Aldama dice que Delcy amenazó a Sánchez desde el avión: "Si me detienen, tendremos un problema"
Mandó a Ábalos que llamara al presidente en su presencia y consiguió que Marlaska intercediera para que la dejasen bajar a la sala VIP de la terminal de vuelos privados
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El empresario Víctor de Aldama desveló, cinco años después, lo que pasó la noche del 20 de enero de 2020 en el interior del avión que trajo a España a la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez. Según contó este jueves en el juzgado, la mandataria bolivariana mandó llamar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que amenazó para que no la arrestasen en el mismo aeropuerto de Madrid-Barajas: “Si me detienen, vamos a tener un problema”, dijo. Pese a que el Gobierno sabía de su llegada con un mes de antelación, a dos horas de tomar tierra le impidieron entrar en España por la prohibición impuesta por la Unión Europea debido a la vulneración de derechos humanos en su país.
El empresario declaró de forma voluntaria este jueves ante el juez que le investiga por ser el “nexo corruptor” de la trama desarticulada en el llamado caso Koldo. El comisionista fue quien organizó el viaje de Delcy Rodríguez y durante sus explicaciones en la Audiencia Nacional desmintió las “veinte versiones” que ofreció el Gobierno de este escándalo. Según dice, Pedro Sánchez estaba informado y prometieron a la mandataria que tendría una estancia tranquila en España, pese a que ella avisó de la sanción que le prohibía entrar en Europa.
“Al avión solo sube Ábalos y yo. Y la vicepresidenta le dice muy claro que llame al presidente delante de ella y que le diga que, si ella toca suelo español y es detenida, va a haber un problema grave”, relató Aldama. Lo que pasó después, siempre según sus palabras, es que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, intercedió para que el comisario del aeropuerto les dejase bajar hasta la sala VIP de la terminal de vuelos privados. Allí permanecieron todos durante cinco horas. El asesor de Ábalos, Koldo García, propuso llamar a la ministra de Defensa, Margarita Robles, para que dos cazas escoltasen el avión de la vicepresidenta en su regreso a Venezuela. “Se le ocurrían cosas magníficas”, ironizó Aldama.
Al final, Delcy Rodríguez durmió en esa sala VIP y salió a primera hora del día siguiente en un vuelo regular con dirección a Qatar. Aldama desmintió que la delegación venezolana llevase muchas maletas llenas de oro. “No necesita venir con maletas llenas de oro, las manda por valija diplomática y fin de la historia”, opinó Aldama. Añadió que el viaje fue, en parte, un acto de desagravio del Gobierno con el régimen de Maduro por haber reconocido a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. En Caracas lo entendieron como una traición de Sánchez, que les había pedido ayuda para ser elegido presidente de la Internacional Socialista.
“He escuchado veinte versiones diferentes de este viaje. El Gobierno de España estaba enterado por el presidente, por el señor Marlaska y por el señor Ábalos, obviamente, que hablaba directamente con Delcy Rodríguez a través de mi móvil y sabían del viaje. La vicepresidenta me dejó muy claro y le dejó muy claro al señor Ábalos que ella tenía una sanción para viajar a Europa. Y el señor Ábalos le dijo que no se preocupara, que todos los estamentos estaban enterados y que iba a tener un viaje tranquilo y sin ningún problema”, declaró.
Sin embargo, dos horas antes del aterrizaje empezaron los problemas. Aldama acudió esa noche a Barajas junto con el asesor de Ábalos, Koldo García. “El que no tenía que ir esa noche era el ministro”, explicó el empresario. Pero poco antes de que aterrizara su avión, les llamaron para que avisaran a la mandataria y que se diera la vuelta porque, si pisaba suelo español, iba a ser detenida. Aldama se negó a hacer esa llamada. "Entiendo que se notificó al presidente de lo que estaba pasando y ordenó que fuese Ábalos quien fuera al aeropuerto", comentó ante el juez y el fiscal anticorrupción.
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Tal y como había avisado, Delcy Rodríguez tenía una prohibición de entrada en territorio europeo por la vulneración de derechos humanos en su país. Las intervenciones de Ábalos, de su asesor y de los agentes policiales que ese día prestaban servicio en el aeropuerto se investigaron en el Tribunal Supremo y en un Juzgado de Madrid por prevaricación, pero archivaron los hechos al no hallar indicios de delito. La justicia española consideró que, en todo caso, les correspondía a las autoridades europeas tomar decisiones.
El Ejecutivo de Pedro Sánchez y los distintos ministros acumularon versiones erráticas en torno a este suceso. El relato oficial estableció que, cuando el Gobierno se enteró de que Delcy Rodríguez llegaba a España, Ábalos acudió de urgencia para informarle de que no podía acceder a territorio nacional. Pero Aldama dejó en evidencia esa explicación en el juzgado.
