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El partido de los coroneles: los oficiales retirados que quieren "evitar una guerra civil"
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El partido de los coroneles: los oficiales retirados que quieren "evitar una guerra civil"

Tres oficiales del Ejército retirados se han liado la manta a la cabeza con un objetivo: hacer una profunda reforma de la Constitución que elimine las desigualdades entre territorios

Foto: Juan Lamas (d), Luis Baile Roy (c) y Juan Muñoz Ajo posan para El Confidencial. (Sergio Beleña)
Juan Lamas (d), Luis Baile Roy (c) y Juan Muñoz Ajo posan para El Confidencial. (Sergio Beleña)
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Quizá no se haya dado cuenta, pero durante la última década los militares han empezado a meterse en política. El primer caso lo encontramos en 2015, cuando Julio Rodríguez, antiguo Jefe del Estado Mayor, se enroló en Podemos como número dos de las listas por Zaragoza. Cuatro años después, en las legislativas de 2019, Vox respondió incluyendo a cuatro generales retirados (Alberto Asarta, Agustín Rosety, Fulgenci Coll y Manuel Mestre), de los que solo Rosety y Maestre acabarían sentados en el Congreso. La semana pasada se dio el penúltimo episodio cuando el president Mazón nombró nuevo vicepresidente de la Generalitat al teniente general Gan Pampols.

El siguiente paso, en efecto, pasaba por crear un partido de militares. El 13 de septiembre se dio de alta en el registro Avante 2/3, una nueva formación, encabezada por dos coroneles y un comandante, que busca reunir una mayoría de dos tercios del congreso para emprender una reforma a fondo de la Constitución del 78. Son el coronel de artillería Juan Lamas, el coronel de transmisiones Luis Baile Roy y el comandante de artillería Juan Muñoz Ajo, todos ellos retirados del servicio por jubilación. Los tres se han acercado a El Confidencial desde Zaragoza y Vitoria para presentar oficialmente su partido ante los medios.

La idea surgió en enero, en una cena después de la presentación de un libro en Zaragoza entre Lamas y Baile. "Llevábamos tiempo pensando en que el problema del país es la Constitución y nos dimos cuenta de que, con los partidos actuales, no se va a poder cambiar nada. En primera instancia porque no quieren cambiarla y después porque hay tanta polarización entre ellos que es imposible que lleguen a un acuerdo así. Así que nos echamos a la política, a pecho descubierto", recuerda Lamas.

"Al principio me dejó helado, pero enseguida dije que sí, porque la ocasión lo merece", dice Baile, ingeniero y encargado del programa político. Meses después sumaron a Muñoz Ajo. conformando el trío que aspira a cambiar la Constitución. No trabajan con consultoras ni manejan informes sociológicos, tan solo con sus convicciones y 300 afiliados. "Ya somos como los espartanos", bromea Baile.

"Queremos ser coherentes y renunciamos a presentarnos a las elecciones autonómicas"

Avante es el primer partido dirigido por militares de la democracia. Arrinconados en la Transición, han tenido que pasar casi cincuenta años para que los cuarteles se dejen ver por la vida pública. Sin embargo, sus dirigentes no quieren circunscribirlo a este ámbito, en tanto que su afán constituyente requiere de la colaboración entre distintos perfiles: "No somos ni queremos ser un partido de militares. Nosotros nos hemos juntado porque nos apasiona este proyecto, pero hacemos un llamamiento a todos los españoles para que se una, en especial a los jubilados, que es donde consideramos que reside la mayor parte del conocimiento y la experiencia en este país. Tenemos dos años y medio para formar la estructura y presentarnos a las Generales", continúa el coronel Lamas.

Para una reforma constitucional de este calado se requiere el acuerdo de dos tercios del Congreso, esto es, 233 diputados a favor. Con los datos de las últimas elecciones generales, solo un acuerdo entre PP y PSOE lo haría posible, si bien en Avante aspiran a conseguirlo en solitario, sumando en torno a 14 millones de votos. "Si no creyéramos que es posible, no estaríamos aquí, porque no necesitamos la política para comer. Somos jubilados que vivimos tranquilamente, pero nos preocupa el futuro el futuro de nuestros hijos y nietos, que se van a encontrar con un país mucho peor que el que nosotros vivimos. Y, como ningún partido quiere una reforma como la que propugnamos, se lo pedimos directamente a los españoles", afirman.

