Feijóo encarniza su pulso con Von der Leyen para culpar a Ribera de la crisis: "Iremos hasta el final"
El líder del PP contempla que sus 22 eurodiputados voten en contra de todo el colegio de comisarios si la alemana mantiene a Ribera en la lista. Génova denuncia el intento de Sánchez de negociar con Orbán y Meloni para reconducir la crisis
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Ursula von der Leyen ya sabe que la intención de Alberto Núñez Feijóo es "ir hasta el final" con su guerra de desgaste a Teresa Ribera. El tanto que se anotó la delegación española del PPE la semana pasada paralizando la coronación de la ministra española como vicepresidenta de la Comisión Europea ha dado gasolina a Génova para aguantar el pulso "hasta las últimas consecuencias". Incluso aunque Manfred Weber se descuelgue y sus 22 eurodiputados se queden solos en esa ofensiva. El jefe de la oposición en España asume también el "riesgo" de que esa estrategia de derribo termine dinamitando todos los puentes con la presidenta comunitaria.
"El PP no puede ser cómplice del ascenso de Teresa Ribera. Le debemos mucho más a nuestra gente de aquí, que a la de allí", trasladan fuentes del entorno directo de mandatario popular, que insisten en que un hipotético acuerdo entre las familias de socialistas y populares no les arrastrará ni les forzará a cambiar su opinión. En la dirección nacional del PP están dispuestos incluso a votar en contra de todo el colegio de comisarios de Von der Leyen por "coherencia" política si ésta incluye finalmente a Teresa Ribera en la lista. "No será comisaria con nuestros votos", refrendan.
Pese al "triunfo" de la semana pasada, en el partido hay dirigentes que asumen que es "muy difícil" tumbar de forma definitiva el nombramiento de la ministra española como comisaria. El líder del PPE, Manfred Weber, ayudó a Feijóo a obstaculizar la elección de la dirigente, una maniobra que hay que contextualizar dentro de las cuentas pendientes del político alemán con Von der Leyen y la mala relación que ambos arrastran desde 2019.
A Weber —de la máxima confianza de Esteban González Pons, pieza clave en la ofensiva comunitaria del PP— y a Feijóo les une, además, la inquina contra Sánchez. Y éste, a su vez, mantiene una relación muy cercana con la presidenta de la Comisión Europea, lo que siempre ha despertado recelos en las filas de los populares españoles. Con todo, en Génova asumen que es posible que ni Weber ni el resto del PPE se deje llevar por el criterio de los eurodiputados españoles hasta el final, sobre todo ante el riesgo de que peligren otras candidaturas de comisarios de su misma familia política.
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Este lunes, Génova comenzó a mover el mensaje de que los socialistas europeos, comandados por Iratxe García, habían contactado con Manfred Weber para trasladarle que S&D apoyaría a todos los comisarios pendientes —incluido el propuesto por el partido de Giorgia Meloni, Raffaelle Fitto— si el PPE deponía también las armas y apoyaba a Teresa Ribera. El líder alemán puso dos condiciones para aliviar la fuerte crisis que ha sacudido a la política comunitaria: que Ribera rindiese cuentas en el Congreso de los Diputados —lo hará este mismo miércoles, 20 de noviembre— para explicar su "responsabilidad" en la crisis de la DANA; y que se comprometiese a dimitir en caso de ser imputada.
Fuentes de la dirección popular trasladaron, además, que el propio Sánchez va a contactar con el primer ministro húngaro, Víktor Orbán; y con la presidenta italiana, Giorgia Meloni, para lograr una votación en bloque de los aspirantes a comisarios que siguen pendientes de evaluación, con lo que esquivar una votación que Teresa Ribera, aseguran, "no podría superar". La presunta implicación del jefe del Ejecutivo da cuenta de la gravedad de la situación, de la que los populares se hacen eco. "Ese contacto implica una negociación directa de Moncloa con gobiernos a los que el propio PSOE califica como extrema derecha", inciden.
