Aldama guarda todas las pruebas en un móvil requisado el 7-O y se ofrece al juez para desencriptarlo

Un teléfono móvil guarda los secretos del empresario Víctor de Aldama, el exministro José Luis Ábalos y otros investigados en el llamado caso Koldo. El aparato obra en poder de la Audiencia Nacional y, según ha reconocido el propio empresario ante el Supremo, alberga las pruebas de las informaciones que viene desvelando desde hace semanas, tanto en sede judicial como en los medios de comunicación. Aldama, que un día fue hombre de confianza del PSOE y el Gobierno de Pedro Sánchez, hoy es su peor pesadilla. El comisionista está colaborando con las autoridades y ahora se ofrece a desencriptar el teléfono que amenaza convertirse en la caja de Pandora del caso.

“En todos los contactos a que hemos hecho referencia se contienen comunicaciones por la vía de WhatsApp, relevantes para la presente causa especial y que corroborarán muchos de los extremos relatados por Víctor de Aldama en su declaración. Pero resulta necesario poder acceder al terminal del teléfono intervenido”, dice el abogado del empresario en una comunicación oficial entregada al Alto Tribunal a la que ha tenido acceso este periódico. Según dice, el acceso al terminal está restringido porque tiene una clave de seguridad, pero el mismo pide a las autoridades su volcado para acreditar su relato.

Por el momento, el Supremo ha descartado el volcado de este móvil, pero apunta a que tomará la decisión definitiva tras el próximo 16 de diciembre, cuando ha citado a Aldama a declarar como imputado. "No ha lugar, en este momento, a requerir al Juzgado Central número 5 el volcado del teléfono móvil que se interesa y la remisión del terminal telefónico a este instructor, sin perjuicio de lo que en su procedimiento pudiera resolverse y de aclarar, en la declaración del investigado señalada para el próximo día 16 de diciembre, en qué concretos aspectos lo considera relevante para los hechos que aquí se investigan", sostiene en una providencia notificada este jueves.

El Supremo responde así al escrito que Aldama presentó este miércoles y en el que ha dado varios pasos más allá en su voluntad de tirar de la manta, tal y como avanzó en marzo El Confidencial. El Alto Tribunal ha asumido el caso y en las próximas semanas se espera una ronda de declaraciones de alto voltaje para la Moncloa. Cuatro días antes que Aldama, declarará el exministro Ábalos, tras lo que cerrará la ronda el que fuera su asesor, Koldo García, el día 17. El documento aportado este miércoles por el empresario obliga, de entrada, a revisar sus estrategias a todos los implicados.

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El comisionista del caso Koldo mantiene lo dicho en la Audiencia Nacional y descarga una nueva batería de acusaciones que exceden con mucho al cobro de comisiones a cambio de contratos públicos para comprar material sanitario. Añade el pago de dádivas por adjudicaciones en el campo de la construcción, operaciones de compras de casa como garantía de que los sobres llegarían a su destino, señala de nuevo a otros dirigentes como Ángel Víctor Torres y amplía el ratio de sospechosos hasta el hijo de Ábalos. Y la manera de acreditar lo dice es su teléfono móvil acabado en 6202.

El documento sostiene que Víctor Ábalos, el hijo del ministro, participó en las gestiones para la transmisión de un piso en la Castellana para su padre. Estaba valorado en 1,9 millones de euros, era propiedad de Aldama y sirvió como garantía de que empresas determinadas pagarían comisiones a cambio de contratos amañados de obra pública. El empresario cuenta que se cruzó mensajes con Víctor Ábalos por este asunto y cita su teléfono como garantía: “El contacto con el citado aparece en el móvil número + 34 XXX XX6202, intervenido en el registro del pasado día 7 de octubre”.

Fue intervenido, según dice, por orden del titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, al frente de la investigación sobre el fraude de los hidrocarburos que le llevó a la cárcel en esas fechas. Fue su declaración en la Audiencia Nacional y su pacto con Fiscalía, a cambio de colaborar, lo que le mantiene en libertad provisional desde el 21 de noviembre. Este dispositivo se une a los cinco teléfonos y un ordenador personal que la UCO se llevó de su casa en San Sebastián de los Reyes cuando fue arrestado por primera vez en febrero en el marco del caso Koldo. Sin embargo, Aldama da especial relevancia a este último móvil intervenido.

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Según dice, en ese teléfono también están sus conversaciones con Carlos Moreno, el jefe de Gabinete de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En la Audiencia Nacional, Aldama dijo que le pagó una comisión a cambio de recibir un trato de favor por parte de Hacienda para una de sus empresas llamada Pilot Real Estate. En concreto, le ayudaron a aplazar una deuda con el fisco. En su escrito remitido al Supremo, añade que “a través de este contacto se mantuvieron varias conversaciones de WhatsApp. En ellas, Moreno solicitó que le facilitara oportunidades de inmuebles, toda vez que quería adquirir uno con su pareja, comenzando una relación de interés”. Finalmente, la vivienda que se compró no fue facilitada por Aldama, dice.

El empresario aporta además una tarjeta de visita de Moreno para acreditar su relación e invita a los investigadores a pedir en la Agencia Tributaria el expediente tributario completo relativo a Pilot Real Estate, “donde podrá comprobarse la concesión del aplazamiento y su fecha, y su cotejo con las fechas en las que se mantuvieron aquellas comunicaciones”. En los registros de la UCO realizados en febrero en las oficinas de las empresas de Aldama, la Guardia Civil ya se llevó una carpeta con toda la contabilidad de esta sociedad, según consta en el sumario al que ha tenido acceso este periódico.

Aldama sitúa de nuevo su móvil como pieza clave para esclarecer su relación con Ángel Víctor Torres. El empresario sostiene que el expresidente de Canarias y hoy ministro del Gobierno de Pedro Sánchez le pidió una comisión de 50.000 euros a cambio de contratar a sus socios para el suministro de material sanitario. Como Aldama ya había pagado muchas comisiones, se negó y además le recordó a Koldo García –que ejercía de intermediario– que a Torres ya le habían beneficiado “facilitando inmuebles para encuentros de diversa naturaleza en los que participaba junto a otras personas”.

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Siempre que alude a alguien, el escrito muestra un pantallazo del teléfono con el contacto del aludido. “El WhatsApp con el que se mantenían las comunicaciones con el entonces presidente de Canarias es de “Ángel Víctor Canarias Psoe Secretario General”. Como podrá observarse, es el mismo contacto WhatsApp que se contiene en el teléfono móvil de don Víctor de Aldama, y que se ha reflejado más arriba. A este WhatsApp le envió mensajes a Torres Tapia, socio de don Víctor de Aldama”, precisa el escrito.

Otro de los citados es el que fuera responsable de Correos y ex jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, Juan Manuel Serrano; la ya exministra de Transición Ecológica y vicepresidenta, Teresa Ribera y la presidenta de Adif Isabel Pardo de Vera. Todas sus acusaciones, insiste el escrito de Aldama ante el Supremo, podrán demostrarse si se desencripta el móvil que le requisó la UCO el 7-O. Y él se ofrece al juez para volcar su contenido.