La 'vendetta' de Irene Montero con Yolanda Díaz: "Es el error político más grande que hemos cometido"
La eurodiputada recorre su papel en el ascenso y caída de Podemos y su paso por el Ministerio de Igualdad, "el feministerio", con un relato muy crítico con la vicepresidenta, Iñigo Errejón y el PSOE
"¿Por qué a Yolanda?". En el tramo final de Algo habremos hecho Irene Montero se hace una pregunta que en la sala de máquinas de los morados se han hecho en multitud de ocasiones desde que Pablo Iglesias dejó el Gobierno central y señaló con el dedo a la ahora vicepresidenta y ministra de Trabajo. Algo habremos hecho es el título del libro en el que la eurodiputada de Podemos y exministra de Igualdad recorre su trayectoria política y desde el cual ajusta cuentas con sus antiguos aliados a lo largo de casi 300 páginas. Antiguos aliados que van desde Díaz a Íñigo Errejón, pero también al PSOE. A todos ellos dedica duras palabras, pero es con la heredera de Iglesias con quien se despacha con mayor visceralidad hasta el punto de que la considera "el error político más grande que hemos cometido".
Montero llega a esa reflexión después de responder a la pregunta sobre la elección de la ahora líder de Sumar, aunque Díaz no tenga cargos orgánicos en el partido magenta desde su paso al lado por el batacazo de las elecciones europeas del pasado junio. "La elección de Yolanda era una apuesta decidida por ampliar el espacio político de Unidas Podemos y con ello tener más fuerza para gobernar", afirma la exministra antes de añadir, tajantemente, "nos equivocamos".
La secretaria Política de Podemos confiesa que el objetivo del núcleo dirigente de la formación morada optó por la dirigente gallega en un intento por ampliar su capacidad de acción, convencidos de que "respetaría lo construido". Eran conscientes, eso sí, de que la llegada de Díaz al mando supondría una "reorganización de los equilibrios" dentro del espacio político que compartían con IU, los comunes y otras formaciones más pequeñas. Cometieron, confiesa ahora, un error y Díaz "se prestó" a una operación para cambiar "el núcleo de dirección del espacio electoral del cambio que no tuviese autonomía ni quisiera ejercerla" y que al mismo tiempo "sostuviera" a las fuerzas a la izquierda del PSOE para que los socialistas "pudieran gobernar de facto en solitario".
Ese es el diagnóstico de la situación actual según el relato publicado en la editorial Navona este lunes y que la propia Montero presentó en Madrid este lunes. De las 284 páginas la exministra de Igualdad relata cómo fue el alejamiento de Yolanda Díaz una vez que Iglesias la dejó al mando. Hay varios hitos en ese proceso detrás del cual la dirigente de Podemos ve una estrategia del PSOE: "Fortalecer" a la titular de trabajo para "arrinconar cada vez más a Podemos" y "a medio plazo" darles el cambiazo por un socio "que priorizase llevarse bien con el PSOE".
"Esto es algo que ella deseaba hacer con todas sus fuerzas", afirma Montero, que ubica el primer síntoma de este movimiento en noviembre de 2021, sólo unos meses después de la marcha de Pablo Iglesias. Se trata de la convocatoria del acto Otras políticas en Valencia junto a otras líderes de la izquierda como Mónica Oltra, Ada Colau, Mónica García y Fátima Hamed. Ni rastro de las dos ministras que Podemos tenía en el Gobierno. La segunda pista pública se produjo meses más tarde, después de la invasión rusa de Ucrania, Pedro Sánchez viró de la reticencia a enviar armas a apoyar de forma decidida la llegada de material militar de la UE al frente del país eslavo. "Este fue uno de los momentos más complicados de la legislatura, donde realmente estuvo en juego la ruptura del Gobierno de coalición", rememora Montero, que recuerda cómo Yolanda Díaz respaldó la decisión del presidente del Gobierno en contra de la posición del Podemos.
El hito definitivo se produjo en la crisis que provocaron las casi mil reducciones de condena a agresores sexuales amparadas en la reforma del Código Penal que derivó de la conocida como ley del sólo sí es sí. La gestación y el desarrollo de esa norma ocupa, junto con la ley trans y de derechos LGTBI, gran parte del relato de Irene Montero. Y dentro de ese relato se enmarca el divorcio definitivo entre la dirigente de Podemos y Yolanda Díaz. "Angustiante y despreciable", son los adjetivos elegidos por la exministra de Igualdad para calificar la actitud de "quienes todavía eran nuestros compañeros".
