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España cuenta con un ejército para emergencias, pero está lleno de agujeros
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¿Quién coordina a estos equipos?

España cuenta con un ejército para emergencias, pero está lleno de agujeros

Nuestro país cuenta con un sistema de Protección Civil que une a miles de profesionales y voluntarios. Los expertos destacan su labor, pero admiten que la estructura hace agua, ni siquiera sabemos de cuantos efectivos disponemos

Foto: Agentes de Protección Civil de Málaga. (Europa Press/Álex Zea)
Agentes de Protección Civil de Málaga. (Europa Press/Álex Zea)
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En las marquesinas repartidas por Pozuelo de Alarcón aparece estos días un mensaje nuevo: "Únete al cuerpo de Protección Civil". El municipio más rico de España "necesita", así lo especifica, vecinos mayores de 16 años que se sumen a este equipo de asistencia en emergencias. No es el único en una situación similar. En los últimos meses, se han lanzado campañas de captación similares en Granada, Linares, Villanueva de la Serena, Plasencia... ¿Está este ejército de voluntarios en crisis o solo se busca aprovechar la coyuntura general para sumar efectivos? Nadie lo sabe exactamente, porque no hay registro que dé cifra alguna.

Con el debate por la gestión de la catástrofe de la DANA y la situación del sistema de emergencias en nuestro país en primer plano, los cuerpos de Protección Civil han vuelto a colocarse bajo el foco. Los grupos de voluntarios uniformados de naranja se han mostrado como elementos clave en Valencia y los técnicos han aparecido como profesionales necesarios. Por ello, el caso se ha visto como una oportunidad para aprovechar estos recursos, atraer a más interesados y poner en valor su trabajo. Algunos Ayuntamientos, las administraciones encargadas de estos equipos, ya se han puesto manos a la obra, han cambiado gestores, han prometido inversiones y recursos, buscan voluntarios... Pero, según los propios expertos, si lo que se busca es corregir ahora el sistema, el trabajo va mucho más allá de añadir algunas manos extra.

"Yo veo la Protección Civil como esos martillos o extintores rojos tapados por un cristal en el que pone 'romper en caso de emergencia'. El problema es que hay mucha gente que habiendo invertido tres duros en colocar ese cuadro y sin haberlo revisado ni tener al día el equipo, siguen creyendo que en cuanto rompan el cristal va a estar todo listo para solucionarle la papeleta", explica Chema Gil, codirector del International Security Observatory y Coordinador de Operaciones de Emergencias en la Unidad de Protección Civil y Emergencias​ de San Javier, Murcia. Gil es pleno defensor de este sistema que se conoce al dedillo, pero tiene claro que a día de hoy en España hace agua. "Es un asunto muy complejo que está bastante bien resuelto en la normativa vigente, pero el problema es que las leyes luego no se cumplen".

Las directivas a las que se refiere Gil son, sobre todo, la Ley 17/2015 del Sistema Nacional de Protección Civil. Y en menor medida la Ley 7/1985, Reguladora de las Bases del Régimen Local. En ellas se organiza buena parte del sistema nacional de emergencias, apoyado en el poder municipal y que se eleva a las otras administraciones según aumenta el nivel de la emergencia, pero, según sus palabras, hay muchas administraciones públicas en toda la escala que siguen sin cumplirlas. Por ejemplo, muchos de los municipios obligados a tener un servicio técnico por tener más de 20.000 habitantes carecen de él. Aunque tampoco es fácil saber si es tal y como lo cuenta, porque a día de hoy no hay un lugar al que acudir para ver si cada municipio, autonomía o administración general cumplen con los requisitos marcados.

A falta de una imagen general, un ejemplo que apuntala las palabras del experto está en Cataluña. Allí, el portal de transparencia de la Generalitat ofrece, entre sus datos, la información sobre los municipios que cumplen con los plantes de emergencia. Es uno de los pocos portales que da tanto detalle y los resultados son llamativos. En 2021, más del 50% de los municipios de Cataluña incumplía los planes de prevención de emergencia. Y la palma se la llevan, aun a día de hoy, los grandes municipios como Hospitalet o Badalona. Siendo dos de los cuatro núcleos más poblados de la región, tienen caducados o sin homologar sus planes.

