El ascenso de Pilar Bernabé en el PSOE impulsa su candidatura a la alcaldía de Valencia

La delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, una mujer prácticamente desconocida fuera de esta autonomía, ha cogido impulso en el congreso socialista de Sevilla como uno de los nuevos valores del PSOE. Su ascenso a la dirección del partido, como nueva secretaria de Igualdad, la sitúa en una posición de referencia en el partido y la lanza como candidata a la alcaldía de Valencia, después de su gestión en las trágicas inundaciones en esta provincia.

Bernabé es, formalmente, la número cuatro del PSOE, por la relevancia que Pedro Sánchez otorga a este área, y el nuevo referente feminista. Su nombramiento lleva aparejado el descalabro de la ministra de Igualdad, Ana Redondo, que tenía antes esa responsabilidad. Redondo se queda fuera de la ejecutiva, según fuentes socialistas, por "falta de dedicación" a la organización. Pedro Sánchez apuesta así por un relevo generacional, con el PSOE aún dividido entre el feminismo histórico y el colectivo LGTBI.

La secretaría de Igualdad no es un área fácil en Ferraz. Ya ha devorado a Ana Redondo y a su predecesora, Andrea Fernández. Durante los años del Gobierno de coalición con Unidas Podemos mantuvo una tensión constante con Irene Montero. Pero la proyección política de Pilar Bernabé va más allá de esta tarea. En estos momentos es el principal cargo político del socialismo valenciano en la Comunidad y ha salido muy reforzada por su actuación el día de la DANA.

No es muy común escuchar al jefe del Ejecutivo halagar de manera recurrente a alguien. En el caso de Bernabé lo ha hecho una y otra vez. En su intervención en el congreso, dos veces. Se refirió a ella como "nuestra magnífica delegada del Gobierno" y aplaudió su "buena gestión" frente a "la negligencia de la derecha y la ultraderecha en la Comunidad Valenciana".

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Su valoración la coloca en la pista de salida para ser la candidata del PSPV en la ciudad de Valencia. Su nombre ya sonó para encabezar la lista en las últimas elecciones por las dudas que generaba Sandra Gómez. Ferraz incluso llegó a pensar en la ministra de Ciencia, Diana Morant. Pero ni Gómez favoreció su relevo ni Ximo Puig forzó la operación.

Bernabé tiene ahora todo a favor para ser cabeza de cartel al ayuntamiento. Algunas fuentes del partido señalan que "incluso a la Generalitat". Pero por el momento la cúpula socialista mantiene toda su confianza en Diana Morant, a quien propulsó como secretaria general de los socialistas valencianos.

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A caballo entre Madrid y Valencia y con un escaso grado de conocimiento, a la ministra le está costando levantar un proyecto autonómico propio. Demasiado monitorizada por la Moncloa, no aprovechó su hueco en el debate de la financiación singular de Cataluña y ha ido también de la mano del Ejecutivo en la gestión política de la catástrofe en Valencia. En el PSOE hay quien asegura que "el mejor candidato del PSPV es Carlos Mazón", en referencia a que solo si el PP se empeña en que siga al frente de la Generalitat, los socialistas tendrán opciones de recuperar el Consell.

Pero la plaza del Ayuntamiento sigue vacante y ahí el PP ha asentado a María José Catalá, aunque está en el aire si se podrá volver a presentar o tiene que sustituir a corto y medio plazo a Mazón en la Generalitat. Bernabé sería el contrincante de Catalá o de quien ocupe su puesto. Ella ya tiene experiencia municipal porque entre 2019 y 2022, antes de su nombramiento como delegada del Gobierno, fue cuarta teniente de alcalde y responsable de cinco concejalías. Una política, destacan en el PSPV, "que viene de abajo y que ha ido creciendo y aprendiendo en cada puesto".