Hasta el momento, en la dirección de Feijóo confiaban en que los eurodiputados de las comisiones parlamentarias que examinarán a Ribera cuenten con un voto secreto y en urna, una petición que los populares ya han trasladado a la presidenta de la Eurocámara, Roberta Metsola, pero que podría tambalearse si se consuma la injerencia de Sánchez para reconducir la situación. Lo que también trasladan en Génova es que si el Gobierno no propone un candidato alternativo antes de la votación en bloque del colegio de comisarios por el Parlamento Europeo, prevista para el próximo 27 de noviembre, los 22 eurodiputados españoles se descolgarán casi con toda seguridad.
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En Bruselas continúa la incertidumbre sobre el desenlace del profundo bloqueo político, pero en Génova reiteran que, "pase lo que pase", al menos habrán conseguido "manchar su expediente" y que la dirigente arranque su mandato en mitad de un fuerte señalamiento por su presunta "responsabilidad" en la gestión de la crisis de la DANA. No hay que perder de vista que la cacería orquestada por Feijóo en Bruselas le permite desviar parcialmente el foco de la polémica sobre la ministra para la Transición Ecológica, y aminorar la presión sobre su presidente autonómico, Carlos Mazón, sometido a un fuerte cuestionamiento interno.
Feijóo busca igualar las culpas de la tragedia
El despliegue de la artillería pesada contra Teresa Ribera fue uno de los principales temas de conversación entre Feijóo y los barones presentes en la Junta Directiva Nacional que el PP celebró este lunes, y que reunió también a decenas de cargos orgánicos. En público, el líder del PP distinguió entre los "errores humanos", en los que encuadra la gestión de Mazón; y la "indolencia manifiesta" de la ministra socialista. Feijóo insistió en esa crítica también en privado, y enumeró a los presentes los hitos de la "incomparecencia" de Ribera en la crisis, replicando los argumentos sobre los que el presidente de la Generalitat ha erigido también su estrategia de defensa: las carencias en los avisos de la AEMET y de la Confederación Hidrográfica del Júcar; y la tardía respuesta del Ejecutivo central en los días posteriores a la riada.
En el partido comparten que la estrategia de ataque frontal contra Ribera en Bruselas es la única salida para intentar acotar el desgate ya no de Carlos Mazón —cuya continuidad se da por imposible—, sino de la propia marca a nivel nacional. El objetivo es imponer el relato de que, pese a los "muchos errores" del presidente de la Generalitat, no ha sido el único "responsable" de la tragedia. Inciden en que él no puede salir sin que se hayan cobrado también su correspondiente pieza política en el PSOE. Y esa es Teresa Ribera.
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El líder del PP ha optado por alargar la vida política del líder valenciano, que ya anunció el pasado viernes que no optaría a la reelección si no conseguía cumplir con creces con los objetivos de la fase de reconstrucción, un mensaje que pronunció a instancias de la dirección de Génova. Este lunes, Feijóo deslizó públicamente que no consentiría más "equivocaciones". Mientras tanto, dirigentes del PP se hacen eco de la difícil "encrucijada" de Feijóo y coinciden en que, al menos de momento, no puede desplazarle la silla. "Si le aguanta en el cargo, es malo. Si dimite, es peor. De esto vamos a salir tocados haga lo que haga", asumen.
Ursula von der Leyen ya sabe que la intención de Alberto Núñez Feijóo es "ir hasta el final" con su guerra de desgaste a Teresa Ribera. El tanto que se anotó la delegación española del PPE la semana pasada paralizando la coronación de la ministra española como vicepresidenta de la Comisión Europea ha dado gasolina a Génova para aguantar el pulso "hasta las últimas consecuencias". Incluso aunque Manfred Weber se descuelgue y sus 22 eurodiputados se queden solos en esa ofensiva. El jefe de la oposición en España asume también el "riesgo" de que esa estrategia de derribo termine dinamitando todos los puentes con la presidenta comunitaria.