Estos documentos son los que deben dar sentido desde la base al pantagruélico sistema de emergencias y su complicado engranaje. "La cosa es que muchos intentan ahorrarse los técnicos que están tras este trabajo, no los ven necesarios. La labor de Protección Civil se queda en un servicio auxiliar ofrecido por voluntarios para ayudar a las instituciones y poco más. Pero es que los voluntarios, que hacen una labor encomiable y necesaria, no pueden ni deben elaborar informes, planes, firmar esos documentos, ni tienen por qué saber cómo buscar mejoras en el servicio o encontrar los puntos débiles... Entonces, todas esas labores se quedan sin hacer", narra Blas Castrillo la Asociación Nacional de Especialistas Profesionales en Protección Civil y Emergencias.

"Al final se ve la Protección Civil como una ayuda para eventos. Se pone a un coordinador de la Policía Local o del propio equipo de gobierno del Ayuntamiento al frente y listo. Por eso tanta gente confunde la labor de la Protección Civil con lo que ven con los voluntarios en fiestas o carreras, porque la labor final de prevención y demás o no se ve o no se hace", añade Castrillo. "Además, falta una coordinación clara, que es en lo que enfatizamos nosotros ahora, porque hay miles de agrupaciones, cientos de cuerpos diferentes, pero nadie que coordine todo, por eso parecemos un poco el ejército de Pancho Villa".

placeholder Dos agentes de Protección Civil en el puerto de Algeciras. (EFE)
Dos agentes de Protección Civil en el puerto de Algeciras. (EFE)

Una buena imagen de esa falta de coordinación se ve en el caso de Pozuelo de Alarcón. Según medios locales, la campaña actual de captación no solo responde al momento dado por la DANA, sino a que muchos de sus voluntarios han salido enfadados del cuerpo. Muchos de ellos han acabado en el municipio vecino de Boadilla del Monte, siendo ahora parte de su equipo de Protección Civil.

Otro ejemplo está en lo ocurrido en Valencia. Hasta allí han acudido policías de toda España, bomberos y otro tipo de profesionales dedicados a este mundo, pero la falta de coordinación ha sido una constante en todo este tiempo. "Hay que tener claro que todos estos equipos son autónomos y funcionan de forma independiente dependiendo de la administración que tenga la competencia, ya sea municipal o autonómica. Pero no puede ser que en una emergencia alguien no pueda acceder a un recurso que le toca por ley con nivel 2 de emergencia por falta de coordinación o conocimiento. Eso hay que mejorarlo", detalla Gil.

Este experto coincide en la opinión de la ANEPPCE en cuanto a falta de estructura y cuidado, y eleva las quejas a estancias superiores. "Tampoco es que desde el nivel autonómico, siguiente escalón en la administración, se lo tomen mucho más en serio, ni tampoco, si me apuras, a nivel general. Aunque cada vez hay más profesionales preparados y tenemos cuerpos de élite, esto de las emergencias siempre se deja en otro plano, hasta que ocurre algo, claro".

¿Quién maneja las emergencias en España?

El técnico pide que se recuerde el origen de la Protección Civil a nivel global para volver a entender la labor de este sistema. "Es algo que ya se ha olvidado, pero todo esto nació después de la II Guerra Mundial y se tiene en el mundo entero. En aquella guerra, los países se dieron cuenta de que se necesitaban cuerpos más allá de militares o similares, que se encargasen de los problemas que se originaban en las localidades o comarcas, ya fuese por una emergencia natural o por acción del hombre. Había que crear una estructura con profesionales y voluntarios organizados que pudiesen hacer frente, por ejemplo, a incendios puntuales o que supiesen qué hacer si una bomba cae en el zoo de la ciudad y los animales se escapan o si una presa se rompe".

