Génova da "autonomía absoluta" a Prohens para decidir si activa elecciones en Baleares
La dirección del PP delega la responsabilidad en la presidenta autonómica, a la que da su "voto de confianza". La ruptura total con Vox y la retirada de los presupuestos de 2025 abocan a Baleares a un futuro incierto, sin descartar las urnas
Baleares se abre a un nuevo e incierto escenario. La ruptura total entre PP y Vox en las islas trasciende al órdago dictado por Santiago Abascal desde Madrid, que vincula las negociaciones presupuestarias a que los populares se borren del pacto migratorio con el Gobierno. La guerra abierta por la negociación prespuestaria con el partido ultraconservador se había recrudecido en los últimos días. Y Marga Prohens dijo 'basta'. Este martes, la presidenta de Baleares retiró el proyecto de presupuestos para 2025 por la falta de apoyos y neutralizó, de paso, toda opción de reconducir la relación con Vox al aliarse con la izquierda para mantener en vigor la Ley de Memoria Democrática.
A diferencia del resto de barones del PP condicionados por Vox, en el ejecutivo balear sí contemplan el adelanto electoral como una opción plausible ante la ingente crisis con los de Abascal, una relación lastrada por continuos desencuentros desde que arrancó la legislatura. En el entorno de la presidenta popular afirman que "explorarán todas las vías posibles" para tratar de estabilizar la legislatura, y se abren a explorar acuerdos con los partidos situados a su izquierda. Pero admiten que una apertura temprana de urnas —la legislatura arrancó hace apenas año y medio— no es una vía que se pueda descartar.
En Génova, por su parte, optan por la prudencia. Desde la dirección nacional se enfrió en un primer momento la posibilidad de activar adelantos electorales en las seis comunidades donde necesitan los votos de Vox —Extremadura, Castilla y León, Aragón, Murcia, Comunidad Valenciana y Baleares— si Abascal persistía en su órdago de no apoyar los presupuestos autonómicos por un supuesto acercamiento de Feijóo a Sánchez en política migratoria. Lo cierto es que el acuerdo para reformar el artículo 35 de la ley de Extranjería está en un punto muerto, y el PP no se plantea volver a la mesa de negociación.
Con todo, fuentes de Génova apuntan que la decisión de abrir o no las urnas depende de forma "exclusiva" en Marga Prohens y delegan en ella la "responsabilidad" de anticipar las elecciones autonómicas. "Autonomía absoluta para nuestros presidentes", resumen en la cúpula nacional, donde aseguran comprender que los líderes autonómicos no tienen por qué tener "las mismas necesidades, prisas o estímulos" para poner fin a la legislatura y que el "contexto político" puede distar mucho entre Baleares, Murcia o Castilla y León.
Es por ese motivo por el que, al menos por ahora, Génova no impondrá una hoja de ruta común a sus baronías y optan por darles "un voto de confianza" para tomar sus propias decisiones. Fuentes cercanas a Marga Prohens aseguran que este martes se puso en contacto con la dirección nacional para "explicarles lo ocurrido" en el Parlament, y que desde la cúpula, a su vez, se trasladó un mensaje de apoyo a lo sucedido. Según estas mismas fuentes, en esas conversaciones no se evaluó de forma concreta la opción de un adelanto electoral, si bien en el ejecutivo balear recogen el guante y creen que cuentan con "libertad" para tomar esta decisión si la consideran oportuna.
En todo caso, desde Génova ponen el foco de culpa en Vox. "Nadie les ha votado para que le compliquen la vida a los gobiernos del PP", advierten. "Si quieren dar inestabilidad a nuestros gobiernos es su decisión. Y si quieren dar una revancha en las urnas a la izquierda, también tendrán que explicarlo ellos", inciden. Hay que recordar que hay dos territorios gobernados por el PP, Castilla y León y Andalucía, a los que les corresponde abrir las urnas en febrero y junio de 2026, respectivamente. A Baleares, salvo adelanto electoral, no le correspondería hasta 2027.
La situación de las islas es particular. Mientras otros territorios ven posible reconducir la negociación con Vox y aprobar las cuentas, en Baleares la ruptura es total. El choque no sólo viene por la cuestión migratoria. El gran escollo es la política lingüística. El PP se niega a eliminar el catalán como lengua vehicular en los centros educativos, y Vox lo mantiene como línea roja. Esta pugna ha derivado en un choque frontal con difícil solución. La pugna escaló especialmente hace dos semanas, cuando los populares aprobaron por error una batería de enmiendas de Vox a una ley autonómica para incluir la batalla por la lengua.
Prohens maniobró anunciando un decreto para eliminar dichas enmiendas, y Vox contraatacó tumbando la ley presupuestaria en el paso previo de su votación en el pleno. Este martes, el PP castigó a los ultraconservadores aliándose con la izquierda para posponer la votación de la derogación de la Ley de Memoria Democrática, a sabiendas de que ese paso provocaría la ruptura total de las relaciones. La presidenta del PP balear se separa de este modo de la tesis de otros barones del PP. Por ejemplo, el presidente de Aragón, Jorge Azcón, ha dado la batalla en los tribunales para tumbar la normativa, aprobada por el PSOE en 2018 en su comunidad autónoma.
La presidenta del Govern reunió el pasado domingo a decenas de alcaldes, portavoces municipales y presidentes de las juntas locales para "tantear el terreno" ante un hipotético adelanto electoral. Y recibió, de forma inesperada, el respaldo de la mayoría del partido. Según pudo saber este medio, Prohens acudió a la cita con encuestas internas que avalaban una posible mayoría del PP sin Vox en caso de abrir las urnas. Por el momento la tesis es la de esperar. Pero sin descartar ningún escenario.
Baleares se abre a un nuevo e incierto escenario. La ruptura total entre PP y Vox en las islas trasciende al órdago dictado por Santiago Abascal desde Madrid, que vincula las negociaciones presupuestarias a que los populares se borren del pacto migratorio con el Gobierno. La guerra abierta por la negociación prespuestaria con el partido ultraconservador se había recrudecido en los últimos días. Y Marga Prohens dijo 'basta'. Este martes, la presidenta de Baleares retiró el proyecto de presupuestos para 2025 por la falta de apoyos y neutralizó, de paso, toda opción de reconducir la relación con Vox al aliarse con la izquierda para mantener en vigor la Ley de Memoria Democrática.
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