Feijóo trata de alejar el foco de Mazón y retoma la batalla contra la "corrupción" de Sánchez
Génova trata de aparcar el debate en torno a la continuidad del presidente de la Generalitat, que ha removido a las filas del PP. El partido vuelve a apretar en el "calvario" judicial del Gobierno
La crisis valenciana ha dado un vuelco a la legislatura. PSOE y PP protagonizaron una efímera tregua y aparcaron los grandes temas de debate para centrar todos sus esfuerzos en la respuesta a la catastrófica DANA que ha dejado más de doscientos fallecidos e incalculables daños. El impacto humano, moral y material de la tragedia condicionará la política nacional, empezando por la propia negociación de los próximos Presupuestos Generales del Estado. Tras varias semanas de inactividad —casi la única excepción ha sido el decreto del Gobierno para renovar RTVE— Congreso y Senado recuperan la normalidad. Y Génova maniobra para volver a introducir en el debate parlamentario el tormentoso horizonte judicial del Ejecutivo, que ha quedado fuera de foco por el shock de la catástrofe.
El relato del primer partido de la oposición tendrá una doble vertiente en los próximos días: mano tendida para la reconstrucción de Valencia, sin entrar en el "barro" de las responsabilidades políticas; y, en paralelo, retorno a la batalla campal contra el Ejecutivo, con el objetivo de reanimar el delicado debate de la corrupción. En los últimos días, Génova ha intentado compensar la balanza de las culpas por las enormes consecuencias de la DANA y situar también al Gobierno, y más concretamente a la ministra Teresa Ribera, como "responsable directa" por las carencias en la respuesta a las inundaciones.
Pero esa estrategia no ha servido a Feijóo para aminorar la presión sobre Carlos Mazón y, por ende, sobre su propio tejado. Porque el presidente de la Generalitat se niega a dimitir y Génova ve inviable moverle la silla, al menos de forma inmediata. La dirección del PP ha seguido una estrategia comunicativa plagada de incoherencias en las dos últimas semanas, con un trayecto de ida y vuelta entre el respaldo cerrado al líder valenciano y su desautorización expresa.
En el partido recorre un profundísimo malestar, con multitud de voces a todos los niveles que piden a Mazón un paso al lado para evitar que su desgaste termine erosionando también el de Feijóo. Este lunes, el presidente de la Generalitat admitió por primera vez "errores" en su gestión, y avanzó que prepara cambios en el Consell, tal y como le piden también desde la dirección nacional del PP. Pero en la cúpula no prevén reabrir el debate sobre la continuidad de su barón autonómico, al menos, hasta después de Navidad.
Mientras tanto, Génova ha optado por intentar alejar el foco mediático sobre Carlos Mazón, al menos en lo que afecta a la política nacional. La dirección del PP ha corregido la estrategia de contraataque al Gobierno por la gestión de las inundaciones. A la interna hay voces del PP que dan por perdida la batalla del relato por el modo que tuvo la Generalitat de "encarar" la crisis y la hilera de contradicciones sobre el paradero del presidente valenciano el 29 de octubre.
Este lunes, el portavoz nacional del PP, Borja Sémper, trazó una línea. Se negó a responder si Génova respaldaba la gestión de Mazón tras las últimas informaciones, o si consideraba que él o su equipo debían asumir responsabilidades por la tragedia. Pero, a diferencia de la estrategia seguida en público por múltiples portavoces en los últimos días, tampoco cargó contra el Gobierno. "No vamos a entrar en el barro ni vamos a contribuir a que la política española se emponzoñe todavía más. Hay mucha gente que lo ha perdido todo, y no se merecen un espectáculo político que no se centre de forma exclusiva en sus problemas", despachó.
Pero Sémper sí metió el colmillo en "el calvario judicial y político" de Sánchez. Feijóo había aparcado este combate por la urgencia de la DANA, pero hay que recordar que, en las semanas previas al 29 de octubre, prácticamente toda la actividad del primer partido de la oposición estaba centrada en la "corrupción" del Gobierno y las múltiples derivadas del caso Koldo, que Génova situó desde el primer momento como su gran baza política para tratar de acortar el mandato de Sánchez. Aunque sin descuidar el flanco de la reconstrucción, el PP retomará esta vertiente en los próximos días, con la esperanza de alejar el foco de la crisis política de su presidente autonómico.
En las filas del primer partido de la oposición aguardaban con expectación la imputación de José Luis Ábalos para plantar la semilla de la sospecha sobre una presunta financiación ilegal en el PSOE. La decisión del Tribunal Supremo, sin embargo, llegó en mitad de la devastación por la DANA y poco después de que Feijóo decretase en la sede nacional del PP un alto el fuego contra el Ejecutivo. El equipo del líder popular no ha exprimido aún las consecuencias del auto del Alto Tribunal, que subraya el papel del exministro de Transportes como número dos de Ferraz.
Esta semana, la ofensiva del PP llegará a sede parlamentaria. Tanto en Congreso como en Senado. En la Cámara Alta compareció este lunes el exdirector del aeropuerto de Barajas para intentar aclarar las preguntas sin responder del Delcygate, y el jueves continuará el interrogatorio con varios exaltos cargos del Ministerio de Transportes. El punto álgido de la semana llegará con la comparecencia de Begoña Gómez este miércoles en la Asamblea de Madrid, que tiene también una cita en los juzgados de Plaza Castilla el próximo 18 de noviembre.
El Grupo Popular ha registrado también en la Cámara Baja otras dos iniciativas sobre la presunta implicación del ministro Bolaños "en los múltiples casos de corrupción" que rodean a Sánchez, así como una moción para solicitar el cese del fiscal general del Estado. Ambas se votarán este mismo jueves.
La crisis valenciana ha dado un vuelco a la legislatura. PSOE y PP protagonizaron una efímera tregua y aparcaron los grandes temas de debate para centrar todos sus esfuerzos en la respuesta a la catastrófica DANA que ha dejado más de doscientos fallecidos e incalculables daños. El impacto humano, moral y material de la tragedia condicionará la política nacional, empezando por la propia negociación de los próximos Presupuestos Generales del Estado. Tras varias semanas de inactividad —casi la única excepción ha sido el decreto del Gobierno para renovar RTVE— Congreso y Senado recuperan la normalidad. Y Génova maniobra para volver a introducir en el debate parlamentario el tormentoso horizonte judicial del Ejecutivo, que ha quedado fuera de foco por el shock de la catástrofe.
- "Por menos perdió Rajoy el Gobierno": el PP se ensaña con la corrupción y relega su agenda social Ana Belén Ramos
- El PP acusa a Sánchez de utilizar la Abogacía del Estado como "su bufete particular" Ana Belén Ramos
- Feijóo alienta una rebelión de los socios de Sánchez por la "corrupción" del Gobierno y apunta al PNV Ana Belén Ramos