Sánchez no llama a Feijóo en toda la crisis pese a admitir que existe una "emergencia nacional"
La magnitud de la tragedia no corrige la distancia política y personal entre los líderes de los dos grandes partidos. Génova denuncia que la única interlocución entre PSOE y PP a nivel nacional se ha reducido a dos citas entre segundos espadas
Ni llamadas, ni mensajes. La relación entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, es nula. Inexistente. Y esa amplísima distancia no se ha recortado ni con la peor tragedia de la historia reciente de España. En Génova denuncian desde hace días que el jefe del Ejecutivo no ha descolgado el teléfono para informar al presidente del PP de la evolución de las labores de reconstrucción, del impacto de la devastación, de los medios desplegados o del alcance y desarrollo de los paquetes de ayuda aprobados por el Consejo de Ministros.
En los últimos 15 días sí ha existido una interlocución entre PSOE y PP, pero entre segundos espadas. El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se ha reunido en dos ocasiones con el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, cosa que ha repetido con el resto de representantes de todos los grupos parlamentarios. De hecho, Génova ha puesto el grito en el cielo porque el titular de Justicia y Relaciones con las Cortes no le informó en su cita del pasado lunes que el segundo decreto de medidas urgentes por la DANA escondía una reforma para perpetuar en el cargo al jefe de la Policía, de la máxima confianza de Fernando Grande-Marlaska.
El Real Decreto aprobado por el Ejecutivo justifica esa modificación legal en el hecho de que, tras la crisis de la DANA, España se encuentra en una "situación de emergencia nacional" por la que "resultaría altamente disfuncional proceder a la sustitución de quien se encuentra dirigiendo y coordinando sobre el terreno las funciones operativas de los efectivos de la Policía Nacional". "El Gobierno asume explícitamente la emergencia nacional que Sánchez se niega a impulsar en nuestro país", claman en la dirección popular.
En la cúpula nacional del PP denuncian también que pese a reconocer por escrito ese excepcional contexto el presidente del Gobierno no haya telefoneado aún al líder de la oposición, ni tampoco haya atendido anteriormente a su petición de que activase el nivel de alerta a tres para asumir el mando de la crisis y arrebatárselo a la Generalitat.
Fuentes del Ministerio del Interior tratan de aplacar las críticas de los populares, e inciden en que con la referencia en el texto del decreto a la "emergencia nacional" no se está "calificando la gravedad o el tipo de emergencia sucedida en Valencia desde el punto de vista de la Protección Civil", sino a la conveniencia de evitar el cese por edad del DAO de la Policía cuando está "supervisando el despliegue de la Policía Nacional con efectivos procedentes de todo el territorio".
El Gobierno nos convocó a una reunión el domingo para trasladarnos el contenido del Real Decreto de ayudas a la DANA.
— Miguel Tellado (@Mtelladof) November 12, 2024
Bolaños vuelve a mentir: además de no detallar apenas las medidas, nos ocultó la modificación legal para perpetuar al Jefe de Policía de Marlaska.
El Gobierno… https://t.co/gNML6NO1mz
Sánchez sí contactó de forma directa tanto con Carlos Mazón como con Emiliano García-Page para tratar de coordinar esfuerzos en la respuesta a las inundaciones, mientras que Feijóo denuncia que toda la información con la que cuenta respecto a la catástrofe viene gracias a su interlocución con los presidentes autonómicos, no con la Moncloa. Una situación que en el primer partido de la oposición ven absolutamente inédita, y que sólo engrandece el muro que separa a PSOE y PP para llegar a grandes acuerdos en lo que resta de legislatura.
Pese a reiterar la necesidad de una "respuesta de Estado" a la tragedia, el líder del PP tampoco descolgará el teléfono para intentar ese acercamiento, al entender en Génova que es Sánchez, por su condición de presidente del Gobierno, el que debe dar el primer paso y citarle en la Moncloa para abordar la crisis y exhibir la imagen de "unidad" que reclama la ciudadanía. Tanto Sánchez como Feijóo han reiterado en distintas declaraciones públicas la necesidad de aparcar la refriega política y "arrimar el hombro", una intención que ha quedado enterrada en el infinito cruce de reproches entre PSOE y PP por el reparto de culpas de la catástrofe.
Hace casi un año del último vis a vis entre Sánchez y Feijóo. Los dos líderes se reunieron el pasado 22 de diciembre en la llamada Sala de la Chimenea del Congreso de los Diputados para sentar las bases del acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y delegar, acto seguido, las negociaciones en Félix Bolaños y Esteban González Pons. El desbloqueo del Poder Judicial fue el último acercamiento entre los grandes líderes. La relación está completamente rota. Ni siquiera se saludaron en el contexto informal de la recepción del Palacio Real del pasado 12 de octubre.
El líder del PP siempre ha afeado al jefe del Ejecutivo que no le contactase para informarle especialmente sobre las últimas decisiones en política exterior, desde la crisis de Venezuela a la ruptura con Milei. La tensión entre el presidente del Gobierno y el líder de la oposición se encuentra en su momento más álgido, intensificada en los últimos meses por el asedio del PP al Ejecutivo por los presuntos casos de corrupción que se amontonan a las puertas de la Moncloa. Y ni siquiera el mayúsculo paréntesis de la DANA ha servido para reconducir esa relación política y personal.
Con todo, Feijóo ya ha comprometido el apoyo de los 137 diputados del PP a las medidas económicas anunciadas por el Gobierno para responder a la emergencia causada por la DANA. Será un 'sí' crítico, ya que los populares consideran que los paquetes de ayuda anunciados hasta el momento son "insuficientes" y, además, no incluyen las propuestas que Génova hizo llegar por escrito a la Moncloa, bautizadas como 'plan Valencia'. Fuentes parlamentarias aseguran que mantendrán ese voto afirmativo en la convalidación de los reales decretos pese a denunciar su "utilización política" para blindar a un mando policial afín al ministro del Interior.
Ni llamadas, ni mensajes. La relación entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, es nula. Inexistente. Y esa amplísima distancia no se ha recortado ni con la peor tragedia de la historia reciente de España. En Génova denuncian desde hace días que el jefe del Ejecutivo no ha descolgado el teléfono para informar al presidente del PP de la evolución de las labores de reconstrucción, del impacto de la devastación, de los medios desplegados o del alcance y desarrollo de los paquetes de ayuda aprobados por el Consejo de Ministros.
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