Guía de las filtraciones contra el novio de Ayuso: "Hola, jefe. A tu disposición"
La UCO destaca en su último informe que García Ortiz tuvo una "participación preeminente" y aún está pendiente el análisis de los dispositivos que le incautaron en su despacho
El ya exsecretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, ha comparecido este viernes como testigo en el Tribunal Supremo por la investigación que se sigue contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un presunto delito de revelación de secretos contra el novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador. La declaración de Lobato es importante para ver hasta qué punto las filtraciones no solo salpican al más alto nivel de la Fiscalía, sino también al Gobierno de Pedro Sánchez. Su testifical se ha centrado en el acta notarial que recoge los mensajes que intercambió con Pilar Sánchez Acera, mano derecha del entonces jefe de Gabinete de Moncloa y hoy previsible sucesor de Lobato en el PSM, Óscar López. La clave radica en cómo un correo sobre el novio de Díaz Ayuso pasó de la sede de la Fiscalía a Moncloa en apenas siete días.
7 de marzo: se envía "tooooodo" a "FGE"
La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil sitúa el arranque de las filtraciones el pasado jueves 7 de marzo, cuando la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, envió las diligencias que se seguían contra el novio de Díaz Ayuso a Diego Villafañe, actual teniente fiscal de la secretaría técnica y antiguo número dos de García Ortiz en este departamento. "El jueves Diego me pidió las diligencias y le mandé tooooodo [sic]", explicó la propia Rodríguez a una compañera días después.
En sus mensajes, la fiscal apuntaba además a cuál sería el origen de la posterior filtración a la prensa. "Imagino que después de analizarlas, es cuando se ha dado publicidad por FGE [sic]", aseguraba en un wasap, en referencia a la Fiscalía General del Estado. Según añadía en otro, la fiscal superior de la Comunidad de Madrid, Almudena Lastra, "estaba muy enfadada con FGE [sic] por la filtración de lo del novio de Ayuso".
8 de marzo: "Hola, jefe. A tu disposición"
A las 7:09 del 8 de marzo, Villafañe volvió a ponerse en contacto con Rodríguez para indicarle que en las diligencias que le había enviado "parece que las páginas vueltas están sin escanear". La fiscal llamó a sus subordinados para solucionarlo y, esa misma mañana, envió un wasap al fiscal general del Estado: "Hola, jefe. A tu disposición".
La UCO apunta a que García Ortiz no respondió hasta días después, pero la tarde del viernes 8 de marzo, Villafañe envió un nuevo mensaje a Rodríguez: "Es este último quien le escribe para agradecerle que le hayan enviado nuevamente la documentación que solicitaba en los wasaps mencionados anteriormente sobre la denuncia a Alberto González Amador".
12 de marzo: la denuncia salta a los medios
A las 6:01 del 12 de marzo, eldiario.es publicó la primera noticia sobre la investigación: "La pareja de Ayuso defraudó 350.951 euros a Hacienda con una trama de facturas falsas y empresas pantalla". El fiscal que llevaba el caso no remitió la denuncia a la defensa de González Amador hasta tres horas después, pero esta información ya incluía fragmentos del escrito y de la inspección de Hacienda.
Díaz Ayuso no tardó en reaccionar y publicó a través de redes sociales un mensaje en el que señalaba de forma directa a Rodríguez: "La Fiscalía Provincial de Madrid la preside una señora que fue directora general en el Ministerio de Justicia de Zapatero". A lo largo del día, la fiscal recibió mensajes de apoyo de diversas personas y el propio García Ortiz le reenvió el tuit. Según se desprende de otra conversación, Rodríguez también habló aquel día con el fiscal general.
13 de marzo: el cruce de correos
La conversación en cuestión se produjo con Villafañe la mañana del 13 de marzo: "Ya me dijo Álvaro que habló ayer contigo. Ánimo y espero que no te afecte lo más mínimo las infamias de Ayuso". El día transcurrió sin mayores cambios hasta las nueve de la noche, cuando se sucedieron "múltiples comunicaciones entre varios de los miembros de los diferentes escalones de la Fiscalía". Estos contactos incluyeron a García Ortiz y todo apunta a que se vieron motivados por una nueva noticia que estaba a punto de salir.
