Puigdemont amenaza a Sánchez exigiendo una cuestión de confianza y el PSOE replica que ellos "cumplen"
El líder de Junts hace examen del acuerdo de Bruselas que permitió la investidura de Pedro Sánchez. Los socialistas lo atribuyen todo al proceso de "negociación" de los presupuestos y no se plantean que el presidente pida la confianza del Congreso
En el mismo sitio en el que celebró el conocido como “acuerdo de Bruselas” que permitió la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, el mismo sitio en el que apareció por primera vez el 31 de octubre de 2017 tras huir de España en un maletero tras la fallida declaración unilateral de independencia, Carles Puigdemont, líder de Junts per Catalunya, anunció esta mañana que su formación ha registrado una iniciativa parlamentaria para que el Congreso de los Diputados pida al presidente del Gobierno que se someta a una cuestión de confianza. El líder independentista defendió que se requiere "un punto de inflexión" y que Sánchez debe tener el “coraje de asumir su propia responsabilidad”.
“Planteamos una cuestión de la confianza porque aquellos que confiamos consideramos que no ha hecho un buen uso” de ella, explicó Puigdemont. Aclaró que no se trata de una moción de censura porque ya se asume que el Partido Popular y Vox están en contra del Gobierno. “La descoordinación entre lo abordado en Suiza - donde se reúne el partido independentista y el PSOE - y la praxis del Gobierno español es muy preocupante”, subrayó el expresident de la Generalitat, quien recordó que ya se le avisó a los socialistas que “si pensaban que el acuerdo de Junts lo daban por descontado eso tendría consecuencias”.
“Hoy podemos afirmar que las cosas no van bien y que ha llegado el momento de un punto de inflexión o lo dejamos ir”, aseguró Puigdemont, en una referencia al hecho de que Junts está dispuesto a retirar su apoyo al Gobierno. El líder independentista destacó que el partido no va a negociar los presupuestos generales del Estado de 2025 por el momento. “Nosotros ya hemos explicado desde el primer día cuáles eran las condiciones con las que estábamos dispuestos a negociar los presupuestos, y esas condiciones no se han cumplido”. También en Bruselas para participar en el Eurogrupo, Carlos Cuerpo, ministro de Economía, ha defendido que seguirá intentando sacar adelante los presupuestos.
Puigdemont sostuvo que ha habido pocos progresos sobre la oficialidad del catalán en la Unión Europea porque el Ejecutivo español no lo ha considerado una “prioridad”, y también criticó que la amnistía no es tal “porque (...) no es completa”. Sobre el catalán, que requiere la unanimidad de los Estados miembros de la Unión Europea, una unidad que hoy por hoy no existe, el expresident ha asegurado “hoy ya podría ser oficial, no lo es porque no se ha intentado”. Además, hizo mucho hincapié en que Sánchez sí que se ha implicado para lograr una vicepresidencia ejecutiva para Teresa Ribera incluso “pactando con Meloni (primera ministra italiana) y Orbán (primer ministro de Hungría)”, una demostración de que el líder socialista sí que podría haber conseguido la oficialidad del catalán.
El líder independentista indicó que si el presidente del Gobierno pierde la votación de una petición de una cuestión de confianza y el Ejecutivo español no la plantea al Congreso será una “grave irresponsabilidad” y Junts debería tomar sus “propias decisiones”, sin aclarar si el partido independentista se uniría o no a una moción de censura. Puigdemont insistió en que ya sabía que los socialistas “no son de fiar”, pero explicó que “la diferencia es que ahora los compromisos se adquieren ante una tercera parte y queda documentada para ahora y para el futuro el papel de cada uno”, haciendo referencia al mediador internacional que PSOE y Junts acordaron como parte del acuerdo de Bruselas de noviembre de 2023.
