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Una cadena de errores reactiva el debate LGTBI en el PSOE y tensa la reunión de la primera Ejecutiva
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Una cadena de errores reactiva el debate LGTBI en el PSOE y tensa la reunión de la primera Ejecutiva

Choque en Ferraz entre el responsable de Política LGTBI y la alcaldesa de A Coruña. El conflicto se extiende, Murcia se declara en rebeldía y quiere añadir las siglas Q+ en el cónclave regional

Foto: Los ministros Ana Redondo y Fernando Grande-Marlaska, y el secretario de Políticas LGTBI del PSOE, Víctor Gutiérrez (EFE/Eugenia Morago)
Los ministros Ana Redondo y Fernando Grande-Marlaska, y el secretario de Políticas LGTBI del PSOE, Víctor Gutiérrez (EFE/Eugenia Morago)
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Una concatenación de fallos ha reactivado en el PSOE el enfrentamiento entre el feminismo y la comunidad LGTBI y ha devuelto a primera línea la tensión interna por la ley Trans, hasta el punto de empañar la primera reunión de la Ejecutiva. El 41 congreso federal del partido, celebrado este fin de semana en Sevilla, eliminó de la ponencia las referencias Q y + en las siglas LGTBI y vetó la participación de personas del "sexo masculino" en competiciones deportivas para mujeres. Las feministas del PSOE defendieron y sacaron adelante sus enmiendas, sin que nadie en la dirección cayera en la cuenta.

El origen de la polémica es también un error de cálculo. La primera redacción del texto, según aseguran fuentes socialistas, no incluía ni la Q , que abraza la teoría ‘queer', defensora de identidades sexuales ajenas a cualquier norma, ni el + (plus), que amplía a las sensibilidades más minoritarias. Se limitaba sólo a la referencia LGTBI, que había refrendado el 40 congreso Fue Moncloa, explican, quien introdujo la Q y el +, en la revisión que hizo del texto y que directamente se envió a la militancia, sin que hubiera opción a más correcciones.

Otras fuentes del partido corroboran que, efectivamente, "hubo varias manos", como demuestra que en el documento aparecían hasta tres menciones distintas al colectivo: LGTBI, LGTBIQ y LGTBIQ+.

Una vez que se distribuyó a los afiliados, el grupo de mujeres que en el anterior cónclave ya se rebelaron contra la autodeterminación de género de la ley Trans y perdieron, se organizaron para redactar enmiendas, las enviaron a sus contactos en otras federaciones y lograron imponerse en la votación, tanto en el asunto del deporte como en la desaparición de la Q y del +. Lo ganaron en la comisión de Igualdad e inmediatamente después en el plenario.

Foto: La ministra de Igualdad, Ana Redondo, durante uno de los actos del Congreso del PSOE en Sevilla. (EP / Joaquín Corchero)

Su victoria ha provocado un incendio interno que eclipsó la primera reunión de la nueva Ejecutiva y que amenaza con propagarse en los congresos regionales. El lunes en Ferraz, en un encuentro que debía ser de presentación de los nuevos miembros de la dirección, se produjo un choque entre el secretario de Políticas LGTBI, Víctor Gutiérrez, y la alcaldesa de A Coruña, Inés Rey.

Gutiérrez intervino para asegurar que varias compañeras se habían organizado para reventar la ponencia, según relatan fuentes presentes, y que él no acataba el resultado. Antes de entrar ya había manifestado a los medios de comunicación que "en el congreso se han decidido por votación unas cosas", pero "el sentir de gran parte de la militancia y de la inmensa mayoría" de las personas que votan al PSOE "es otro".

Inmediatamente Rey pidió la palabra para defender que las resoluciones "hay que respetarlas y defenderlas", y que la posición "no es discutible". "Ya lo ganamos", subrayó. La alcaldesa de A Coruña forma parte junto a la también gallega Silvia Fraga, secretaria de Igualdad del PSdG, la vasca Teresa Laespada o la histórica Ángeles Álvarez, del grupo que ha estado detrás de este movimiento, contrarias al "borrado de la mujer", que en su opinión, supone la autodeterminación de género (el cambio en el Registro Civil) de la ley Trans.

