La CHJ avisó en junio del "envejecimiento preocupante" del Canal Magro pero licitó las obras tras la DANA
Los proyectos de mantenimiento del Canal Júcar y del Canal del Magro estaban listos desde hace meses, y advertían de ineficiencias de infraestructura y falta de recursos humanos
El río Magro fue el primero que se desbordó el martes 29 de octubre tras el paso de la DANA por Valencia. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) lo notificó a las 12:07 de la mañana, y a las 15:00 ya se había inundado Utiel. La Generalitat declaró entonces el segundo nivel de emergencia y solicitó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en este municipio. Las comprobaciones realizadas por El Confidencial demuestran que la CHJ, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, tenía pendiente desde hace meses la licitación de las obras de mantenimiento del Canal Júcar-Turia y del Canal del Magro. En este último caso, los pliegos están fechados de junio y, sin embargo, no se anunció su licitación hasta después del paso de la DANA, el 7 de noviembre.
Cuatro meses antes de la DANA, los técnicos de la CHJ ya alertaban del mal estado del Canal del Magro y de la acuciante necesidad de contratar a una empresa que se encargue de su mantenimiento. En los pliegos de prescripciones técnicas de este contrato, elaborados por técnicos de la Confederación, se denuncia que "aun cuando su uso es de regadío y durante una parte del año no se explota, su estado de conservación es muy mejorable y su situación de envejecimiento preocupante".
"Algunas zonas presentan una importante degradación y necesitan repararse, como por ejemplo las juntas de unión de los paños de los cajeros que muestran desperfectos, del mismo modo que las juntas de los acueductos que suelen presentar fugas", continúa el escrito. Los documentos técnicos demuestran que la conservación de las infraestructuras de la CHJ es muy mejorable.
El contrato para el mantenimiento del Canal Júcar-Turia estaba listo desde marzo de 2024. Sin embargo, no se anunció la licitación por parte de la CHJ hasta el 16 de octubre, muy poco antes de la llegada de la DANA. En estos pliegos se advierte de que el Canal cuenta con apenas tres vigilantes para sus 60 kilómetros de longitud. Se trata de una infraestructura crítica, ya que abastece de agua a la ciudad de Valencia y su área metropolitana.
"Para una perfecta explotación del canal, resulta evidente la necesidad de mantener en perfecto estado de funcionamiento dicha infraestructura (…) Dados los escasos medios de personal y recursos de los que se dispone (solo 3 vigilantes) y teniendo en cuenta que, para la realización de este servicio técnico, es requisito indispensable disponer de medios humanos ajenos con un perfil técnico y profesional competente", advierte la documentación técnica de este otro proyecto. Este refuerzo de los recursos humanos de la Confederación Hidrográfica del Júcar resulta necesario para "intervenciones rápidas en respuesta a diversas situaciones de emergencia", como puede ser la DANA.
Algo similar ocurre con el mantenimiento de las presas del Júcar, un contrato que estaba listo desde junio de 2024 no se licita hasta el 22 de octubre, una semana antes de la DANA.
El destrozo de la DANA
El Canal de Magro cuenta con unos 40 Km de longitud, comienza en la presa de Forata y discurre por los términos municipales de Yátova, Macastre, Alborache, Turís y Montserrat, aportando agua para riego. Los destrozos de la DANA han obligado a la Confederación a adjudicar 31 millones por la vía de emergencia para hacer diversas reparaciones en el Canal Júcar-Turia. En el contrato de este proyecto se describe de manera pormenorizada el daño que infligió la crecida del Magro en las infraestructuras del Canal.
"La crecida en el río Magro produjo importantes daños en Utiel y Requena, alcanzando el embalse de Forata que registró un caudal de entrada en los instantes de máxima avenida de algo más de 2.000 m³/s. Para entender la magnitud de este fenómeno hay que considerar que el caudal asociado a la avenida extraordinaria de periodo de retorno 500 años es de 1.127 m³/s y que el asociado al periodo de retorno de 10.000 años se sitúa en 2.084 m³/s, lo que pone de manifiesto la gran magnitud de la crecida del río Magro", explica la CHJ.
El análisis de daños refleja que el Canal Júcar-Turia, como consecuencia de la DANA, ha sufrido una "pérdida en su funcionalidad y servicio conduciendo a la afectación directa sobre los caudales de suministro a la potabilizadora de la Presa, en Manises, al producirse la rotura de los acueductos en los barrancos de La Horteta (acueducto nº16) y del Poyo (acueducto nº17), y serios desperfectos en el acueducto del río Magro".
Junto a estos más de 30 millones, este órgano ha destinado 22,5 millones a reparar el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) y contratar el primer Sistema de Alerta Temprana (SAT) del Canal Júcar, que permitirá informar con mayor detalle y en tiempo real de las crecidas de los ríos.
El río Magro fue el primero que se desbordó el martes 29 de octubre tras el paso de la DANA por Valencia. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) lo notificó a las 12:07 de la mañana, y a las 15:00 ya se había inundado Utiel. La Generalitat declaró entonces el segundo nivel de emergencia y solicitó la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME) en este municipio. Las comprobaciones realizadas por El Confidencial demuestran que la CHJ, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica, tenía pendiente desde hace meses la licitación de las obras de mantenimiento del Canal Júcar-Turia y del Canal del Magro. En este último caso, los pliegos están fechados de junio y, sin embargo, no se anunció su licitación hasta después del paso de la DANA, el 7 de noviembre.
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