La Mesa del Congreso tumbará la cuestión de confianza de Junts basándose en un precedente del PSOE
En 2013 no se tramitó una iniciativa socialista de petición de responsabilidades políticas a Mariano Rajoy porque los letrados argumentaron que era una "moción de censura encubierta". La petición de Junts tampoco cumple el cauce legal
Los socialistas no están por la labor de tramitar en el Congreso la demanda de Junts de que el presidente del Gobierno se someta a una cuestión de confianza, aunque lo haya pedido públicamente el propio Carles Puigdemont. La proposición no de ley se tiene que debatir en la Mesa de la próxima semana y en estos momentos el PSOE y Sumar se inclinan por tumbarla, a pesar de que la sensación inicial era que la dejarían pasar sólo por estar a buenas con Junts, de quien depende la aprobación de los presupuestos de 2025.
Pero fuentes parlamentarias aseguran que se ha pedido un informe a los letrados porque su petición pervierte el desarrollo de una cuestión de confianza, que sólo puede solicitar el jefe del Ejecutivo, previa deliberación en Consejo de Ministros.
Y apuntan a la existencia de una iniciativa del propio grupo socialista de 2013, cuando al frente del PSOE estaba Alfredo Pérez Rubalcaba y se pedía a Mariano Rajoy responsabilidades políticas por el caso Bárcenas. En ese caso, según determinaron los servicios jurídicos, se intentaba impulsar "una moción de censura encubierta".
Con este razonamiento no se admitió parte de una moción consencuencia de una interpelación del grupo socialista. En aquel escrito, el PSOE instaba al presidente del Gobierno a "asumir las responsabilidades políticas que ineludiblemente deben derivarse de las falsedades vertidas en el pleno del Congreso", pero los letrados interpretaron que eso significaba una moción de censura por la puerta de atrás.
Las fuentes parlamentarias consultadas estiman que este precedente puede operar en el caso de la propuesta de Junts con la cuestión de confianza. De hecho, este mismo martes la Mesa de la Cámara se ha reunido para rechazar una iniciativa de Vox en la que pedía al Parlamento que proponga al Rey la disolución inmediata de las Cortes Generales para que los españoles puedan elegir un nuevo Gobierno, que también sirve a los socialistas para reforzar su tesis de que la proposición no de ley de Puigdemont no es viable jurídicamente.
El órgano rector de la Cámara se ha reunido de urgencia para eliminar ese párrafo de una enmienda de los de Santiago Abascal a una moción del PP porque la prerrogativa de convocar elecciones corresponde únicamente al presidente del Gobierno. PSOE y Sumar votaron a favor de su supresión, mientras que los populares demandaron que lo reformulase.
A la espera de la opinión de los letrados, los socialistas están armándose con todos estos argumentos para oponerse a la proposición no de ley de Junts, a pesar de que la formación independentista pedía al menos su debate. Los votos de Puigdemont son fundamentales para que el Gobierno pueda sacar adelante las cuentas del próximo año y la relación con ellos es compleja. Y si al final su propuesta no se tramita, el PSOE se expone a más problemas.
Los socialistas no están por la labor de tramitar en el Congreso la demanda de Junts de que el presidente del Gobierno se someta a una cuestión de confianza, aunque lo haya pedido públicamente el propio Carles Puigdemont. La proposición no de ley se tiene que debatir en la Mesa de la próxima semana y en estos momentos el PSOE y Sumar se inclinan por tumbarla, a pesar de que la sensación inicial era que la dejarían pasar sólo por estar a buenas con Junts, de quien depende la aprobación de los presupuestos de 2025.
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