El punto más polémico de su programa, y también el que utilizan como mascarón de proa, es la derogación de las autonomías. Se trata de una medida impopular que solo Vox ha defendido entre los grandes partidos, pese a que ocupó cargos autonómicos hasta su ruptura con los populares. "Nosotros seremos coherentes con nuestra idea y nunca nos presentaremos a las Autonómicas, solo a las Generales y a las Municipales. Creemos que las autonomías se gestaron de forma errónea y que son un mal para España", apunta el coronel Lamas.

placeholder  Juan Lamas, en el centro, es el secretario general de Avante 2/3. (Sergio Beleña)
Juan Lamas, en el centro, es el secretario general de Avante 2/3. (Sergio Beleña)

"Creemos que el español siente y vive su pueblo y su región, pero no su autonomía. Las autonomías solo les interesan a los políticos, que les valen para tener trabajos bien remunerados y para colocar a sus familiares. Es un malgasto de dinero tremendo por las duplicidades y porque algunos partidos aprovechan la autonomía para extorsionar al gobierno central. Hemos diseñado un sistema de regiones, de provincias, que dependen de las diputaciones y del Estado. Para eso, necesitamos que se recupere la ilusión de la Transición", explica Baile sobre el sistema autonómico.

En la entrevista surge el espíritu de la Transición en varios momentos. Según los militares, desde entonces se ha ido deteriorando la concordia entre los españoles hasta llegar a hoy, cuando la polarización condiciona la vida pública. "Aquel espíritu de reconciliación donde los políticos no eran enemigos, participaban todos mirando un objetivo común. ¿Quién puede hacer eso ahora? De los que hay no pueden hacerlo ninguno, porque o están en los extremos, o no quieren hacerlo. Nosotros vivimos la Transición, teníamos 20 años, y cantábamos Libertad sin ira… y eso que éramos militares. Ese espíritu solo lo puede recuperar alguien que no esté en la lucha partidista", afirman.

En esta línea, en Avante consideran que el Estado de las Autonomías es el origen de las asimetrías entre regiones. Su modelo pasa por dotar de autogestión a provincias y ayuntamientos, dejando en el Gobierno central la responsabilidad de igualar las condiciones de vida en los territorios. "Lo que no puede ser es que una cama de hospital en Vizcaya tenga el doble de dotación que en Badajoz. Debemos repensar el modelo para que no haya zonas ricas y zonas pobres. Tampoco es normal que el voto de un barcelonés valga más que el de un gerundense. El Estado debe comprometerse a igualar por arriba y eso tiene que garantizarse constitucionalmente", indica Lamas.

"España es lo que es y usted no puede hacer política para romper España"

Aunque la mayoría de sus medidas son de corte conservador (incluso ultraconservador), desde Avante se perciben fuera de los ejes ideológicos. Sus ideas, explican, proceden de la lógica. "Por ejemplo, nosotros prohibiríamos los partidos independentistas. ¿Tú crees que si Euskadi o Cataluña fueran estados permitirían que sus provincias se independizasen? Para nada. ¿Permitirían partidos españolistas que quisieran unirse a España? Sabes que no. España es lo que es y usted no puede hacer política para romper España".

Uno de los motivos por los que nadie quiere hablar de modificar la Constitución es la jefatura de Estado. ¿Estaría Avante dispuesto a aceptar la conversión de España en una república a cambio de la reforma ansiada? "En absoluto. Tenemos claro que las repúblicas en España han sido dos desastres y no queremos volver a eso. La monarquía no puede hacer daño y sale barata. ¿Para qué queremos un presidente de la república? ¿Para que sea uno del PP o del PSOE? No, ni hablar", dice Lamas. "Yo creo que el pueblo está con la monarquía. Yo no soy monárquico, pero racionalmente no veo el motivo para cambiarla, porque hay muchas cosas que habría que cambiar antes. Yo incluso le daría alguna capacidad más, como poder decidir qué leyes firma o no", apunta Baile...

placeholder Foto: Sergio Beleña.
Foto: Sergio Beleña.

