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El PSOE espera una nueva pirueta de Sánchez: cambios en el partido y Gobierno
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El PSOE espera una nueva pirueta de Sánchez: cambios en el partido y Gobierno

Se intuye que quiere imponer "rumbo de siguiente etapa" con nuevas caras y estrategias. Pendientes todos de que se confirme que Ribera es comisaria, Puente emerge como uno de los grandes valores del Ejecutivo

Foto: Pedro Sánchez esta semana en Bakú (Azerbaiyán). (Reuters/Maxim Shemetov)
Pedro Sánchez esta semana en Bakú (Azerbaiyán). (Reuters/Maxim Shemetov)
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Napoleón Bonaparte consiguió que sus tropas confiaran en él a fuerza de tomar decisiones inesperadas y rompedoras, que condujeron a los franceses a la victoria incluso en situaciones de inferioridad. El crédito de Pedro Sánchez dentro del PSOE hace tiempo que acumula signos de desgaste. Hasta quienes le han defendido siempre no entendieron su espantada de cinco días después de la imputación de su mujer y discrepan de alguna de sus últimas decisiones, como el pacto para una financiación singular de Cataluña.

El ejército del presidente del Gobierno ha perdido efectivos, pero se mantiene la confianza en que dará un nuevo golpe de efecto para tomar la iniciativa. En julio de 2021, la certeza de que el PP se ponía por delante en las encuestas, condujo a Sánchez a una crisis del Ejecutivo que se llevó por delante a su jefe de gabinete, Iván Redondo; la vicepresidenta, Carmen Calvo; y al exministro de Transportes y ex secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos.

A solo unos días del congreso del partido en Sevilla y de la marcha de la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica a Bruselas, si al final no naufraga el colegio de comisarios propuesto por Ursula von der Leyen, el precedente de aquella matanza política hace pensar a muchas personas en el PSOE que el presidente "prepara" otra gran reconversión.

Él solo reconoció, en una conversación informal con periodistas el 12 de octubre en el Palacio Real, que su intención es realizar una renovación de equipos en el partido. Pero en el Gobierno su "idea" era que "solo sea Teresa". A pesar de estas palabras, persiste la duda de "si habrá cambios de calado o no", también en el Ejecutivo, explica un dirigente. Si el cónclave socialista se limita a refrendar los "poderes plenipotenciarios" del secretario general o Sánchez, con la oportunidad de la salida de Ribera, da un "pequeño revolcón". "Lo que corre" en el PSOE es que habrá "novedades" en Ferraz y en el Ejecutivo, señala otro cargo.

Foto: Santos Cerdán con María Jesús Montero en el Congreso. (EFE / Fernando Villar)

Los sondeos reflejan una suma de PP y Vox muy amplia que obliga a Sánchez a arriesgar, en medio, además, de una situación política muy complicada, sin garantías de sacar adelante unos nuevos presupuestos y, por el momento, sin votos ni para aprobar una reforma fiscal. El congreso, diseñado para servir de revulsivo, ha quedado además fuera de foco por la tragedia en Valencia del pasado 29 de octubre.

Después de perder en mayo de 2023 seis gobiernos autonómicos, la organización ha entrado en una fase aguda de depresión que requiere un tratamiento de reconstrucción profunda. Cunde la opinión de que el partido está desasistido, que todas las decisiones se adoptan en función de las necesidades del Gobierno y de que Ferraz es cada vez más beligerante con la discrepancia. Una espesa bruma de "fin de ciclo" que solo Sánchez puede despejar.

En ese contexto, se abrió un debate interno sobre la continuidad del secretario de Organización, Santos Cerdán, que sigue vigente, pero que ha perdido cierto vigor con el paso de los días. El número tres del PSOE acusó durante semanas ese cuestionamiento e incluso él mismo verbalizaba que no tenía ningún problema en quedarse como diputado raso. Ese nerviosismo parece mitigado y distintas fuentes aseguran que ahora actúa con la convicción de que seguirá en el puesto. Pero también hay quien matiza que con Sánchez "no se puede descartar nada".

