Descubre el escondite geológico más fascinante de Extremadura: estalactitas y cristales en una cueva protegida

• Esta cueva se encuentra en Murcia y “te traslada” al Algarve portugués
• La espectacular cueva de origen marino que está en España y es la única de Europa (y se puede visitar todo el año)

Con acceso restringido y situada en un entorno natural casi intacto, esta cueva en la provincia de Cáceres destaca como un verdadero tesoro oculto en Extremadura. Con sus formaciones cristalinas y geomorfología única, el sitio representa una ventana al pasado geológico y un atractivo irremplazable para los amantes de la naturaleza.

Se trata de la Cueva de Castañar de Ibor, un enclave geológico fascinante descubierto en 1967, que fue reconocido por su peculiaridad y declarado Monumento Natural en el año 1997. La cueva se encuentra cerca del municipio de Castañar de Ibor y, aunque no está abierta al público de forma regular para preservar su delicado ecosistema, y funciona mediante un sistema de solicitud de visitas, sigue atrayendo la curiosidad de visitantes e investigadores por sus características únicas.

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Una de las maravillas de esta cueva es la variedad de formaciones geológicas, que incluye estalactitas, estalagmitas y, lo más extraordinario, formaciones de cristal de aragonito. Este mineral, que rara vez se encuentra en grutas, se presenta aquí en delicadas estructuras que asemejan a flores y que se forman gracias a condiciones químicas y físicas muy particulares.

Un espacio protegido para la ciencia y la conservación

Las características de la Cueva de Castañar la convierten en un sitio de especial interés para geólogos y científicos. La alta humedad y las condiciones ambientales dentro de la cueva permiten la formación y preservación de microcristales y formaciones únicas, lo que hace que cualquier alteración externa pueda dañarlas. Debido a su extrema fragilidad, el acceso es restringido y bajo normas específicas, con grupos de un máximo de 5 personas.

Otro de los elementos que hace a esta cueva única es su geología kárstica, un tipo de formación geológica que permite la creación de estructuras complejas por la disolución de rocas calcáreas. Esto, junto con la presencia de minerales como el aragonito, ha dado lugar a un paisaje subterráneo sorprendente y de gran belleza.

Además de su valor geológico, la cueva es un refugio para diversas especies de microorganismos que se han adaptado a las condiciones extremas del entorno subterráneo. La conservación de este microecosistema es fundamental, ya que cualquier cambio podría afectar a estas formas de vida adaptadas a la oscuridad y la alta humedad.

Aunque no se puede visitar en esta época del año, conviene tener en cuenta su valor para solicitar una visita escribiendo al correo electrónico cueva.castanar@juntaex.es el próximo 1 de abril, indicando nombre y apellidos, DNI, edad, número de teléfono y fecha prevista de la visita. Os recomendamos que a finales de marzo estéis atentos a sus redes sociales para más detalles sobre el momento exacto en que se puede solicitar, ya que el plazo de inscripciones suele ser breve. Así tendréis la oportunidad de realizar una visita entre el 1 de mayo y el 30 de septiembre, que es el período en el que la cueva acepta visitas. La Cueva de Castañar es un ejemplo claro de cómo la protección de los espacios naturales permite preservar lugares de gran valor científico y cultural para futuras generaciones.