“Hay una carta también que se demuestra que un mes antes se sabía del viaje”, añadió Aldama. Esa misiva obra en el sumario y lleva la firma de Ábalos, aunque la redactó el propio Aldama para invitar a Delcy Rodríguez. Pese a todo, la número dos del régimen de Maduro seguía inquieta antes de emprender el vuelo: “Me dijo: ‘Espero que no estén jugando con nosotros’. A lo que yo le respondí que ella estaba hablando con un ministro del Gobierno de España que ha asegurado que está hablado con el presidente y que no iba a tener ningún problema”.
En el sumario obra también un mensaje de Ábalos mediante el que informó a Pedro Sánchez de la visita y el presidente contestó con un “ok”. También se aprecian documentos en los que se detalla un programa de actos en los que iba a participar Delcy Rodríguez, incluida una cena con Marlaska, Teresa Ribera, Salvador Illa, María Jesús Montero, Ábalos y el presidente. “Yo mismo alquilé la casa en la que se iba a quedar”, apuntó Aldama ante el juez. El inmueble estaba en el exclusivo barrio madrileño de El Viso y lo revisaron hasta tres veces: “Interior mandó a Policía y CNI, la embajada de Venezuela mandó a su seguridad y una semana antes vino su jefe de seguridad”.
También narró que la visita se gestionó a través del PSOE y no del Gobierno porque el Ministerio de Exteriores avisó de la sanción que pesaba sobre la dirigente. A pesar de ello, se permitió el viaje: “Si no se hubiese permitido, no habríamos tenido el lío que tuvimos”. Según Aldama, Delcy Rodríguez también quería verse con la entonces fiscal general del Estado “para un tema que le interesaba a Venezuela que era ‘el Pollo’ Carvajal”. Es el general que lideró la Inteligencia militar durante el mandato de Hugo Chávez.
Interés por 'el Pollo' Carvajal
Hugo ‘el Pollo’ Carvajal se enfrentó a Nicolás Maduro y se fugó a España, donde fue arrestado tras un tiempo en la clandestinidad. Lo reclamaba Estados Unidos por su relación con el narcotráfico. Se le considera uno de los guardianes de los peores secretos del régimen. Logró aplazar su entrega a Estados Unidos a cambio de aportar información en la Audiencia Nacional sobre los vínculos del chavismo con Podemos. La Justicia española terminó archivando esa investigación y Carvajal fue extraditado a Estados Unidos.
Aldama no citó el nombre de la fiscal general y su abogado tampoco lo aclaró, pero en aquellas fechas estaba en funciones María José Segarra. El BOE publicó su cese cinco días antes de la visita de Delcy Rodríguez y en esa fecha ya se conocía que la exministra de Justicia Dolores Delgado sería su sucesora. “Estaba prevista y hablada y el fiscal general de Venezuela ya había hablado con la fiscal general”, relató. La visita también iba a tener una derivada empresarial, según admitió el detenido. El mismo Aldama había sido contratado meses antes por Air Europa para recuperar 200 millones que la compañía tenía bloqueados en el país caribeño.
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El Gobierno comenzó a atribuir a Aldama un papel de intermediario con Venezuela meses antes de la cita en Barajas. El comisionista ya había demostrado su capacidad para hacer valer sus contactos en México. En febrero de 2019, organizó un viaje oficial al país centroamericano para allanar el terreno a empresas españolas que estaban interesadas en participar en la construcción del llamado Tren Maya. Aldama acudió junto a Ábalos, su jefe de prensa, el presidente de Ineco y Koldo García, entre otros.
El Gobierno recurrió a Aldama porque creyeron que el entonces embajador en México, Juan López Doriga, les pondría trabas. “Koldo dijo: ‘No es de los nuestros’!, narró Aldama ante el juez. El empresario afirmó que se llegó a firmar un convenio bilateral. “Fue un total éxito”, apuntó en el juzgado. Meses antes, en diciembre de 2018, Aldama ya había viajado con Ábalos a Oaxaca (México) para negociar una línea directa con Madrid operada por Air Europa. Estas son las gestiones por las que, según sostiene, le dio las gracias Pedro Sánchez en un acto del PSOE en el que se hizo una foto con el presidente publicada por El Mundo.
El empresario Víctor de Aldama desveló, cinco años después, lo que pasó la noche del 20 de enero de 2020 en el interior del avión que trajo a España a la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez. Según contó este jueves en el juzgado, la mandataria bolivariana mandó llamar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que amenazó para que no la arrestasen en el mismo aeropuerto de Madrid-Barajas: “Si me detienen, vamos a tener un problema”, dijo. Pese a que el Gobierno sabía de su llegada con un mes de antelación, a dos horas de tomar tierra le impidieron entrar en España por la prohibición impuesta por la Unión Europea debido a la vulneración de derechos humanos en su país.