de la política española, la XXVII Conferencia de Presidentes ha servido para destensar el témpano de incomprensión entre las administraciones públicas de distinto color político, aunque sea en cuestión protocolaria, y ha dejado una fotografía de la "unidad territorial" de España, en palabras del presidente, y algunas anécdotas. La foto de familia ha estado presidida por el Rey, quien ha compartido con los mandatarios un desayuno compuesto por café y pastas.
La primera escena que ha acaparado todas las miradas ha sido la de los saludos, un gesto congelado en el turno de Pedro Sánchez con Isabel Díaz Ayuso, que fue la única dirigente que no acudió a la ronda de barones en Moncloa. Después, "cada uno por su lado". También ha sido frío el apretón con Emiliano García-Page, aunque en general la estampa ha sido soleada, con sonrisas e intercambios inusuales entre los políticos.
La otra imagen de la mañana ha sido la larga conversación del Rey con Pedro Sánchez de camino al interior del Palacio de la Magdalena, donde Felipe VI ha compartido un desayuno de café y pastas con los mandatarios antes del inicio de la reunión ejecutiva. La imagen entre ambos ha acaparado la atención ya que se produce después de las discrepancias aireadas desde Moncloa con Zarzuela, a cuenta de la visita de los Reyes a Paiporta (Valencia) y la ausencia de alta representación institucional de España en la reapertura de la catedral de Notre Dame.
Tras el encuentro con Felipe VI, los presidentes autonómicos han iniciado la reunión con las hojas vacías sobre su mesa, tal y como han comentado irónicamente las delegaciones del PP, que se quejan de la falta de preparación de la cumbre. Tras su intervención inicial, el presidente ha ido dando paso a los líderes regionales, el primero, el lehendakari, Imanol Pradales, novato como el presidente catalán, Salvador Illa, y otros cuantos más. Por primera vez ha habido un cronómetro en la sala que tasaba los tiempos de intervención, mucho más flexible con los dos primeros intervinientes que con el resto de líderes.
En ese intercambio, el PP se ha quejado de que Sánchez haya cortado la intervención del líder gallego, Alfonso Rueda, por límite de tiempo máximo de 10 minutos. Ha hecho lo mismo con el valenciano, Carlos Mazón, y con el vicepresidente de Melilla, Miguel Marín, al que ha "interrumpido" de forma brusca con las siguientes palabras: "Usted no tiene rango de presidente", según denuncian fuentes presentes. Sánchez tampoco dejó explayarse a García-Page. El socialista se ha quejado del corte y ha espetado al presidente del Gobierno que llevaba casi tres años sin intervenir, en alusión a la última cumbre celebrada en La Palma.
Según ha desvelado 'El Diario Montañés', el menú del mediodía ha consistido en un matrimonio pasiego (anchoa), ensaladilla de langostinos, albóndigas de centollo y secreto asado con puré de manzana. Todo sin cuchillo. De postre se ha servido una tarta de queso al horno, producto estrella que la mayoría ha degustado. Fuentes de la Comunidad de Madrid han precisado que Ayuso no tiene "ninguna intolerancia alimenticia", aunque "ella es muy de fruta".
Fue este martes cuando la Moncloa llamó a la empresa de catering para encargarles el menú de la cumbre. En solo tres días mandaron una primera propuesta bajo las pocas, pero concretas, premisas que les indicaron desde la Presidencia del Gobierno. La idea es que sea un servicio "sencillo" que se pueda comer con un solo tenedor, sin usar cuchillos, según apunta la publicación.
La idea era que los líderes autonómicos pudieran comer mientras debaten las propuestas, por ello, a cada uno se le ha colocado un pequeño mantel con los cubiertos mínimos para degustar el menú. Sin cuchillos. En total, se han preparado 65 servicios para las autoridades y sus equipos. Distintos presidentes autonómicos se quejaban a la salida de haber salido con "mucha hambre" porque los platos eran "escasos".
Los acuerdos en la Conferencia de Presidentes, la primera en casi tres años, han brillado por su ausencia. Pero en lo que sí ha habido un consenso unánime es en el "frío" que había en la sala del Palacio de la Magdalena habilitada para el cónclave. A mitad de la reunión, que ha durado algo más de 4 horas, varios presidentes han solicitado estufas para calentar la sala y continuar con sus intervenciones. "Esto los del sur no lo soportamos", espetó irónico Juanma Moreno.
En la 'Edad del Hielo' de la política española, la XXVII Conferencia de Presidentes ha servido para destensar el témpano de incomprensión entre las administraciones públicas de distinto color político, aunque sea en cuestión protocolaria, y ha dejado una fotografía de la "unidad territorial" de España, en palabras del presidente, y algunas anécdotas. La foto de familia ha estado presidida por el Rey, quien ha compartido con los mandatarios un desayuno compuesto por café y pastas.
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