"La Fiscalía ofrece a la pareja de Ayuso un pacto para que admita dos delitos fiscales mientras judicializa el caso", publicó el diario El Mundo a las 21:29. El artículo se basaba en el correo electrónico que el fiscal a cargo del caso había enviado a la defensa de González Amador el día anterior:. "Le adjunto copia de la denuncia (...) para facilitarle el derecho de defensa", decía el mensaje. "Aunque se ha denunciado también [a] otras personas, no será obstáculo para poder llegar a un acuerdo si usted y su cliente lo estiman posible".
Apenas cinco minutos después de publicarse esta información, Rodríguez recibió una llamada del fiscal general. La conversación entre ambos duró "cuatro minutos y 23 segundos" y el resultado de la misma se refleja en los siguientes wasaps que se cruzaron: Rodríguez le preguntó a qué dirección quería que le enviara los correos que el abogado de González Amador se había cruzado con la Fiscalía, a lo que García Ortiz le indicó una cuenta personal de Gmail y no la suya oficial.
Entre los correos electrónicos que Rodríguez envió aquella noche a García Ortiz, se encontraba uno del 2 de febrero en el que la defensa de González Amador se ponía en contacto con al fiscal del caso para tratar de cerrar un acuerdo que pusiera fin a la investigación. García Ortiz recibió este correo entre las 21:59 y las 22:01 del 13 de marzo. Menos de dos horas después, a las 23:51, la Cadena Ser publicó una noticia en la que se incluían entrecomillados del mensaje, pero no el mail en sí: "El novio de Ayuso ofreció a la Fiscalía llegar a un pacto declarándose culpable de dos delitos para evitar el juicio", titularon la información.
14 de marzo: Lobato entra en escena
Según ha desvelado ABC esta misma semana, el ya exsecretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, entró en escena al día siguiente. En concreto, a las ocho de la mañana, cuando Pilar Sánchez Acera, mano derecha del entonces director de Gabinete de Pedro Sánchez y actual ministro para la Transformación Digital, Óscar López, le envió el mencionado correo electrónico del 2 de febrero. Ese día había Pleno en la Asamblea de Madrid y querían que, como portavoz del PSOE en la cámara regional, aprovechara el documento para cargar contra Díaz Ayuso, pero él se negó.
El citado medio sostiene que Lobato no quiso airear el correo porque sospechaba que podía provenir de la Fiscalía. Sánchez Acera supuestamente le respondió que lo iba a filtrar a la prensa para que así pudiera utilizarlo sin problema y, a las 9:06, El Plural publicó el documento: "Esta es la carta del abogado del novio de Ayuso pidiendo un acuerdo a la Fiscalía", tituló su noticia.
Esta secuencia de hechos provocó la apertura de una investigación por revelación de secretos el pasado mayo. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid en principio dirigió la causa contra Rodríguez y contra el fiscal que investigaba a González Amador, pero al advertir la posible implicación de García Ortiz, remitió el procedimiento al Tribunal Supremo. El pasado octubre, tras imputar al fiscal general y ordenar el registro de su despacho, Lobato movió ficha y se presentó en una notaría para levantar un acta con los mensajes que se había cruzado siete meses antes.
Esta maniobra ha tenido dos efectos distintos: a nivel político, Lobato ha dimitido como secretario general del PSOE de Madrid y, a nivel judicial, el Supremo le ha citado como testigo. En su último informe, la UCO atribuye al fiscal general del Estado una "participación preeminente" en los hechos "que finalmente derivaron en la filtración", pero ahora queda por ver Lobato implica de forma directa al Gobierno de Pedro Sánchez. A esto se suma que aún sigue pendiente el análisis de los dispositivos incautados a García Ortiz, quien trató sin éxito de anular esa diligencia apuntando a que contienen información que "puede comprometer la seguridad del Estado".
El ya exsecretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, ha comparecido este viernes como testigo en el Tribunal Supremo por la investigación que se sigue contra el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, por un presunto delito de revelación de secretos contra el novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador. La declaración de Lobato es importante para ver hasta qué punto las filtraciones no solo salpican al más alto nivel de la Fiscalía, sino también al Gobierno de Pedro Sánchez. Su testifical se ha centrado en el acta notarial que recoge los mensajes que intercambió con Pilar Sánchez Acera, mano derecha del entonces jefe de Gabinete de Moncloa y hoy previsible sucesor de Lobato en el PSM, Óscar López. La clave radica en cómo un correo sobre el novio de Díaz Ayuso pasó de la sede de la Fiscalía a Moncloa en apenas siete días.
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