Hoy presento mi primer libro, "Algo habremos hecho", a las 19.00h en La Casa Encendida. No es un libro para saldar cuentas, ni para la resignación, sino, al contrario, para la esperanza. Nos dijeron que fuimos muy lejos, pero vamos a ir mucho más lejos 👇 pic.twitter.com/rg5uRDwHg6
— Irene Montero (@IreneMontero) November 11, 2024
"Díaz pidió mi dimisión en varias reuniones que convocó específicamente para ello", expresa Montero antes de admitir que para esa fecha, ya a finales de la legislatura pasada, "el espacio ya no se reunía desde hace muchos meses". Es en ese contexto donde la dirigente morada ubica una llamada de la ministra de Trabajo con Isa Serra en la que le pregunta a su compañera "gritando en varias ocasiones" que cuando iba a dimitir como ministra. Según su versión, Díaz deslizó la posibilidad de que Montero cesara a alguna de sus aliadas, como Ángela Rodríguez, Pam, o Victoria Rosell como responsables de la crisis provocada por estas rebajas de penas.
En el libro, la exresponsable de Igualdad defiende a capa y espada que la ley orgánica de Garantía de la Libertad Sexual es impecable y achaca las rebajas de penas a violadores a una mala aplicación de los jueces. Durante el relato pormenoriza las negociaciones que tuvo con distintos dirigentes socialistas que van desde Carmen Calvo a Pilar Llop pasando por Juan Carlos Campo. Con el exministro de Justicia es con quien se muestra más benevolente y destaca la buena relación que tejieron los equipos del ahora magistrado del Constitucional y el suyo en el "Feministerio" de Igualdad. Pero relata un almuerzo entre ambos en el que Campo "pretendía explicarme que los que mandaban y decidían los tiempos eran ellos". "Juan Carlos pensó que a esa niña que ellos veían, sin Iglesias delante, la podían intimidar o al menos controlar", zanja.
"Para el PSOE la única forma de tener una buena relación era tener ellos todo el poder y que su socio de gobierno no tuviese en la práctica ninguna capacidad para tomar decisiones", ilustra Montero sobre las relaciones con los socialistas que, junto con Yolanda Díaz e Íñigo Errejón forman una suerte de hidra de tres cabezas en el relato de la última década que hace la exministra de Igualdad. Sobre el exlíder de Más País, recientemente defenestrado por las denuncias de acoso machista que ha recibido, cuenta cómo estuvo a punto de "conseguir lo que quería". Y eso, según la dirigente morada, era la desaparición de la dupla que ella forma con Pablo Iglesias. Fue cuando el ya exportavoz de Sumar intentó dar el salto estatal con Más País en las elecciones de noviembre de 2019, lo que llevó a Iglesias y Montero a plantearse "seriamente y con todas las consecuencias que no merecía la pena seguir".
Errejón no lo consiguió y ahora recibe el correctivo de su antigua compañera. "¿Qué ha aportado el errejonismo como forma de hacer política a España? La respuesta es dolorosa: nada que no pudiera haber hecho el PSOE", reflexiona Montero sobre el movimiento político que se arremolinó alrededor del fundador de Más País, a quien dibuja como el mimado de "la progresía" en contraste con la "violencia política" que ella denuncia en su contra y la de sus compañeros.
Con esos mimbres, tiene sentido que la exministra desvele varios momentos de llanto en los últimos años. Con un llanto empezó el gobierno de coalición, según recuerda Montero después de que Sánchez e Iglesias se pusieran de acuerdo en Moncloa. Y un llanto, en una llamada a Ione Belarra, certificó la ruptura provocada por la polémica del sí es sí. Este lunes, Montero se emocionó en la presentación del libro, sin lágrimas, pero aseguró que "lo mejor está por llegar", como dice la dedicatoria a Belarra con la que inicia su relato.
"¿Por qué a Yolanda?". En el tramo final de Algo habremos hecho Irene Montero se hace una pregunta que en la sala de máquinas de los morados se han hecho en multitud de ocasiones desde que Pablo Iglesias dejó el Gobierno central y señaló con el dedo a la ahora vicepresidenta y ministra de Trabajo. Algo habremos hecho es el título del libro en el que la eurodiputada de Podemos y exministra de Igualdad recorre su trayectoria política y desde el cual ajusta cuentas con sus antiguos aliados a lo largo de casi 300 páginas. Antiguos aliados que van desde Díaz a Íñigo Errejón, pero también al PSOE. A todos ellos dedica duras palabras, pero es con la heredera de Iglesias con quien se despacha con mayor visceralidad hasta el punto de que la considera "el error político más grande que hemos cometido".
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