Los barones del PP mantienen una 'distancia de seguridad' con Mazón tras la crisis de la DANA
Los homólogos territoriales del presidente valenciano se ponen de perfil y, a diferencia de Feijóo, evitan exhibir un apoyo claro al dirigente. Sectores del PP ven un "error" involucrarse en una defensa cerrada de Mazón: "Está calcinado"
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En política hay silencios que dicen mucho más que las palabras. El fuerte cuestionamiento del presidente de la Generalitat por su gestión durante las horas críticas de las inundaciones que han devastado la provincia de Valencia abrió una profunda crisis en el PP de la que Feijóo trata de salir. En las dos últimas semanas, Génova ha protagonizado una estrategia cambiante que ha culminado con un apoyo cerrado de Alberto Núñez Feijóo a Carlos Mazón, sobre todo tras la comparecencia que el líder valenciano protagonizó este viernes en las Cortes, y cuyo discurso se monitorizó desde la sede nacional del partido. Los barones del PP, sin embargo, mantienen un perfil bajo y siguen sin exhibir un respaldo claro a su homólogo territorial.
En las filas de los populares hay sectores que creen que Feijóo comete un "error" por involucrarse de forma tan personal en la defensa de su presidente autonómico porque, de algún modo, le vincula a una gestión que muchos dirigentes reconocen como "desastrosa" y que puede perseguirle si, en el futuro, Génova decide moverle la silla. Se trata de una advertencia que trasladan miembros de la cúpula popular, y que replican en algunas delegaciones territoriales. "No tiene sentido que nos quememos a lo bonzo", apuntan. "Procuramos apartarnos de este asunto", azuza otro líder territorial del PP, porque, incide, "Mazón está calcinado".
En Génova creen que, poco a poco, la alerta interna irá "remitiendo", y defienden el "éxito" de la estrategia de Feijóo en Bruselas y el daño a la imagen de Teresa Ribera, sobre la que Génova quiere posar toda la responsabilidad de la tragedia para redirigir hacia el Gobierno la ola de indignación social. Pero, a diferencia de Feijóo, los barones del PP mantienen una distancia de seguridad con el líder valenciano. "El Gobierno de Sánchez ha actuado de mala fe, pero [Mazón] ha sido negligente", reiteran.
Uno de los silencios más elocuentes ha sido el exhibido por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. Porque esta vez, y a diferencia de Feijóo, la madrileña ni siquiera ha entrado en el debate para disparar a Sánchez. Tampoco ha querido valorar la gestión de Carlos Mazón, pese a la insistencia de los últimos días de periodistas y miembros de la oposición en la Asamblea de Madrid. Esta vez, y sin que sirva de precedente, la receta de la madrileña ha sido la de la prudencia.
Que el activismo se olvide de nosotros. pic.twitter.com/5P7AuDdmWb
— Isabel Díaz Ayuso (@IdiazAyuso) November 8, 2024
Pero Juanma Moreno es, quizás, quien ha hecho más explícita esta distancia con Mazón. Y no tanto con las declaraciones en público sobre el barón valenciano, sino más bien con su gestión en la DANA que ha golpeado a Andalucía apenas dos semanas después de la riada de Valencia.
El pasado fin de semana las previsiones meteorológicas apuntaban a una nueva depresión virulenta que tendría su epicentro en Málaga y que se dejaría notar el miércoles. El día antes, con la alerta roja de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la Junta de Andalucía actuó con diligencia, suspendió las clases en los colegios y la Universidad de Málaga hizo lo propio. "No dudaría ni un minuto en llamar al Ejército", aseguró Moreno antes del temporal que azotó Málaga y que se dejó sentir en Sevilla, Huelva y Cádiz.
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"Lo ocurrido en Valencia ha sido una lección", dijo el jueves Moreno en Benamargosa, una localidad de la Axarquía malagueña que sufrió los mayores efectos de la DANA por el desborde del río del mismo nombre. El presidente de la Junta lleva meses hablando de la "vía andaluza", una apuesta por el diálogo entre administraciones que se ha aplicado de forma impecable durante el temporal de esta semana.