El enfrentamiento entre ambos obligó a mediar a la presidenta del partido, Cristina Narbona, que zanjó la discusión con la defensa de que, gracias a la lucha de las feministas de su generación, se han reconocido los derechos del colectivo LGTBI.

Foto: ¿Cuál es el verdadero significado de las siglas LGTBIQ+? ( EFE / Luca Piergiovanni)

El problema es que el conflicto no se frena ahí. La Federación Estatal LGTBI+ ya ha expresado su "profundo pesar" ante el texto aprobado en el congreso que apela sólo a LGTBI, sin plus. Y federaciones como el PSOE de Murcia se han declarado en rebeldía. Este jueves la ejecutiva firmó un comunicado en el que avisan de que "acatamos los acuerdos aprobados en nuestro congreso" pero "no renunciamos a nuestro legítimo derecho de defender la incorporación de la Q+ en nuestra ponencia marco". En resumen, que en contra del documento político vigente, son partidarios de usar la nomenclatura LGTBIQ+.

Su pronunciamiento abre el camino a que otras organizaciones sigan sus pasos. La controversia ha obligado al PSOE a dar explicaciones. Fuentes de Ferraz manifestaron ayer que son "un partido muy amplio y diverso, pero el sentir general de nuestra militancia y de nuestro electorado es el de garantizar los derechos de las personas trans así como su protección ante las injusticias, las discriminaciones y los diferentes tipos de violencia que sufren a diario". "Queremos lanzar un mensaje de tranquilidad a las personas trans y también a nuestra militancia". Desde el Gobierno, subrayan, "garantizaremos siempre el derecho de las personas trans a participar y practicar deporte, ya sea profesional como amateur".

Varios dirigentes han reconocido a este diario que en el congreso falló la organización a distintos niveles. Las votaciones de las enmiendas se produjeron con muy poco aforo, lo que no invalida la resolución, pero demuestra que la dirección no estaba pendiente de ello. En Valencia hace tres años, en el anterior congreso, Ferraz se arremangó para cumplir el deseo de la Moncloa y sacar adelante la ley Trans, en los términos pactados con Podemos. Las feministas, entonces, lo perdieron todo.

Foto: Carmen Calvo, en la Comisión de Igualdad, este lunes. (EFE/Fernando Alvarado)

Otro de los errores al que se alude es que no ha habido comunicación entre la secretaría de Igualdad, que hasta el cónclave de Sevilla dirigía la ministra de esta misma área, Ana Redondo, y el responsable de Política LGTBI. En el PSOE hay quien cree que Redondo ha salido de la dirección precisamente por esto. Otras fuentes opinan que ha sucedido sólo para hacer hueco a Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana y a quien Pedro Sánchez impulsa como candidata a la alcaldía de Valencia.

La realidad es que ha existido improvisación y que internamente se dio por hecho que las feministas no plantearían batalla para no contrariar a Sánchez. "Carmen Calvo le ha echado un pulso a la Moncloa", sostiene un cargo del PSOE. La ahora presidenta del Consejo de Estado participó en la comisión de Igualdad en Sevilla e incluso actuó de asesora, aunque fuentes socialistas señalan que "no ha tenido nada que ver" en toda la operación previa. "Mientras que fue vicepresidenta participó en la redacción de la ley Trans y en el 40 congreso fue la que nos vendió, al dificultar que se votara la enmienda en contra de la autodeterminación de género", apuntan.

Una concatenación de fallos ha reactivado en el PSOE el enfrentamiento entre el feminismo y la comunidad LGTBI y ha devuelto a primera línea la tensión interna por la ley Trans, hasta el punto de empañar la primera reunión de la Ejecutiva. El 41 congreso federal del partido, celebrado este fin de semana en Sevilla, eliminó de la ponencia las referencias Q y + en las siglas LGTBI y vetó la participación de personas del "sexo masculino" en competiciones deportivas para mujeres. Las feministas del PSOE defendieron y sacaron adelante sus enmiendas, sin que nadie en la dirección cayera en la cuenta.

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