El Gobierno tenía claro que la comparecencia este lunes de Puigdemont iría precisamente en esta línea: pedir que primero se cumplan los acuerdos pendientes. Pero no contaba con esta fórmula de reclamar que Sánchez se someta a una cuestión de confianza. Nada más lejos de las intenciones de la Moncloa. "Tenemos a un presidente que tiene claramente la confianza de la mayoría de los españoles", manifestó el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres.
La demanda de Junts no parece haber causado un gran temor ni en el Ejecutivo ni en Ferraz. A través de Enma López, convertida este lunes en portavoz oficial, la dirección del PSOE, atribuye la presión a que "estamos en medio del proceso de negociación de los presupuestos". En cualquier caso recuerdan que la presentación de una cuestión de confianza corresponde sólo al presidente. Así lo regula el reglamento de la Cámara baja: "El presidente del Gobierno, previa deliberación en Consejo de Ministros, puede plantear ante el Congreso de los Diputados la cuestión de confianza sobre su programa o sobre una declaración de política general".
López pidió "calma, tranquilidad" porque el PSOE y el Ejecutivo "cumplen" y frente a las declaraciones del expresident de que Sánchez no es de fiar, replicó que todo lo contrario: "es muy de fiar, igual que lo es todo este Gobierno. "El PSOE cumple lo que pacta", reiteró, y además nosotros tenemos tres años por delante", en alusión a que las elecciones generales no tocan hasta 2027.
A pesar de este llamamiento a la tranquilidad, los socialistas deberán retratarse sobre la proposición no de ley de Junts, que pasará por la Mesa del Congreso de la próxima semana. En ese momento, PSOE y Sumar, que tienen mayoría en este órgano, deberán votar a favor o en contra de su tramitación. Fuentes de Junts apuntan a que si los socialistas lo rechazan "tomaremos nuestras decisiones". "Si no aceptan ni debatir, es más complicado el apoyo", en referencia a los PGE.
En los últimos días distintas fuentes del Ejecutivo han dado por seguro que habrá nuevos presupuestos con el apoyo de Junts, que se presentarían a principios de año. El Gobierno quiere esperar también a que acabe la elección de un nuevo líder en ERC y está cerrando con los posconvergentes el traspaso a la Generalitat de la gestión de las competencias en inmigración, un asunto peliagudo, sobre el que existían muchas diferencias pero que la Moncloa ve ya muy encarrilado.
Feijóo advierte a Junts: "Les va a intentar engañar"
Por su parte, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, se ha pronunciado sobre el órdago de Junts desde Barcelona, donde tenía agendada una visita a las instalaciones de ISDIN. Aunque ha asegurado que no conoce si los de Puigdemont "van en serio", el dirigente popular sí ha lanzado una advertencia a la formación independentista. "Sánchez va a seguir intentando engañar a Junts como ha engañado a todo el mundo", lanzaba, sin aclarar en este punto si el PP estaría dipuesto a apoyar o no la proposición de ley de los neoconvergentes.
"Sánchez sólo tiene dos posibilidades: seguir cediendo al separatismo o poner fin a la legislatura. Lo lógico sería lo segundo", apuntaba. En privado, desde la dirección de Génova se asume que Sánchez no pondrá fin a su mandato, al menos en el corto plazo, e incluso hay quien cree que el líder socialista será capaz de sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado con el respaldo de Junts, aunque ello implique nuevas cesiones al separatismo.
En el mismo sitio en el que celebró el conocido como “acuerdo de Bruselas” que permitió la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, el mismo sitio en el que apareció por primera vez el 31 de octubre de 2017 tras huir de España en un maletero tras la fallida declaración unilateral de independencia, Carles Puigdemont, líder de Junts per Catalunya, anunció esta mañana que su formación ha registrado una iniciativa parlamentaria para que el Congreso de los Diputados pida al presidente del Gobierno que se someta a una cuestión de confianza. El líder independentista defendió que se requiere "un punto de inflexión" y que Sánchez debe tener el “coraje de asumir su propia responsabilidad”.
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