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Errejón, la violencia hacia las mujeres y sus vídeos: "El amor es la energía afectiva más comunista"
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A la espera de la declaración judicial

Errejón, la violencia hacia las mujeres y sus vídeos: "El amor es la energía afectiva más comunista"

El canal de Youtube del, hasta ahora, niño bonito de la izquierda muestra las contradicciones de un político 'bipolar' que ha sido denunciado por comportamientos machistas. Llegó a tener un club de fans, las 'errejoners'

Foto: El exportavoz de Sumar en una de sus charlas en video. (Youtube)
El exportavoz de Sumar en una de sus charlas en video. (Youtube)
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A falta de que la investigación policial y judicial sustancie las denuncias y reproches contra Íñigo Errejón, el retrato del que fuera el niño bonito de la izquierda española se difumina lentamente conforme trascienden las acusaciones de violencia machista. El relato de sus presuntas víctimas dibuja una especie de doctor Jekyll y Mr. Hyde que traicionaba su discurso feminista cuando, presuntamente, era incapaz de controlar sus impulsos sexuales. Una bipolaridad que se acentúa al repasar su videoteca y que tiene su huella más fresca en una charla que dio el exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados bajo el nombre "Política y deseo. ¿Hay escapatoria a la vida-mercado?".

La intervención se produjo el pasado mes de julio. Y aunque su sugerente título despierte la imaginación, poco tiene que ver con los problemas que actualmente le acechan. El hilo de la conversación que —a lo largo de dos horas y media— mantiene con el escritor Amador Fernández-Savater, es una impugnación al capitalismo y sus consecuencias, pero el político deja alguna perla que pide mármol. Y ahora con más motivo. "El amor es la energía afectiva más comunista, la que no busca ser rentable, la que se satisface en sí misma", dijo en aquella charla.

Esta frase, digna de una taza del Mr. Wonderful norcoreano, encaja en cierto modo con la influencia del neoliberalismo que Errejón esgrimió en su carta de renuncia para justificar su comportamiento con las mujeres. El escrito que divulgó en su cuenta de X a finales de octubre y en el que, en cierto modo, achacaba sus actitudes a "una forma de vida neoliberal" y a las consecuencias de haber vivido una década en primera línea política. Según su relato, la subsistencia bajo los focos alimenta "una forma de comportarse que se emancipa a menudo de los cuidados, de la empatía y las necesidades de los otros". Y habla de una "subjetividad tóxica" multiplicada por "el patriarcado" y que afecta también a "las relaciones afectivas".

"He llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona", expresaba Errejón en su carta en un postulado que también entronca con algunas partes de la charla del pasado julio sobre política y deseo. La conversación, que a ratos se oxigena con las preguntas de los asistentes, deja retazos del esqueleto ideológico de Errejón cuando afirma que "sigo defiendo que la política y la moral son dos campos que está bien que a veces se junten, pero que son dos lógicas de orden diferente". Y aborda una cuestión a la que se ha tenido que enfrentar en los últimos días: ¿Cómo afrontar públicamente una polémica?

Foto: Íñigo Errejón en una imagen de archivo. (Europa Press/Jesús Hellín)

En un momento del acto, el que fuera uno de los cofundadores de Podemos conversa con una de las presentes que reclama a los políticos que muestren su "vulnerabilidad" como una vía de aproximación a los ciudadanos. "En abstracto es guay", interpela, "pero si hay dos periódicos que llevan una semana sacando portadas contra ti, diciendo que tienes que dimitir, cuando das la rueda de prensa lo haces demostrando debilidad. Es posible que esa sea una estrategia exitosa, pero antes de probarla, me gustaría conocer algún ejemplo de que es exitosa, porque no los conozco". "Conozco ejemplos parciales que en el momento todo el mundo aplaude, pero [al final] te vas. Ciao".

El canal de Youtube de Errejón

El canal de Youtube de Errejón es una prueba de las contrariedades de un político cuya caída en desgracia se escenificará en los juzgados, aunque todavía no hay fecha para ello. Su declaración ante el titular del juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, Adolfo Carretero, por la primera denuncia que la actriz Elisa Mouliaá interpuso contra él por violencia machista ha quedado en suspenso después del archivo temporal de la causa provocado por la indisposición de la abogada de Mouliaá. Uno de los vídeos que pone a disposición de los ciudadanos es un extracto de una entrevista concedida al periódico Público en el que destaca un comentario publicado hace apenas dos semanas: "¿Y hoy qué piensas de la violencia machista?".

La pregunta estaba bien tirada porque los 2:58 minutos que dura la grabación contrastan con lo que ha trascendido de uno de los políticos que contaba con mejor imagen del país. "No hace falta que haya una violación espectacular para que nos indignemos, sino que, como sociedad, nos comprometamos a que todas las formas de violencia que no respetan que el cuerpo de la mujer es territorio soberano deben ser erradicadas […] Leí esta semana que cada ocho horas está denunciada o acreditada una violación en España; si esa violencia no fuera contra las mujeres, ya habría una situación de alarma nacional, pacto de Estado... Hay que conjurarse contra esto", reclamaba entonces el ahora acusado de manosear presuntamente a chicas y exhibir actitudes violentas y dominantes con quienes tenía o deseaba tener sexo.