El trío castrense no se ha olvidado de cuestiones candentes como la corrupción, la vivienda o la inmigración ilegal. Por ahora, sus fórmulas se traducen más intenciones que en medidas específicas, como hacer tributar todas sus ganancias en España a los grandes del Ibex o expropiar terreno a los ayuntamientos para construir vivienda pública. "Nuestro modelo es Viena, que invierte un 1,6% de su PIB en vivienda pública, mientras aquí tenemos el 0,2%. Tenemos que obligar a los ayuntamientos a ceder el 30% de su suelo, si no más, para que el Estado haga vivienda pública en las tres modalidades (alquiler, compra y alquiler con opción a compra). Una buena medida sería también evitar que la vivienda pública se desprotegiese, al menos en 50 años. Todos conocemos casos de chavales a los que su padre les ha dado la entrada para la VPO y, a los pocos años, la han vendido y han ganado dinero", lamenta Baile, responsable en materia económica de la formación.

Más problemas plantearía su intención de controlar por completo la política migratoria, una de las causas del Brexit. Para Avante, más allá del control de fronteras, es preciso invertir en los países de origen: "Tendríamos que hacer convenios con los países fronterizos, creando programas allí para que tengan trabajo y no escapen. La UE dice que el Mundo Pobre alumbra cada año a 80 millones de nuevos pobres. Hay que trabajar allí, enviar ayudas y asegurarse de que se distribuya debidamente. De todos modos, los que cruzan el Estrecho no son culpables, sino las mafias que los recogen y traen a nuestros puertos, a menudo ONG. El perjuicio global es enorme cuando se incentiva la inmigración masiva", afirma el comandante Muñoz.

"Y también dejar de subvencionar a ONG que están haciendo un negocio muchas veces criminal. Solo con esto, caería en picado la tasa de inmigración ilegal. Nuestra propuesta es que, a los que estén aquí, obligarles a ir al colegio o a la formación profesional. Que aprendan el idioma y los usos y costumbres de la zona en la que vivan", le apostilla Lamas.

placeholder Decenas de migrantes llegan al Puerto de la Restinga, a 26 de noviembre de 2024, en El Hierro. (Antonio Sempere / Europa Press)
Decenas de migrantes llegan al Puerto de la Restinga, a 26 de noviembre de 2024, en El Hierro. (Antonio Sempere / Europa Press)

Por último, los jubilados han diseñado un ambicioso plan para disparar la natalidad que se basa en recuperar la formación profesional del franquismo, rebajar el IVA a los productos infantiles, ampliar a 18 meses la baja por maternidad y… prohibir el aborto. "No consideramos que el aborto sea un derecho. Solo podrán abortar cuando la mujer haya sido violada o venga con fuertes malformaciones. En los demás casos, no, porque además tenemos un problema de población, es una locura. Por eso hay que traer inmigrantes para cubrir las necesidades", señalan.

"En dos generaciones hay más descendientes de inmigrantes que nacionales. Desapareceremos los españoles", dice Lamas. "Así no podemos seguir, sin que nazcan niños y con una política nos enfrenta, acabaremos en una guerra civil", le responde Muñoz.

"No queremos irnos sin mencionar que estamos en contra de la Tercera Guerra Mundial", suelta Lamas mientras se despiden. "España ha sido neutral en los conflictos a gran escala y nos ha ido muy bien. No hemos perdido nada en sitios como Ucrania. Lo que tenemos que hacer es volver a ser el actor principal en el eje Estrecho-Canarias, como éramos antes, incluyendo en la nueva constitución pactos con nuestros vecinos Portugal y los países de Latinoamérica", concluyen.

Quizá no se haya dado cuenta, pero durante la última década los militares han empezado a meterse en política. El primer caso lo encontramos en 2015, cuando Julio Rodríguez, antiguo Jefe del Estado Mayor, se enroló en Podemos como número dos de las listas por Zaragoza. Cuatro años después, en las legislativas de 2019, Vox respondió incluyendo a cuatro generales retirados (Alberto Asarta, Agustín Rosety, Fulgenci Coll y Manuel Mestre), de los que solo Rosety y Maestre acabarían sentados en el Congreso. La semana pasada se dio el penúltimo episodio cuando el president Mazón nombró nuevo vicepresidente de la Generalitat al teniente general Gan Pampols.

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