Los sondeos reflejan una suma de PP y Vox muy amplia que obliga a Sánchez a arriesgar

La discusión sobre la cúpula no alcanza a la vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, porque es Santos quien dirige el día a día en Ferraz y ejerce de interlocutor con los territorios.

Si finalmente continuara como responsable de Organización, la renovación impactará más en el resto de la dirección con el objetivo de cambiar "imagen y estrategia". "Lo normal es que salgan muchos de la ejecutiva", pronostica un alto cargo. Otro dirigente opina que en esta ocasión el presidente no atenderá a las sugerencias de las federaciones y pondrá sólo a quien le valga. Hay una transformación en él estos años, explica esta fuente, antes se "enamoraba" de la gente, de determinados perfiles, y ahora es mucho más práctico, escoge según sus necesidades.

Foto: Óscar Puente, un hombre de acción. (EP)

La impresión interna es que los cambios en el partido se acompasarán con movimientos en el Gobierno, más allá de la mera sustitución de Ribera. "Lo que vaya a hacer Pedro solo Pedro lo sabe", indican fuentes del Ejecutivo. Esta máxima es sagrada. El presidente rumia en solitario todos sus pasos y los ejecuta sin dar margen de reacción. Pero esa falta de información no impide que en el PSOE conjeturen con que pretende poner "rumbo de siguiente etapa".

Durante estos meses ha ido calando que el nombramiento de Óscar López como sustituto de José Luis Escrivá no obedecía únicamente a su anhelo de ser ministro, sino que fue la forma de situar a Diego Rubio como nuevo jefe de gabinete. ¿Esa revolución en su equipo afectará también a la composición del Ejecutivo? Muchos en el PSOE, sin tener absolutamente ningún dato, piensan que sí. "Es lógico que la salida de Teresa se aproveche para renovar a los que ya llevan muchos años", defiende un alto cargo. "Y, posiblemente, haya un refuerzo político tipo Óscar Puente, que ha funcionado muy bien".

Pero sobre el alcance de la remodelación hay división en el partido. Frente a los que ven una crisis potente se colocan los que consideran que será solo un ajuste quirúrgico con efectos políticos porque el sustituto de Ribera, sostienen, no conservará la vicepresidencia tercera. Esto ya ocurrió con Carlos Cuerpo, que heredó el Ministerio de Economía de Nadia Calviño, pero no la vicepresidencia primera, que pasó a Montero.

Foto: Sánchez llama en la ONU a movilizarse y unir fuerzas contra los extremismos. (EFE/Moncloa/Borja Puig De La Bellacasa)

Este esquema se podría repetir ahora. Como relevo de Ribera suena la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen. Ingeniera química de 49 años, con especialidad de Medio Ambiente, atesora una destacada trayectoria en la lucha contra el cambio climático. Y el puesto de vicepresidente tercero podría ser para Puente, según discurren distintas fuentes del PSOE. Pero Sánchez también podría aprovechar para premiar a Félix Bolaños, uno de los grandes pilares del Gobierno y una persona de su absoluta confianza.

El ministro de Transportes ha sufrido en las últimas semanas una mutación y eso favorece que se aluda a él. El más irreverente de los miembros del Gobierno en las redes sociales, que tuiteaba casi sin control, volcó toda su energía comunicativa en la causa de la reconstrucción de carreteras y vías de tren en Valencia y ha salido bien parado. Tanto que, según fuentes cercanas, se siente más cómodo con este nuevo rol y está tentado de no regresar al Puente anterior. Si acaso, muy de vez en cuando. Una postura que encaja en el vaticinio de quien le ven vicepresidente, si al final el presidente consigue que Ribera sea comisaria.

Napoleón Bonaparte consiguió que sus tropas confiaran en él a fuerza de tomar decisiones inesperadas y rompedoras, que condujeron a los franceses a la victoria incluso en situaciones de inferioridad. El crédito de Pedro Sánchez dentro del PSOE hace tiempo que acumula signos de desgaste. Hasta quienes le han defendido siempre no entendieron su espantada de cinco días después de la imputación de su mujer y discrepan de alguna de sus últimas decisiones, como el pacto para una financiación singular de Cataluña.

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