"La normativa es clara con el reparto de responsabilidades, pero situaciones como la de Valencia llevan a pensar que necesita cambios"

En nuestro país estos cuerpos empiezan a aparecer ya en la época de la dictadura y en 1985 la democracia crea la primera ley para intentar poner orden en el sistema. En esos primeros años nacen las agrupaciones, asociaciones de voluntarios de Protección Civil, impulsadas por los propios gobiernos locales, e incluso esta salida se convierte en una alternativa para los jóvenes que no quieren hacer la mili. La ley aguanta sin muchos cambios hasta 2015, cuando aparece la directiva actual.

"A ver, la normativa es clara y tajante con el reparto de responsabilidades, pero claramente situaciones como la de estos días en Valencia llevan a pensar que el sistema necesita una revisión, falta estructura, falta inversión, conocimiento...", cuenta. "Es muy curioso el caso de España en esto de las emergencias, porque la mejor idea de nuestra historia en este sentido nace tras aceptar el fracaso del sistema. Hablo de la UME, que nace después de que unos bomberos forestales muriesen en Guadalajara en una situación inaceptable para un país como el nuestro".

La Unidad Militar de Emergencias nació en 2005 y en su momento no faltaron las críticas, pero ahora mismo, según los expertos, es un cuerpo clave en España y con un nivel "extraordinario". "Tan buena idea fue que ahora la replican en medio mundo, aunque volvemos a la idea de que su existencia y la necesidad que se tiene siempre de que actúen, muestra que algo falla en todo el sistema", añade Gil.

placeholder Quinto batallón de la UME de León en labores de búsqueda de cuerpos en (Valencia). (EFE)
Quinto batallón de la UME de León en labores de búsqueda de cuerpos en (Valencia). (EFE)

Ahora, asociaciones como ANEPPCE piden dar un paso más en esta mejora del sistema de Protección Civil y en un comunicado publicado durante la crisis de la DANA, exigen más profesionalización y recursos. "La ANEPPCE siempre ha defendido la necesidad de potenciar el papel preventivo de los municipios, dotando a las entidades locales de técnicos en coordinación de emergencias y protección civil cualificados, con un claro objetivo preventivo y de educación en los riesgos de la población", detallan. "Defendemos la regulación profesional de los servicios de emergencia al contar ya con suficientes promociones de titulados de formación profesional altamente cualificados y, a su vez, defendemos la incorporación de profesionales para generar grupos de expertos en inteligencia de riesgos y de apoyo psicológico".

Esos profesionales que señalan salen de la Formación Profesional en Emergencias que tiene desde 2013 grado medio y grado superior. "Falta algo de educación universitaria, aunque ya se encuentran carreras dedicadas a este mundo. Lo que destacamos con esto es que se exija a los municipios que cumplan con la legislación y hagan trabajo preventivo, porque hay profesionales de sobra para hacerlo", explica Castrillo.

¿En la práctica para qué puede servir uno de estos profesionales? "Te pongo un ejemplo claro que he visto en los años que llevo en esto. Pueblos de interior que no tienen ríos ni nada de agua cerca. Por lo que sea, tienen un presupuesto para Protección Civil, pero allí el cuerpo lo forman solo unos voluntarios y el equipo de Gobierno. Pues se les ocurre que lo mejor para gastar ese dinero es comprar una zódiac".

En las marquesinas repartidas por Pozuelo de Alarcón aparece estos días un mensaje nuevo: "Únete al cuerpo de Protección Civil". El municipio más rico de España "necesita", así lo especifica, vecinos mayores de 16 años que se sumen a este equipo de asistencia en emergencias. No es el único en una situación similar. En los últimos meses, se han lanzado campañas de captación similares en Granada, Linares, Villanueva de la Serena, Plasencia... ¿Está este ejército de voluntarios en crisis o solo se busca aprovechar la coyuntura general para sumar efectivos? Nadie lo sabe exactamente, porque no hay registro que dé cifra alguna.

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