Una dotación de antidisturbios protegerá a Begoña Gómez en la Asamblea si hay manifestantes

La Asamblea de Madrid espera la comparecencia de Begoña Gómez en mitad de una enorme expectación. La seguridad en el Parlamento autonómico, sin embargo, no será en principio muy distinta a la habitual, según informan fuentes policiales. A los servicios de seguridad y policía normalmente presentes en la Cámara madrileña se sumarán nuevos efectivos de los antidisturbios si se convoca una manifestación en las inmediaciones del recinto, en la avenida de Pablo Neruda de Vallecas. Hazte Oír, como hizo con la declaración de Pedro Sánchez, ya ha anunciado que piensa concentrarse desde primera hora.

Fuentes conocedoras del plan de seguridad afirman que desde la Jefatura Superior de Policía de Madrid no han diseñado ningún dispositivo extraordinario en el exterior del Parlamento. La presencia policial, por tanto, no excederá de la propia seguridad existente en la Cámara y del dispositivo de Moncloa que acompañará a la esposa del presidente del Gobierno -como ha sucedido en otras citas judiciales- y que ha incluido a varios escoltas y a la propia jefa de seguridad del palacio.

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No obstante, la Jefatura Superior de Policía está en preaviso para reaccionar en el caso de que se produzca una manifestación en los aledaños. En ese caso, la presencia policial se reforzará con una dotación de la Unidad de Intervención Policial (UIP), los conocidos como antidisturbios. Estas unidades tienen su sede en la comisaría de Moratalaz, a solo 3,5 kilómetros de la sede de la Cámara autonómica.

La Asamblea, por su parte, evita dar cualquier detalle al respecto y traslada la responsabilidad en la calle a la Policía, aunque afirma que ha habido "coordinación" en todo momento para preparar una cita que, según todo apunta, terminará con Begoña Gómez acogiéndose a su derecho a no declarar.

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Cuando la Policía Nacional elabora un plan específico de seguridad es porque, previamente, los especialistas en Información han detectado movimientos que les obligan a reforzar la presencia policial. En ese caso, se comunica a sus superiores y recomiendan un despliegue a los responsables de Seguridad Ciudadana. Fue el caso, por ejemplo, de la concentración del pasado sábado en los aledaños de la sede del PSOE en Ferraz, que terminó con cargas policiales. Hubo un dispositivo específico porque grupos de extrema derecha calentaron la cita durante las semanas previas.

La mañana en los aledaños de la Asamblea de Madrid, en principio, será tranquila. Pero, como sucedió en Plaza de Castilla en la declaración ante el juez Juan Carlos Peinado, cabe la posibilidad de que la movilización supere las expectativas. El despliegue policial del pasado verano en los juzgados de Instrucción, cuando Gómez acudió a declarar por los delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios, fue importante para evitar males mayores.

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La primera vez, el 5 de julio, hubo poco más de una veintena de manifestantes. Quince días después acudió de nuevo, con otro fuerte dispositivo de seguridad, los concentrados ya superaron el medio centenar de personas con pancartas contra el presidente del Gobierno. Hazte Oír también lideró aquella concentración.

Begoña Gómez está citada a partir de las diez de la mañana, aunque deberá llegar antes. Salvo sorpresa, no entrará por la puerta principal y la comitiva procedente de Moncloa lo hará por el garaje, como ya ocurrió en los juzgados. La mujer del presidente del Gobierno, llamada en calidad de codirectora de la Cátedra de Transformación Social Competitiva, será la primera en comparecer en la comisión de investigación sobre las presuntas irregularidades en la Universidad Complutense, que trata de dilucidar los programas de cátedras y los postgrados en la institución, así como las empresas financiadoras.

La principal implicada se acogerá a su derecho de no declarar y evitará pronunciarse sobre cualquier tema frente a las preguntas de los grupos parlamentarios. Aunque está obligada a acudir, no tiene por qué contestar a las cuestiones planteadas, sobre todo alegando que está inmersa en una instrucción judicial. Quien sí lo hará, según recoge EFE, es el rector de la Complutense, Joaquín Goyache. El máximo responsable de la Universidad, que será el segundo compareciente de la sesión, también declaró como imputado ante el juez Peinado en julio. Entonces reconoció que se había reunido con ella en la Moncloa.

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La comisión de investigación continuará en noviembre y diciembre, con tres nuevas sesiones y las citaciones de Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso, aunque no asistirán porque no es obligatorio para ellos. En enero se suspenderá, por ser inhábil, y se retomará en febrero.

No es el único trago

La de este miércoles no es el único trago amargo que ha de apurar Begoña Gómez por su imputación. El próximo lunes está citada por el juez Peinado en Plaza de Castilla para darle traslado de la última querella que ha provocado su imputación por los delitos de apropiación indebida e intrusismo profesional. La mujer de Pedro Sánchez solicitó el pasado lunes que se anule dicha comparecencia porque ese día "se encontrará en visita oficial en la República Federativa de Brasil a los efectos de asistir a la cumbre mundial del G20".

Las acusaciones populares presentaron ayer un escrito al juez en que exigen que se le retire el pasaporte si Begoña Gómez insiste en no acudir a la citación. En un escrito al que ha tenido acceso El Confidencial, las acusaciones populares solicitan ahora a Peinado que recuerde a Gómez "la obligatoriedad del cumplimiento" de esta citación y que la aperciba de "las consecuencias legales" que implicarían su incomparecencia. Su petición es clara: "Se deniegue la petición de no asistencia y se requiera a su representación procesal para que en el plazo de un día confirme la asistencia de la investigada a la diligencia acordada".