Moreno fue más allá el miércoles en su contraste con Mazón cuando se ausentó del Parlamento durante el debate de Presupuestos y provocó la suspensión de la sesión de control del día siguiente. El motivo fue la extensión de la alerta roja de Aemet hasta las 08:00 de la mañana del jueves en Málaga. "Tengo que estar allí", dijo, según cuentan fuentes de su entorno. El presidente de la Junta estuvo en el Centro de Coordinación de Emergencias del 112 en la provincia malagueña, desde donde ofreció una entrevista en el informativo de Canal Sur y en El Objetivo, en La Sexta.
Al menos hasta el momento, Carlos Mazón tampoco ha sentido el calor de otros homólogos territoriales. El pasado 8 de noviembre, en un intento de exhibir una foto de cierta unidad en el partido para contrarrestar el enorme ruido interno tras el desastre, Feijóo citó a sus barones a una reunión telemática para analizar la respuesta a la DANA y la ayuda del resto de comunidades gobernadas por los azules. Como explicaron fuentes presentes en el cónclave, el líder valenciano intentó calmar el desconcierto de sus compañeros de partido, explicando los motivos por los que no había declarado la emergencia nacional, como le había reclamado el propio Feijóo, en las horas posteriores a la catástrofe.
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Pero las explicaciones de Mazón no convencieron. En las baronías del PP censuran a Sánchez por negarse a asumir el mando único en la crisis y su "inacción" frente a la crisis, pero también lamentan que el presidente de la Generalitat no diese ese paso "desde el primer momento". "Nadie está preparado para algo así. Es una crisis que nos hubiera superado a todos", apuntaban desde varias presidencias autonómicas. Lo que también ha generado muchas dudas en el partido fue la actitud de Mazón durante las horas críticas del 29 de octubre y las contradicciones de la Generalitat sobre la agenda del líder valenciano aquel día.
En los días siguientes, ningún dirigente autonómico de peso, como Alfonso Fernández Mañueco, Fernando López Miras, Alfonso Rueda o Jorge Azcón, han exhibido un apoyo claro y público a la actuación de la Generalitat. Ninguno ha viajado tampoco a la Comunidad Valenciana. En el partido son conscientes de que cualquier paso en falso les vinculará a una gestión muy castigada que ha erosionado la marca del PP en la región y cuyo "daño" puede extenderse si no se miden bien los pasos.
Habrá que esperar para comprobar si la "autocrítica" exhibida por Mazón el viernes en las Cortes valencianas es suficiente como para revertir el malestar interno y exhibir normalidad con el dirigente autonómico. Los barones del PP tendrán una oportunidad de hacerlo este mismo lunes, en el marco de la Junta Directiva Nacional a la que Feijóo ha convocado a presidentes territoriales y el resto de cargos orgánicos de la formación.
En el partido se ve la reunión con altas expectativas, ya que se trata de la primera gran cónclave post DANA en la que se espera que Feijóo esboce las directrices estratégicas a seguir en las próximas semanas para aplacar la crisis y el ruido interno. Génova ha apuntado todos los cañones hacia la gestión de Teresa Ribera, mientras aleja el debate sobre el posible proceso sucesorio de Carlos Mazón.
En política hay silencios que dicen mucho más que las palabras. El fuerte cuestionamiento del presidente de la Generalitat por su gestión durante las horas críticas de las inundaciones que han devastado la provincia de Valencia abrió una profunda crisis en el PP de la que Feijóo trata de salir. En las dos últimas semanas, Génova ha protagonizado una estrategia cambiante que ha culminado con un apoyo cerrado de Alberto Núñez Feijóo a Carlos Mazón, sobre todo tras la comparecencia que el líder valenciano protagonizó este viernes en las Cortes, y cuyo discurso se monitorizó desde la sede nacional del partido. Los barones del PP, sin embargo, mantienen un perfil bajo y siguen sin exhibir un respaldo claro a su homólogo territorial.