La periodista con la que conversa, Ana Pardo de Vera, es una de las personas que, tras saltar el escándalo de las presuntas agresiones sexuales del dirigente de Podemos y Más País, explicó que este comportamiento era sabido por mucha gente. La dimisión de Errejón se produjo después de que la periodista Cristina Fallarás publicase en su cuenta de Instagram algunas de las denuncias anónimas —que ha convertido en un libro, junto con otros señalamientos— que circulaban por los mentideros madrileños desde hace tiempo. El debate viró entonces en las responsabilidades políticas de los dirigentes de la izquierda que promocionaron al fundador de Más País a pesar del runrún.

La última señalada fue Yolanda Díaz, como no podía ser de otra manera, ya que designó a Errejón como portavoz de Sumar a principios de este año para sustituir a Marta Lois. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo aseguró en una comparecencia a finales de octubre que no habría elevado al político madrileño si conociera las denuncias, pero lo cierto es que en los prolegómenos de las elecciones generales de 2023 ya corrió por las redes una acusación. Fue después de un acto político en Castellón cuando una mujer en una cuenta de X relató cómo Errejón le había tocado el culo en un concierto y que fue su entonces jefa de gabinete, Loreto Arenillas, quien medió y pidió disculpas por su actitud.

"No hace falta que una violación espectacular para que nos indignemos", llega a decir Errejón

Arenillas fue después diputada de Más Madrid en la Asamblea regional y portavoz en materia de feminismo, aunque la formación que encabeza Mónica García la destituyó de la portavocía de la comisión de la Mujer tras el escándalo Errejón. Más Madrid le ha reclamado su escaño, pero la todavía parlamentaria no ha renunciado a él después de ejercer como cortafuegos de su exjefe y se ha acogido a una baja en la Asamblea de Madrid... sin entregar su acta. Yolanda Díaz aseguró en la citada rueda de prensa que después de aquel suceso, Más Madrid puso en marcha una investigación sobre el asunto, que acabó suspendida cuando la cuenta de X que denunciaba a Errejón fue eliminada. Pero la polémica sigue latente y hay más voces que aseguran que avisaron a la líder de Sumar, como la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, o una asesora de Ada Colau.

Las 'Errejoners'

Errejón utilizó la fórmula del blog en 2015 para denunciar el asesinato machista de seis mujeres 48 horas después de "la marcha estatal contra la violencia machista". El exdirigente apuntaba que este "es un tema que nos avergüenza como país" y remarca que "el país real, la sociedad, la gente, va por delante de quienes nos gobiernan en responsabilidad para algunos de los retos o problemas más graves que tenemos". Si se confirman en los tribunales las denuncias que se han formulado contra él, resulta obvio que su compromiso con esta causa era —sobre todo— público.

Resulta extraño identificar al agresor que señalan sus denunciantes en un tipo cuyo aspecto simplón e inofensivo impulsó un club de groupies. Se denominaban Errejoners, y su principal canal era una cuenta de X cuyo último mensaje es del 21 de septiembre de 2020. Con una camiseta en la que se leía "Errejón as puppies" junto a una foto del político rodeado de corazones rojos, Camila, una de las componentes de este grupo de seguidoras, explicaba en El Hormiguero que el entonces dirigente de Podemos "es como un cachorrito". "Es nuestro pequeño bebé y tenemos que cuidarlo", apuntaba la admiradora, antes de responder que creían que Íñigo Errejón olía "a polvo de talco". Esta cuenta ha vuelto a la vida reanimada por los últimos acontecimientos y una usuaria se preguntaba días atrás: "¿Alguien sabe qué ha pasado con esta chica?".

"Es nuestro bebé y tenemos que cuidarlo", apuntaba la admiradora, antes de responder que creían que Íñigo Errejón olía "a polvo de talco"

Un vídeo que también resulta interesante en el contexto actual data de hace tres años y es la conversación que Errejón mantiene con el escrito de Yo, adicto, Javier Giner, que ahora ha dirigido la adaptación como serie de televisión de la historia de su desintoxicación. Durante el encuentro por videoconferencia se aborda el asunto del chemsex y el autor del libro explica que, "al salir de mi toxicomanía, yo tengo que reaprender cómo me relaciono sexualmente con el mundo". El político asiente mientras Giner añade que "esa toxicomanía hace que mi sexualidad se convierta en una herramienta de autocastigo". "En mi enfermedad empiezo a mal usar el sexo", a "no poder parar", y entonces "hay que pedir ayuda" porque de "ahí te tienen que sacar". Giner advierte de que esas actitudes sexuales se utilizan para "gestionar unas emociones que no sabes gestionar". A lo que Íñigo Errejón apunta por debajo: "Claro, claro".

A falta de que la investigación policial y judicial sustancie las denuncias y reproches contra Íñigo Errejón, el retrato del que fuera el niño bonito de la izquierda española se difumina lentamente conforme trascienden las acusaciones de violencia machista. El relato de sus presuntas víctimas dibuja una especie de doctor Jekyll y Mr. Hyde que traicionaba su discurso feminista cuando, presuntamente, era incapaz de controlar sus impulsos sexuales. Una bipolaridad que se acentúa al repasar su videoteca y que tiene su huella más fresca en una charla que dio el exportavoz de Sumar en el Congreso de los Diputados bajo el nombre "Política y deseo. ¿Hay escapatoria a la vida-mercado?".

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