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Ábalos se desvincula de Aldama, mientras el empresario se dispone a aportar "más detalles"
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Declaración ante el Supremo

Ábalos se desvincula de Aldama, mientras el empresario se dispone a aportar "más detalles"

El exministro asegura que no tenía relación personal con el empresario y que le veía con frecuencia en los pasillos del ministerio camino del despacho de su asistente Koldo García

Foto: José Luis Ábalos, a su salida del Tribunal Supremo. (EFE/Mariscal)
José Luis Ábalos, a su salida del Tribunal Supremo. (EFE/Mariscal)
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A José Luis Ábalos le faltó poco este jueves para referirse a Víctor de Aldama como "ese señor del que usted me habla". Al más puro estilo de la trama Gürtel, el exsecretario de Organización del PSOE puso toda la tierra posible de por medio entre él y el comisionista que sufragó presuntamente parte de sus gastos durante su etapa como ministro de Fomento. Aldama no era más que esa persona a la que veía pasar de vez en cuando por los pasillos del ministerio camino del despacho de Koldo García. No había relación personal y, desde luego, nunca le pidió nada. "Por pudor", remató.

El relato encaja poco y mal con el que ha lanzado el aludido. Aldama ha asegurado que bautizó al diputado como el jefe y que puso a su disposición una parte de sus contactos en Iberoamérica para facilitar contratos y afianzar relaciones. También que, tras afianzar la relación, abonó miles de euros en comisiones para conseguir contratos que iban mucho más allá de los cerrados para la venta de mascarillas. Aldama parecía servir para todo y lo mismo conseguía una reserva en un restaurante que encontraba un chalet para pasar las vacaciones familiares. O un Airbnb en Atocha, ya puestos.

Consciente de que tras su paso por el Supremo será el turno de Aldama, Ábalos se distanció pero no atacó. Se mostró ante el juez y el jefe de la Fiscalía Anticorrupción mucho más cauto que en sus declaraciones públicas y evitó entrar en el terreno del insulto. Mientras tanto, el conseguidor ya prepara su comparecencia y, según precisan fuentes de su entorno, tiene previsto aportar "más detalles" que le afectan. La idea es profundizar en lo que ya ha declarado tanto en la Audiencia Nacional como en sus alegaciones escritas.

Es seguro que una de esas cuestiones será el conocimiento directo por parte del exministro de los manejos de la trama. La versión reiterada por Ábalos ha sido la de indicar que cualquier cosa con pinta de ser remotamente irregular dependía de su asesor, Koldo García, que se ocupaba de gestionarle su día a día personal y laboral. Llamó especialmente la atención la forma en la que hasta reprochó la falta de cautela de este en sus negocios. "Tendría que haber tenido cuidado, estaba en el antedespacho de un ministro", dijo al referirse a las frecuentes visitas de Aldama a su asistente.

Foto: El exministro de Transportes José Luis Ábalos, a su llegada al Supremo. (EFE/Mariscal)

Con el empresario se vio poco de tú a tú, dijo, pero, a pesar de ello, se fue con él a Oaxaca en el ya famoso viaje que supuestamente le agradeció personalmente Pedro Sánchez y, dos meses después, firmaron juntos el contrato de arrendamiento del piso de dos millones del Paseo de la Castellana. En una de las partes de su declaración más inconsistentes, Ábalos insistió que en aquello le engañaron aprovechándose de que a él le interesaba alquilar una vivienda y que podía permitírselo porque la que le proporcionaba el Ministerio le permitía ese margen.

"Koldo me cuidaba"

En resumen, Koldo se ocupaba de su vida y él desconocía si lo hacía de forma ilegal o legal. Si su asesor le facilitaba que las empresas de la trama le hicieran test gratuitos -por poner uno de tantos ejemplos que salieron en el interrogatorio- suponía que se pagaban. Aunque eso no llega ni a la categoría de favor, ya que "serían bastante económicos", lanzó.

Lo cierto es que García pasó de chófer a asesor del ministerio en una carrera meteórica y con funciones más bien curiosas, según declaró el propio Ábalos. Desde que le conoció en una visita a Navarra para promocionar la candidatura de Sánchez como secretario general y se lo presentó Santos Cerdán, le fichó como persona con un especial compromiso de militante en un momento en el que había que "coser el partido". "Durante todo ese tiempo me llevaba, me traía y me cuidaba", dijo el exministro, según confirman fuentes presentes en la declaración.

El nombramiento como asesor fue un agradecimiento y su labor en Fomento consistió en convertirse en el hombre para todo, un asistente personal que le facilitaba concentrarse en su labor pública y dejar en sus manos su ámbito privado. Koldo era la persona que iba a comprarle tabaco o algún medicamento a la farmacia. También participaba en seguridad, logística de desplazamiento y recibía todos los mensajes que debían llegarle a él. "Era la persona de referencia para llegar a mí", dijo. Es evidente que Aldama llegar, llegó.

Durante la larga declaración de este lunes hubo un abogado que no preguntó a pesar del señalamiento permanente del socialista a su hombre de confianza. El letrado de Koldo optó por callar. La Fiscalía no descarta que, también en este trance, García vuelva a convertirse en esa persona que cuida a su jefe y decida cargar con la culpa. El martes será su turno ante el juez.

A José Luis Ábalos le faltó poco este jueves para referirse a Víctor de Aldama como "ese señor del que usted me habla". Al más puro estilo de la trama Gürtel, el exsecretario de Organización del PSOE puso toda la tierra posible de por medio entre él y el comisionista que sufragó presuntamente parte de sus gastos durante su etapa como ministro de Fomento. Aldama no era más que esa persona a la que veía pasar de vez en cuando por los pasillos del ministerio camino del despacho de Koldo García. No había relación personal y, desde luego, nunca le pidió nada. "Por pudor", remató.

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