Aldama carga contra Pedro Sánchez e insiste en que contaba con su visto bueno
Insiste en sus nuevas alegaciones en el que el presidente del Gobierno conocía sus gestiones y estaba informado por Ábalos que era "su mano derecha"
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Esto es la guerra. Víctor de Aldama lo ha vuelto a hacer en su confesión extendida y por escrito remitida al Tribunal Supremo, que le interrogará el próximo 16 de diciembre. El empresario situado en el centro de todas las tramas del caso Koldo, ha cargado contra Pedro Sánchez y deslizado que el presidente del Gobierno era conocedor de sus gestiones y le avalaba. Lo hace cuando aún resuena su amenaza a la salida de prisión -"si quiere pruebas, las tendrá", lanzó- y justo después de vincular al Ejecutivo con más de un centenar de adjudicaciones irregulares de obra pública.
El empresario ha ido en estas semanas sembrando dudas sobre distintos miembros del Ejecutivo y ha empezado ya a enseñar algunas de sus cartas. Apunta directamente a Santos Cerdán, el ministro Ángel Víctor Torres y el entorno de la vicepresidenta María Jesús Montero, pero mantiene siempre el foco sobre Pedro Sánchez al que vincula con la actividad de la trama a través del que era -dice- "su mano derecha", José Luis Ábalos, hoy por hoy un apestado pero en aquellos años secretario de organización del PSOE.
Su último escrito ahonda, un poco más, en la ya famosa foto que agita como señal de su contacto con el presidente del Ejecutivo que combina con una visita a México en la que acompañó a Ábalos, poniendo a disposición de este y del Gobierno, por tanto, sus conexiones privilegiadas con destacadas figuras de aquel país. Sus alegaciones remitidas al juez Leopoldo Puente destacan que el viaje se realizó el 4 de febrero, al día siguiente del encuentro con Pedro Sánchez y de la instantánea tras el acto de presentación de Pepu Hernández.
Aldama incide en que acudió a aquel mitin "como VIP" y que la fotografía del reservado se tomó "horas antes de embarcarse en el vuelo a Oaxaca (México)". Era domingo 3 de febrero de 2019 y, al día siguiente, "partió con el hombre de confianza del presidente". "El señor Ábalos era el secretario de Organización del PSOE, por tanto, su mano derecha en el aparato de Ferraz", destaca.
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En el escrito insiste en el mismo relato que ya describió frente al juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno y que repitió en una entrevista concedida a la cadena Cope. La foto, dice, se tomó tras un encuentro que "fue planificado con el presidente" para que este le agradeciera las gestiones que estaba realizando en favor de su Gobierno. Le dio las gracias y destacó que le tenían informado de sus labores para favorecer aquellas relaciones internacionales.
En el ámbito internacional (y nacional)
Tras esta insistencia se esconde la evidente intención de Aldama de situar a Sánchez en el origen de las actividades de la trama y apuntar a que era conocedor de todo lo que se movía. El inicio de relaciones, destaca, arrancó "en el ámbito internacional" pero después se intensificó "en el ámbito de la contratación pública nacional". Ya en ese primer viaje fuera de España se cerraron negocios. Más de los que han trascendido hasta el momento, deja caer.
La visita oficial a México, tenía como objetivo que empresas españolas se llevaran el contrato de la línea verde del tren maya. Además de Ábalos, en la comitiva viajaba la entonces presidenta de INECO, Carmen Librero, "que realizó otros viajes con Víctor de Aldama". Por ejemplo, participó en un encuentro oficial de la Organización Mundial de Turismo celebrado en Georgia al que también acudieron representantes de algunas de las empresas que sitúa como beneficiadas por adjudicaciones en territorio nacional.
Las alegaciones desarrollan después toda una operativa de cobro de comisiones a constructoras a cambio de contratos y sitúa a Ábalos como uno de los promotores. Arroja sospechas sobre 128 contratos por importe superior a los 60 millones de euros en licitaciones dependientes del Ministerio de Fomento. La siguiente pantalla, su declaración ante el juez en el Supremo.
Esto es la guerra. Víctor de Aldama lo ha vuelto a hacer en su confesión extendida y por escrito remitida al Tribunal Supremo, que le interrogará el próximo 16 de diciembre. El empresario situado en el centro de todas las tramas del caso Koldo, ha cargado contra Pedro Sánchez y deslizado que el presidente del Gobierno era conocedor de sus gestiones y le avalaba. Lo hace cuando aún resuena su amenaza a la salida de prisión -"si quiere pruebas, las tendrá", lanzó- y justo después de vincular al Ejecutivo con más de un centenar de adjudicaciones irregulares de obra pública.