El grito de auxilio de Letur para no caer en el olvido: "Cada vez se habla menos de nosotros"
El municipio, con seis fallecidos durante la riada, continúa con la reconstrucción, sin luz ni agua potable en el casco histórico. Los vecinos, pese a las visitas de los políticos, tienen miedo de perder el foco y que las ayudas no lleguen
El miedo al olvido acompaña a Letur un mes después de la DANA. El pueblo, de luto por los seis muertos que dejó la riada del 29 de octubre, afronta la reconstrucción con la sensación de que han quedado en un segundo plano mediático. La tragedia de Valencia ha eclipsado la propia. "Fuimos noticia los primeros días y cuando fueron apareciendo nuestros vecinos fallecidos, adiós, muy buenas. Cada vez se habla menos de nosotros, somos el gran olvidado", lamenta Carlos, que regentaba un estanco en el casco histórico, la zona más afectada de esta localidad al sur de Albacete, con menos de mil habitantes.
Carlos salvó la vida de milagro. Cerró la tienda en torno a las 13.30 de aquel martes fatídico y el torrente de agua que arrasó con todo no le atrapó por minutos. El estanco desapareció, como otros bloques de viviendas y buena parte del centro de Letur, declarado Conjunto Histórico-Artístico. Presenció el tsunami a solo unos metros, a salvo, sin poder hacer nada. "Es duro, muy duro. He perdido amigos, mi negocio... Un mes después todavía me cuesta conciliar el sueño", relata a este periódico.
Letur continúa con la reconstrucción, todavía en una fase muy temprana y sin un horizonte claro a la vista. El casco histórico, pasadas las semanas, sigue sin luz y sin agua potable y la inspección está enfocada en garantizar la seguridad de los edificios y estructuras afectadas. "Hacer un balance es muy prematuro. No sabemos con seguridad qué hay afectado y cuál es el impacto económico. Ahora lo que se busca es dar seguridad", explica el alcalde del municipio, Javier Marín, que detalla que se está trabajando en la red eléctrica, que será el paso previo a las canalizaciones de agua.
La zona cero de la catástrofe ya ha sido desescombrada. El enorme socavón que provocó la riada, llevándose por delante casas, jardines históricos y las piscinas naturales que daban la bienvenida al casco, ha sido tapado parcialmente y se ha abierto un acceso provisional. El centro del pueblo, sin embargo, sigue cerrado. Hasta la fecha se han derribado siete edificios, que suponen un total de 13 viviendas, y no se descarta que las cifras suban. "Vamos a continuar con los proyectos necesarios para revisar e inspeccionar todas las viviendas", subraya el regidor, que también anunció que están investigando un desplazamiento del suelo de 5 milímetros.
45 familias no han podido regresar a sus casas. El sentir generalizado es una mezcla de rabia, impotencia y desánimo, solo interrumpido por las ganas de seguir adelante. Los letureños, como sucedió en Valencia, han conformado una suerte de ejército y la solidaridad les ayuda a seguir. Pero a veces no es suficiente. Algunos ni siquiera quieren hacer comentarios sobre el día de la tragedia. "No puedo, lo siento", dice otro vecino al otro lado del teléfono, con la voz apagada.
El miedo a ser olvidados ya era una realidad el día siguiente a la DANA. María Dolores Moreno, portavoz del PP en Letur, se acercó a la comitiva encabezada por Alberto Núñez Feijóo y Emiliano García Page para dejarles un mensaje: "Que no pase como en Lorca o La Palma. No nos abandonéis, por favor". La hermana de uno de los fallecidos, horas después, hablaba en la televisión y reclamaba mayor atención a los medios y los políticos.
El principal temor es que los focos se apaguen, el interés desaparezca y las ayudas no lleguen. "Necesitamos que nos sigáis dando voz. En Valencia ha sido una catástrofe y es espantoso todo lo que está pasando, pero aquí, un pueblo pequeño de gente humilde, hemos perdido mucho y han muerto seis personas de 50 o 60 vecinos que viven en el casco histórico. Estadísticamente, es una barbaridad", añade Carlos.
"La atención está funcionando"
En Letur no hubo alerta que avisara de lo que estaba por llegar. Ni a tiempo, ni después. Ninguna. La lluvia era normal, pero la riada llegó desde las montañas, con toda la fuerza imaginable, hasta desbordar el arroyo que cruza al pueblo. En su caso, sin embargo, la asistencia llegó rápido y prácticamente al amanecer ya había numerosos efectivos del Ejército y bomberos de la Diputación de Albacete. Javier Marín, de hecho, es mucho más diplomático que algunos de sus vecinos y pone en valor la reacción de las Administraciones. "No tengo sensación de abandono, ni de la Junta de Castilla-La Mancha, ni del Gobierno central, ni de los alcaldes de los municipios colindantes. La atención al ciudadano está funcionando, primero con el puesto de mando y ahora con la oficina", dice el alcalde.
Las ayudas económicas, aseguran los consultados, no han llegado y nadie les ha comunicado nada. Pero el foco sigue vivo y los políticos no han dejado de acudir. La interlocución con Page, que ya anunció el Plan Letur a cuatro años, es constante. Los reyes Felipe VI y Letizia incluyeron la localidad en su última ronda de visitas, hace una semana. Y solo unos días atrás acudió el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, como ya hizo antes su compañera Isabel Rodríguez.
El ministerio sostiene que ya se han atendido 300 solicitudes para diferentes partidas económicas, dedicadas a enseres o viviendas, por los daños de la DANA. "Un alto porcentaje de ayudas para autónomos y pymes ya se han solicitado. Son 5.000 euros para autónomos y hasta 150.000 para empresas, dependiendo de su actividad, dimensión y daños sufridos”, explicó Torres en su visita a Letur, el pasado martes.
El objetivo es que el interés se mantenga en Letur y ya hay iniciativas en esa dirección. El municipio, uno de los más singulares en la sierra del Segura, acaba de entrar en la lista de los pueblos más bonitos de España como impulso para la recuperación y la reconstrucción. Todo el mundo sabe que no será fácil, pero pese a todo, nadie se da por vencido. Las próximas fiestas son la primera oportunidad. "Ahora estamos trabajando en actividades culturales y vamos a iluminar una parte del municipio. Que no se pierda la luz de la Navidad", concluye Marín.
El miedo al olvido acompaña a Letur un mes después de la DANA. El pueblo, de luto por los seis muertos que dejó la riada del 29 de octubre, afronta la reconstrucción con la sensación de que han quedado en un segundo plano mediático. La tragedia de Valencia ha eclipsado la propia. "Fuimos noticia los primeros días y cuando fueron apareciendo nuestros vecinos fallecidos, adiós, muy buenas. Cada vez se habla menos de nosotros, somos el gran olvidado", lamenta Carlos, que regentaba un estanco en el casco histórico, la zona más afectada de esta localidad al sur de Albacete, con menos de mil habitantes.
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