La Confederación del Júcar pidió hace ya dos años un control nacional de las alertas

La Confederación Hidrográfica del Júcar reclamó hace ya dos años, en su plan de prevención, fortalecer de forma "prioritaria" la intervención nacional en el sistema de alertas ante el riesgo de inundación. En su Revisión del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación, actualizado para el periodo de 2022 a 2027, el organismo señalaba la necesidad de desarrollar medidas de mejora de los sistemas de aviso meteorológico y confiaba en que se implementara un sistema centralizado y una mayor coordinación, "sin perjuicio de las competencias de las comunidades autónomas". El plan quedó publicado en un Real Decreto de enero de 2023.

El plan, de más de 200 páginas, dedica varios apartados a la importancia de mejorar la eficacia de las alertas. Avanzaba que estaba prevista la implantación de dos herramientas incluidas en la ley del Sistema Nacional de Protección Civil "que van a suponer un salto cualitativo en esta gestión". "Por un lado, se va a implantar la Red Nacional de Información sobre Protección Civil (Renain) con el objeto de interconectar todos los datos e informaciones necesarias para garantizar respuestas eficaces ante las situaciones de emergencia a la que contribuirán todas las Administraciones Públicas competentes y, por otro, la Red de Alerta Nacional (RAN) que constituirá el sistema de comunicación de avisos de emergencia a las autoridades competentes en materia de protección".

La falta de anticipación en el aviso del riesgo a la población provocó que el mensaje de aviso remitido a los móviles de los valencianos no se activara hasta pasadas las ocho de la tarde, en un momento en el que muchas de las poblaciones ya se encontraban en una situación crítica. El Ejecutivo de Mazón y la Confederación se han lanzado estos días acusaciones cruzadas. Mazón ha asegurado que no fue posible enviarlo antes porque se carecía de la información necesaria. La CHJ ha indicado, por su parte, que propuso que se activara el sistema de aviso a la población horas antes de que se hiciera. No fue hasta las 20:12 horas cuando el sistema Es-alert quedó activado y los valencianos recibieron la alerta.

El plan desarrolla un largo listado de objetivos y, entre ellos, destaca que la anticipación es un elemento clave en la gestión del riesgo. "Para ello es necesario el establecimiento y mejora de los sistemas de avisos y protocolos de comunicación en situación de avenida, sobre la base de unas redes de control integradas de información hidrológica dotadas de las herramientas informáticas oportunas que sirvan de ayuda para optimizar la gestión y la explotación de los recursos hídricos y su coordinación con la información meteorológica".

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La CHJ subraya la importancia de generar previsiones y alertas a corto y medio plazo de crecidas e inundaciones y de sus efectos, de forma que las autoridades de Protección Civil, ciudadanos y agentes económicos "puedan tener el tiempo suficiente para tomar medidas de autoprotección, tanto en situaciones ordinarias, como en previsión y control de avenidas, y que pueda funcionar como un sistema de ayuda a la decisión".

La Red, gestionada por Interior

La gestión de esta Red de Alerta Nacional corresponde al Ministerio del Interior, pero son las comunidades autónomas las que actúan "como cauce" tanto para la información de las emergencias de protección civil al Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias de Protección Civil, como para la transmisión de la alerta a quien corresponda.

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De hecho, el sistema de alertas ES-Alert, que permite enviar mensajes de alerta generalizados e inmediatos a los teléfonos móviles localizados en un área afectada por una emergencia o catástrofe, forma parte de esta red y entró en servicio en febrero de 2023 para su uso en todo el territorio nacional. Fue el método que finalmente se empleó para enviar la alerta. Según aseguró tras la tragedia la consellera de Justicia de la Comunidad Valenciana, Salomé Pradas, no supo de la existencia del sistema de aviso hasta que fue informada por un técnico la misma tarde de la crecida.

Ya en aquel plan, quedó reflejado un objetivo que, como es evidente, falló en el caso de la DANA. Advertía que "es importante tener en cuenta las posibles interrelaciones entre distintos ámbitos de trabajo, por lo que es importante reforzar la coordinación entre políticas sectoriales para alcanzar la máxima coherencia en la aplicación de medidas". La responsabilidad en la gestión del riesgo de inundación está compartida por numerosas Administraciones y Organismos, cada uno actuando en una etapa o sobre un aspecto de la gestión del riesgo.

"Dada la multitud de actores implicados es necesario establecer protocolos de actuación, de comunicación y colaboración que permitan una actuación coordinada entre todos ellos, procedimientos ágiles de intercambio de información, etc. que mejoren la capacidad de respuesta ante la inundación reduciendo en la medida de lo posible sus efectos adversos", concluía.